Capítulo IX: Entre Dios y el Diablo

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En el pasillo se encuentran con Gilga, quien se sobre salta un poco al ver a Ulquiorra, pero lo ignora y se acerca a la pelirroja.

- ¡Por fin nos vemos!, pequeña zorra, ¿a dónde llevás a Ulquiorra?, por lo que me comentó Szayel no está muy bien y necesita descansar... - dijo el espada con una sonrisa retorcida

El delgado espada estaba a punto de sujetar a la chica por el mentón, la adolescente temblaba, el alado dobló sus alas para cubrir a la mujer y evitar que la tocará el quinto.

- ¿Jo... joven Ulquiorra? - preguntó mirando por el rabillo del ojo al peliblanco

- Tck, ¿por qué te metes Ulquiorra? - molesto dijo el parchado

El Vasto Lord no dijo una palabra, no se movía, ahora con la máscara era muy difícil conocer su estado de ánimo, en un rostro que ya era poco expresivo. Algo en su instinto lo hizo retroceder, un escalofrío le recorrió la espalda, sudo frío, antes de dejar que el miedo lo paralizara salió de ahí, dando media vuelta sin amenazas o comentarios sarcásticos, sentía que si sobre pasaba el límite de paciencia de aquel sujeto su cabeza rodaría a sus pies en menos de un parpadeo.

- ¿Joven Ulquiorra? - recalcó la duda la chica

- Continúa guiándome... - dijo frío e inexpresivo el hollow

Inoue temerosa siguió caminando, a ella también le daba la impresión de que ese enmascarado ya no era Ulquiorra, no al que conoció, entonces llegaron a la alcoba de la pelirroja dónde al fin podrían descansar, su estómago gruñó de hambre, pero con la amnesia del alado, su comida y cena estaban comprometidas.

- A... adelante joven Ulquiorra... - dijo la dama

El de ojos dorados entró y solo miró de un lado a otro, respiró profundamente, se sentó en el sillón.

- Explícame, ¿que está ocurriendo?, ¿por qué una mujer humana está aquí en el Hueco Mundo? - preguntó solemne el enmascarado

- Es complicado pero intentaré contarle todo, al menos hasta donde tengo conocimiento... - respondió la pelirroja

Así con mucha paciencia la adolescente le contó a Ulquiorra la situación, lo poco que sabía por lo ocurrido en la sociedad de las almas, cuál era el plan del ex capitán Aizen, aunque omitió algunos detalles, para ella poco relevantes, pero eran sólo los relacionados a ambos.

- Ya veo... básicamente estoy aquí para ser usado como arma contra la Sociedad de las almas... - dijo el alado

- El señor Aizen los llama hermanos... se que no los valora como lo merecen, me queda claro que los usa... no sé por qué lo ayudan en realidad... - expresó la mujer

- ¡Tonterías!, un hollow no puede ser aliado de un shinigami, un Vasto Lord nunca se rebaja a obedecer a un ser inferior cómo ese... por otra parte... tengo que darte las gracias... - dijo levantándose del sofá y haciendo una pequeña reverencia

La de ojos grises se ruborizo ante el gesto del enmascarado.

- ¡No tiene que hacer eso! - exclamó la chica

- Mujer, tú me has de vuelto mi máscara, ahora hay algo que tengo que hacer, pero lo dejaré para más después, dormiré por un rato... - dijo mientras se acomodó en el sofá de forma peculiar

Al igual que un cuervo se esconde entre sus alas, Ciffer se recostó sobre sus brazos, dobló sus enormes alas para pegarlas lo más posible a su cuerpo, cubriendolo por completo, lucía igual que un almohadón de plumas.

Orihime algo triste se sentó en una silla de la pequeña mesa, mirando la luna por la ventana, abra pasado una hora quizás cuando la puerta se abrió, espero por el espada Grimillow con su comida pero se equivocó, eran Menoly y Loly.

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