Capítulo 8

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Capítulo 8

Mildred trató de recordar cosas. Lo que podía traer a su mente era la forma en que se comportaba el señor Carter con su madre. Era un hombre serio, duro e intransigente. Pero a ella la amaba muchísimo.

¿Por qué a veces era tan rudo con su madre? Ella era una mujer débil y sin carácter.

Su padre le había enseñado a montar, a disparar y también a jugar. No podía decir que tenía que agradecérselo, pero en cierto modo era una herramienta más que podía usar a su favor.

Aunque el mote de La Reina de Corazones no era algo que la favoreciera, al menos la ponía a la defensiva de cualquier persona que tratara de vencerla en el juego.

Y ahora podía defenderse de Candie. Tal vez, con el juego, pudiera lograr que ese tipo se alejara definitivamente. Pero primero tenía que hablar con él y conocer lo que pretendía.

Seguramente no le diría la verdad, pero no había tiempo para meditarlo.

Escogió un hermoso vestido rojo. Se veía realmente hermosa.

Al poco rato, llegó John Reid.

- Vine lo más rápido que pude. ¿Podría facilitarme los documentos?

Mildred asintió y lo llevó hasta la habitación en donde guardaba algunas cosas viejas.

- Podrá verlos mejor aquí. No quiero que nadie se dé cuenta que hablamos.

- Hace bien. De igual forma, recuerde que vengo en calidad de abogado.

- Gracias.

Mientras tanto John Reid iba revisando el interior y abrió sin problemas los documentos.

- Bien, veamos...

Entonces se dio cuenta de que su padre decía en el documento que Calvin Candie la despojaría de todo.

- Esto es una especie de confesión y de solicitud.

- ¿Confesión?

- Sí, Mildred...su padre tenía negocios sucios con el señor Candie.

Mildred se sintió triste.

- No puedo creerlo...siempre era tan intransigente. Y yo creyendo que era un hombre recto y honesto...

- Lo lamento, señorita. Así sucede. Muchas veces uno se lleva sorpresas sobre la gente. Si yo le contara.

- Rebeca me ha contado algunas cosas. Por eso comprende usted lo que estoy pasando.

- Sí, señorita, la comprendo y es ahora cuando hay que tener cuidado con Candie. Ese hombre estará dispuesto a despojarla alegando las propiedades que adquirió con el señor Carter. Pero si estos documentos que estoy revisando son entregados en el juzgado, Candie irá a prisión- observó John Reid.

- Ayúdeme, señor Reid, por favor- suplicó Mildred.

- No se preocupe. Si me permite, me llevaré estos documentos para resguardarlos. Desde ahora considéreme oficialmente su abogado- dijo el Llanero.

- ¿Y los honorarios?- preguntó ella.

- Eso será después, lo que siempre le cobro a mis clientes: nada.- sonrió.

Mildred asintió.

- Supongo que esta era la idea de Toro- alegó.

- Yo también lo creo. Aunque, creo que los asuntos que ustedes tienen son más personales.

TORO Y LA REINA DE CORAZONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora