Capítulo XV: Desesperación

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- ¿En qué quieres que te ayude? - cuestionó serio Ciffer

- ¿Dónde estamos?, ¿cómo llegué aquí?, no recuerdo cómo fue que vine a este lugar... - sollozaba con voz dulce y suave igual a la de una doncella

- Yo te traje a un cuarto para que pudieras descansar, me retire mientras dormías... - respondió el caballero

- ¿Por qué?, ¿por qué me convertí en esto?, no entiendo ¿qué me pasó?, pero por favor sácame de aquí... tú como mi igual de mi especie te lo ruego... no quiero que me lastimen... - súplica entre lágrimas Aporro

- ¿Qué... qué le sucedió... jo... joven Szayel? - le cuestionó la pelirroja

- ¿Una humana?, ¿¡en un lugar cómo esté!?, ¡tú misma deberías de conocer mi sufrimiento!, ¡yo solo quería que me dejarán en paz!, ¡sólo quería que me dejarán dormir!, ¡me siento tan extraviada!, ¡pero no me dejaban! - exclamó alterandose cada vez más Granz

- ¡Cálmate!, ¡ni ella ni yo te vamos a tocar o lastimar!, pero necesitamos que nos digas ¿qué pasó?, lo más sereno que puedas... - ordenó el de cabello blanco

- ¿Tú me reconoces?, ¿recuerdas mi nombre?, ¿sabes quién era?, ¿por qué yo no me reconozco?, desperté siendo otra cosa, yo era masculino... eso alcanzó a recordar... pero ahora soy una fémina, no me molesta del todo... aunque no entiendo que me sucede... estoy tan cansada, solo quiero descansar... - dijo llorando Granz

- ¡Mujer escúchame con atención!, ¡ve a buscar a Grimillow!, que llame a una junta y que Halibell venga a ayudarme con Szayel, desconozco lo que le sucedió pero debo buscar el hogyoku y su laboratorio de investigación para encontrar una respuesta... - exclamó el alado

- Pero joven Ulquiorra... - dijo la nerviosa chica

El hollow recordó el incidente con Noitra, Menoly y Loly, tenía razones para no querer andar sola por Las Noches, sin embargo la situación era apremiante y complicada, así que usando su reiatsu creo una pequeña pulsera de plata, se la lanzó a la pelirroja, ella la tomó y se la puso en la muñeca derecha.

- Si necesitas ayuda, solo activa tu reiatsu y coloca tu mano en ella, te iré a buscar enseguida, ahora vete... - ordenó el de ojos dorados

La mujer pasó saliva, se dio media vuelta y corriendo fue en busca del felino, mientras tanto Kurosaki, Uryuu y Yastura corrían por el desierto encontrándose con la pequeña arrancar Nel, Perche y Dondo Chakka; a su vez el confundido Ciffer intentaba razonar con el pelirosa.

- ¿Puedes ponerte de pie por ti mismo Szayel? - preguntó el de cabello blanco

- Puedo hacerlo, también puedo caminar con algo de dificultad... - aseguro el de ojos violeta, poniéndose de pie

- Te guiare para ir a un lugar dónde podemos buscar información, pronto podrás tomar un baño y descansar... - le aseguro el caballero

- Al menos tú no intentas tocarme... ni siquiera te acercas... - dijo con voz melancólica Granz

- ¿A qué te refieres? - insistió el de alas negras, caminaban los dos hollow con ritmo lento y pausado

- Cuando desperté había un montón de arrancar, no recuerdo mucho, apenas mi nombre y un poco de cómo era cuando era un adjunca, pero... esos hollow que me rodeaban me empezaron a hablar... entonces... me mire, me di cuenta de que no era cómo yo me recordaba, mareada intenté levantarme, sin embargo ellos me sujetaron por los tobillos... - su voz de Aporro se alteró, gruñiendo

Ulquiorra miró un momento a la silueta de Szayel, lucía sumamente aturdido, aunque era simplemente hermosa su figura con esas alas tan decoradas, los sutiles tatuajes en su máscara, si no hubiera sabido de ante mano que era su compañero Granz, el octavo espada, lo habría confundido con una bella mujer, aunque a él no le interesan las relaciones carnales, para alguien como Noitra era una oportunidad de aprovecharse de lo desorientado que estaba el pelirosa, suspiro, se dio cuenta de lo que habían intentado hacer con el de ojos violeta.

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