•❅Before Winter❅• Kookmin.

01🍁

La mañana había llegado y con ello el canto de los pájaros, el rubio despertó tallado sus ojos con pereza y estirando su cuerpo, lo primero que ve es una espalda ancha, sonríe y se acerca para abrazar al chico a su lado.

Jimin comienza a dejar pequeños besos en los hombros del azabache quien sonreía con cada uno.

-Buenos días.

-Buenos días- responde el azabache.

-¿Estas ansioso por la mudanza?

-No cariño- mintió- realmente quiero volver y tu ¿como te encuentras?

-Estoy emocionado, podré ver a mis padres todos los días.

Jimin estaba realmente emocionado, de verdad quería volver. Hace 5 años que no volvía a Corea y estaba ansioso, creía que el volver le ayudaría a recordar más cosas pero eso no se lo diría a su prometido.

-Jimin-le llamó el mayor- recuerda no podrás salir y mucho menos solo, después del accidente y con tus recuerdos que aún no vuelven prácticamente seria como un país completamente nuevo para ti.

-Eso lo sé Young, solo deja de preocuparte cariño- se acerca al azabache para besar sus labios.

Se levanta de la cama y se dirige al baño para asearse, el pelinegro pensaba que volver a la ciudad natal de su prometido era una mala idea, pero no podía seguirlo engañando más, e inventando excusas baratas para seguir reteniendolo en Japón junto a él.

Despues de un rato Jimin sale del cuarto de baño ya limpio y listo, el vuelo salía en 4 horas y el estaba más que preparado regresar donde el pertenecía.

-Cariño, ¿crees que sea buena idea regresar?- pregunta el pelinegro.

-¿Por qué lo dices así?

-Es solo que... Tu sabes lo del accidente y aun no recuerdas muchas cosas, no quiero que te sientas fuera del lugar. Además llevamos 5 años viviendo juntos aquí en Japón, tu vida ahora es aquí.

-Lo sé, pero he deseado tanto regresar, volver a ver a mis amigos, a Teahyung y a mis padres.

-Pero ellos pueden visitarte aquí, como todos los años.

-No es lo mismo, y recuerda que mi padre te necesita en la empresa, ya no es suficiente para él que trabajes desde lejos.

El pelinegro asintió antes las palabras de su prometido, pues es cierto su suegro le había dicho que tenía que regresar, pero pensaba que Suk sólo quería de vuelta a su hijo, claramente no le había gusta como habían tomado las decisiones él y su suegra para llevarse a Jimin del país.

Jimin de verdad no entendía por qué su prometido parecía como si no quisiera regresar, pero él rubio ya no podía estar en un país que no era el suyo y más cuando sentía que debía regresar a Corea, ya era tiempo para hacerlo y su corazón se lo decía.

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La pelirroja caminaba firme hasta su destino, tomó el elevador de aquel enorme edificio y subió hasta el séptimo piso. Las personas que pasaban a su lado hacían una pequeña reverencia, pues sabían que aquella mujer era una de las mejores inversionista de la empresa.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron camino hasta la oficina, ignorando lo que la secretaria decía, se adentro a la oficina sin tocar. El pelinegro alzó su rostro de los papeles que tenía en sus manos y sonríe.

-Ya te habías tardado- dice el azabache, regresando sus ojos a los documentos.

-Creí que tu irías a buscarme, pero veo que no te importa nuestra relación.