•❅Before Winter❅• Kookmin.

13🍁

En todo el camino Jimin balbuceaba cosas sin sentido, de un momento a otro se quedó dormido. El semaforo estaba en rojo y eso le dio la oportunidad de observar otra vez al rubio, era tan hermoso, su piel, sus labios y la paz que emana cuando dormía.

No cabía duda, Jungkook aún estaba enamorado de Jimin como si fuera la primera vez, tenerlo en su auto y yendo juntos a su penthouse le daba una pequeña ilusión, estaba seguro que no pasaría nada. No cuando Jimin se encontraba en este estado, pero no podía evitar que su corazón latera a mil por hora.

El semaforo cambió nuevamente y en un par de minutos se encontraba estacionando su auto en el estacionamiento de su edificio, bajo del vehículo y se dirigió a la puerta de copiloto para tomar a Jimin entre sus brazos, se acercó hacia el ascensor y el guardia de seguridad lo miró un poco confundido.

—No es lo que crees, Henry.— el hombre sonrió y se encogió de hombros.

Lo ayudó a presionar el botón para que el ascensor le llevara a su piso, Jimin apoyo su cabeza en el hombro de Jungkook y sonrió, una pequeña y ladina sonrisa mostraba esos labios esponjoso. El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron, Jungkook salió y se dirigió hasta su penthouse.

Abrió la puerta con algo de dificultad, una vez dentro llevó al rubio hasta su habitación, lo acostó con cuidado. Se sentó al lado de Jimin, observando cada detalle, acarició su mejilla con delicadeza y quito un mechón de cabello del rostro del rubio, por su cabeza pasó el pensamiento de besar esos labios ¿Cuando volvería a tener esta oportunidad? No lo sabía, pero tampoco sabía si estaría bien hacerlo.

Retiro todo pensamiento, si, tenía muchas ganas de besarlo y decirle cuanto lo amaba pero quería hacerlo cuando su rubio estuviera consciente, y corresponda como él ha esperado todo este tiempo. Hizo el ademán de levantarse pero una pequeña mano lo detuvo, Jimin se había despertado.

—Príncipe, no te vayas— pidió apenas, se sentó quedando cerca del rostro de Jungkook.

Paso sus manos por el cuello del mayor y sin pensarlo lo beso, lento y profundo. Jungkook tardó un poco en reaccionar, no sabía si debía hacerlo pero al sentir nuevamente los labios de Jimin, la suevidad y lo esponjosos que eran no pudo resistirse, tomó de la cintura al rubio y profundizó el beso.

Jimin fue el que se separó primero, se apoyo en el hombro del pelinegro, cuando Jungkook abrió los ojos aún con el sabor de los labios de Jimin, se dio cuenta que el rubio había caído nuevamente dormido.

El pelinegro soltó un suspiro y se dedico a darse una ducha. Mañana esperaba que las cosas estuvieran mejor.

🍂🍂🍂

La madrugada en aquel bar llegó hasta el límite, o al menos para el peliazul y el peligris, que se habían quedado bebiendo  y bailando, entrando en calor un poquito más cada vez que sus cuerpos se acercaban.

Yoongi no lo iba a admitir en voz alta pero el trasero de Taehyung era el mismo cielo, esponjoso y realmente firme. Cada vez que bailaban cerca el uno del otro tenía la oportunidad de sentirlo, y eso le estaba gustando más de lo normal.

El chico era más alto que él, pero él era Min Yoongi, él podía con lo que fuera que le pusieran en frente. Y si Taehyung estaba de acuerdo, se lo llevaría hasta un hotel y lo haría suyo, una y otra vez esta noche.

—Creo que ya es un poco tarde.

—Concuerdo contigo, ¿Deberíamos ir a un lugar más privado?— preguntó Yoongi con cierto coqueteo.

Taehyung pensó que este chico era divertido, había pasado una noche excelente pero no era de las personas que se iba con un chico la primera noche. Aunque podía hacer la excepción, pero prefería jugar un poco.