Manual de lo prohibido⭑⭑⭑ Minsung

☽Capitulo 6

-¿Quien es Sorn?- Inquirí medio confundido.

-Su hermana.

De pronto recordé la conversación que ella había tenido con Minho anoche, en la cual había mencionado a Sorn como su hermana.

-Oh.- Musité.- Me encantaría.- Sonreí amable.

-¡Le diré a Minho para que organicemos todo!- Me abrazó nuevamente dando brinquitos como una niña pequeña.

Así es Yeeun, dulce, tierna, cariñosa, frágil y entusiasta.

-Oye.- Musité cambiando de tema repentinamente.- Quiero ir al famoso Puente de los Suspiros, quizás puedan tomar algunas fotografías.

-Il ponte dei sospiri, ¿y para qué quieres ir allí? no es la gran cosa.- Dijo.- Más bien debes ir a la Plaza de San Marcos, muchos toman sus fotos ahí.

-Lo sé, pero no quiero algo común, ya me conoces.- Me encogí de hombros.

-Bueno, también deberías ir al Palazzo Ducale, le podrías tomar muy bellas fotos.

-¿Al qué? ¿Yeeun, podrías hablarme en un idioma que entienda?- Ella rió.

-El Palacio del Duque.

-Ah, bueno.- Sonreí.- ¿Me llevarás al puente de los suspiros?

Rodó sus ojos ante mi insistencia.

-Esta bien, te llevaré mañana.

-Gracias Unie, eres la mejor.- Ahora fui yo quien empezó el abrazo.

Seguimos caminando por la calles de Venecia, mirando casi todas las tiendas que había allí. Comimos en un pequeño restaurante y luego llegamos agotados al departamento.

Eran las siete de la tarde con treinta minutos cuando llamaron a la puerta.

-¡Es Minho!- Anunció jovialmente Yeeun mientras se levantaba como un rayo dando largas zancadas hacia la puerta.

Dirigí mi vista hacia allá para poder observar aquel rostro perfecto.

-¡Amor!- Mi amiga se tiró a sus brazos en cuanto la figura de su novio fue palpable, y él la recibió calidamente.

La fierecilla se removió incomoda.

-Ven, pasa.

Desvié de nuevo mi mirada al televisor queriendo aparentar que no la había despegado de allí.

-Jisung, hola.- Mi nombre en su voz sonaba tan melodioso y diferente al resto de las voces que le habían puesto sonido a él; lo hacía parecer bello, único.

Me giré para mirarlo.

-Hola Minho.- Sonreí.

-¿Cómo va tu primer día en Venecia?- Preguntó.

-Cansado.-Reí al recordar que había utilizado el mismo adjetivo que cuando el pregunto sobre mi vuelo.

Creo que él también se acordó, porque río al mismo tiempo que yo lo hacía.

-Ojalá los demás no sean así siempre.- Comentó y miró a Yeeun para entablar una conversación con ella.

Entonces yo me giré de nuevo, pero a decir verdad, estaba más pendiente a su conversación que del programa italiano que estaban pasando en la tele.

-¿Estas nerviosa, cielo?- Le preguntó.

-¿Por qué debería estarlo?- Inquirió ella confundida.

-Sobre tu entrevista de trabajo de mañana.

-¿Mañana es ocho?- La voz de Yeeun sonó alarmada.- ¡Dios, lo olvidé!

Entonces me di la vuelta para mirarla.

-¿Tienes una entrevista de trabajo?- Pregunté realmente emocionado.

-Sí, y... ¡oh!-Se quedó en silencio durante unos segundos.-¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento!- Se acercó a mi.- Es que no recordaba lo de la entrevista, perdóname.

Tardé unos segundos en entender porque me pedía disculpas.

-Oh, Unie, no te preocupes.- Le sonreí.- Podemos ir otro día a visitar el puente.

-¿No estás enojado?

-¿Yo? No, para nada, al contrario. ¿De qué es el trabajo que solicitas?

-Enfermería en el hospital de la isla de Torcello.- Sonrío ampliamente.- ¡Tengo una idea!- Dijo de pronto, como restandole importancia a lo del empleo, se giró a mirar a su novio.- Amor, ¿podrías llevar a Sung a Il Ponte Dei Sospiri?

Los ojos se me abrieron de par en par ante la sorpresa y luego miré el rostro de Minho, tan bello como el de un ángel. El también me miraba.

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Palazzo Ducale

Piazza San Marcos

Ponte dei sospiri