•❅Before Winter❅• Kookmin.

25🍁

—Ah~ ah~— eran los gemidos del rubio que invadían la habitación.

No tenían ni idea de cuánto tiempo llevan haciendo el amor, quizá unas 5 rondas o quizás 5 horas, no tenía ni idea pero tampoco le importaba.

Estaba más que concentrado enterrando su cara en la almohada, con su trasero al aire y disfrutado de cada punzada en su trasero, Jungkook daba estocadas certeras en su punto dulce. Una que otra nalgada y unos cuantos apretones en su trasero, todo era tan delicioso que ninguno de los dos quería detenerse.

Jimin apretó las sábanas mientras ahogaba un gemido en la almohada, el orgasmo en su mayor punto hacia temblar sus piernas, hilos de su esencia mancharon las sábanas, recibió una fuerte nalgada que lo hizo delirar, Jungkook soltó un gemido ronco y tomó de las caderas a Jimin para enterrarse más en él y venirse con fuerza.

Cayó al lado del menor con sus respiraciones erráticas, a Jimin aún le temblaban las piernas y se retorcía con los espasmos de su orgasmo. Jungkook lo miraba atento y sonreía, se acercó a él y lo atrajo a su pecho.

Sin decir nada, simplemente se contemplaban el uno al otro. Jimin se sentía en paz y Jungkook podía vivir en ese momento por el resto de su vida.

—Tengo mucho sueño— mencionó a penas el rubio— Estoy muy cansado.

—Duerme— Jungkook beso su frente y acarició su espalda.

Jimin dejó que los toques sutiles del hombre junto a él lo envolvieran en paz y tranquilidad, se dejó llevar por los brazos del morfeo.

—Te amo nene— susurró el azabache, una vez que Jimin se durmió por cumpleto.

Por un par de segundos contempló el rostro relajado del rubio, si todo fuera como antes, si nunca lo hubieran arrebatado de sus brazo, pero está era la realidad. Una donde Jimin no lo recordaba, mientras él tenía que cargar con las ganas de gritarle al mundo que lo amaba.

Con cansancio y nostalgia, cerró sus ojos y el sueño lo abrazo haciendo perder la noción del tiempo.

🍂 🍂 🍂

A la mañana siguiente despertó porque su teléfono no dejaba de sonar, no quería ni estaba dispuesto ir a la oficina ese día, quería pasar con Jimin.

Con mucho esfuerzo estiró su mano y encontró el aparato en el mueble al lado de su cama, no logró ver quien llamaba pues sus ojos a penas se lograban abrir.

—No estoy dispuesto...

—Jungkook al fin contestas— sonó desperado.

El pelinegro abrió sus ojos y se sentó en la cama.

—¿Señor Suk?

—Si soy yo, se que es temprano pero necesito hablar de mi hijo contigo, ayer no llego a dormir a su casa.

—Yo...

—Se que esta contigo Jungkook, y es por eso que te llamo directamente. Necesito que sepas una cosa.

Jungkook giro su rostro al lado de la cama y se dio cuenta que estaba vacía, ¿Donde estaba Jimin? ¿Se había ido?

—No se si mi hijo te lo ha dicho, pero necesito que hagas algo, mi esposa planea anunciar la fecha de compromiso este fin de semana.

—Estoy al tanto, señor.

—Bien, entonces quiero que hagas algo al respecto.

—¿Que podría hacer, señor? Lo único que pienso es robarme a su hijo, pero le recuerdo que el no sabe quien soy exactamente.

—Lo sé, pero tienes mi permiso para esa noche llegar a ese estúpido evento... Y decirle la verdad a Jimin.

—¡¿Que?!

Eso parecía un poco descabellado y no era la forma en la que había planeado contarle a Jimin la verdad, pero ya no tenía nada que perder.

—No eres un cobarde, Jeon, te conozco, siempre supiste defender a mi hijo y ahora tienes mi permiso— el señor soltó un suspiro— Tengo que irme, nos vemos el fin de semana.

No entendia que fue todo eso pero tampoco le importaba, si tenía el apoyo del señor Park era una gran ventaja y si este fin de semana tenía que arriesgar todo lo haría sin pensar.

Se levantó de la cama y se puso un chandal, si Jimin no estaba a su lado era probable que se hubiera ido, busco en el baño, en la sala pero lo encontró en la cocina, con su camisa, Jimin era tan maldita mente sexy.

Se acercó a él y lo rodeo, beso su cuello mientras que Jimin intentaba cocinar algo para el desayuno.

—Despertaste— dijo el rubio con una sonrisa.

—Lo hice, y me asuste no tenerte a mi lado.

—Quería cocinar te el desayuno.

—Gracias— el pelinegro deslizaba sus manos por el cuerpo del rubio— Quiero que estés todo en día conmigo, podemos hacer lo que tu quieras.

—¿En serio?— el rubio se volteo con sus mejillas sonrojadas— aceptó.

Después de unos cuantos besos más y un par de robos de fruta por parte del pelinegro se dispusieron a desayunar, Jungkook estaba nervioso por lo que haría el fin de semana y Jimin estaba feliz por que al fin se liberaría de un gran peso.

Los dos inocentes de los planes del otro.

🍂 🍂 🍂

La noche había pasado lenta para Yoongi, cuidar de un Taehyung borracho no fue como el lo esperaba, primero comió toda su comida, luego vómito y el peligris tuvo que bañarlo por que al parecer Taehyung se estaba ahogando, cuando ni siquiera había encendido la ducha.

Los dos se encontraban desayunando con un silencio incómodo, el peliazul no recordaba nada de lo que había hecho la noche anterior y Yoongi parecia no querer hablar.

El peligris estaba con sentimientos encontrados, con la confesión de Taehyung y al parecer que este no recordaba nada, le hacía perder la cabeza.

—Gigi se que me comporte como un idiota el día de ayer y...

—¿Recuerdas lo que dijiste ayer?— interrumpió el pálido.

Bien, Taehyung no quería mentir, pero no recordaba nada y no quería que Yoongi lo tuviera como un borracho de primera.

—Claro que lo recuerdo, fui un idiota, sabes que los borrachos sólo hablamos estupideces, así que no te tomes nada en serio.

—Entonces lo que dijiste fue...

—Fue una pequeña broma— bien creía recordar de lo que estaba hablando Yoongi, tal vez era cuando le confesó que dormía con la luz encendida porque tenía miedo de los moustros.— Está claro que no me creíste.

—No, no lo hice— mencionó un poco decepcionado.— Tengo que irme a la oficina, cierras bien cuando salgas— dijo el peliazul antes de levantarse y salir por la puerta.

Taehyung había quedado un poco confundido, no entendía por qué de un momento a otro Yoongi parecía un poco decepcionado, el mentir que dormía con la luz encendida no era la gran cosa, ¿o si?