Conforme pasaban los días, la culpa no desaparecía sino que, por el contrario, iba aumentando. Caminé por las calles que ya conocía para llegar al laboratorio de fotografía, donde se encontraba una de las pocas personas que sabían comprenderme y apoyarme. Aunque esta vez hablar con Chris no sería tan sencillo ya que Felix me acompañaba. Se ofreció en seguida de que me encontró en el pasillo del edificio y supo que me dirigía para acá. Lo miré.
-¿Lo invitarás a salir? -Pregunté.
-¿Crees que diga que sí? -Dijo, nervioso.
-Por supuesto que sí. -Reí.
-¿Crees que le guste? -Preguntó.
-Eso... averígualo hoy. -Dije.
Cuando llegamos, Felix se plantó detrás de mí, como un niño totalmente tímido pero los ojos de Chris chispearon al verlo. Me hice a un lado para no obstruir su vista y la sonrisa entre ambos decía más de mil palabras. Me aclaré la garganta, haciéndome notar. Chris me miró al instante.
-Oh, Sung, hola. ¿Nuevas fotos? -Le sonreí, dándolo por hecho. Les dí la oportunidad a Chris y a Felix de hablar y esperaba a que Lix realmente lo invitara a salir, mientras que yo me encontraba revelando las fotografías.
Cuando terminé, las puse en un pila y las miré una por una. Eran como veinte fotografías y la mayoría tenía una cosa en común. El rostro hermoso de Minho. Se me había vuelto como una obsesión retratarlo, era como para guardar el recuerdo o al menos tener una prueba de que los momentos a su lado habían sido reales. Miré la la hora en la pantalla de mi móvil, eran las seis con treinta y cinco minutos. Tenía dos opciones a elegir, una era quedarme aquí con Chris y Felix y así, no alimentar a este sentimiento con la compañía de Minho; la otra era apresurar el paso para alcanzar a llegar al departamento y encontrarlo, porque ese sentimiento quería ser alimentado.
La figura de Chris entró al pequeño cuarto de revelado me hizo pegar un brinco.
-¡Felix me invitó a salir! -Me dijo, entusiasmado.
-¿En serio? Genial, ¿para cuándo? -Pregunté.
-Para hoy. -Sonrió. -En cuando cierre nos iremos.
-Oh. -Entonces ya no tenía opción que escoger. -Genial.
-¿Hablaremos otro día? -Preguntó, lamentándose por no poder hacerlo hoy.
-Seguro. Hay mucho que tienes que saber, pero sirve que así me cuentas tú también. -Insinué.
-Gracias. -La bonita sonrisa de niño se expandió por su rostro. Recogí mis cosas y guardé las fotografías en un sobre amarillo como el que había utilizado la primera vez; me despedí de Chris y Felix y salí apresurando el paso para llegar al departamento. Cuando por fin logré visualizar el edificio, me percaté de la Hybrid negra que se estacionaba delante de el. El corazón corazón me latió pesado. Aun no eran las siete, ¿por qué Minho había llegado ya? Mi móvil sonó en el bolsillo de mi abrigo y con la mano libre tomé y contesté a la llamada sin siquiera ver quien era.
-¿Hola?
-Sung, ¿dónde estás? -La voz del otro lado me dejó el corazón pasmado para luego hacerlo latir tan fuerte, de una manera errática.
-Voy llegando al departamento, ¿por qué? ¿Ya estás allí? -Logré articular.
-Sí, date prisa, tengo algo que mostrarte. -Me dijo y luego colgó. ¿Algo que mostrarme? ¿A mí? Hice que mis pies casi corrieran, aun cuando me faltaran menos de quince metros para llegar a la puerta del edificio. Entonces pude darme cuenta del poder que tenía Minho sobre mí. Si me decía ven, yo iba.
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Manual de lo prohibido⭑⭑⭑ Minsung
FanficÉl, algo muy parecido al príncipe azul de los cuentos de hadas. Ella, la mejor amiga con la que deseaba toparme desde los 6 años, única e incondicional. Decían que era la chica perfecta para él. Yo, situado justo en el medio, enamorado del novio de...