Anajú entró por la puerta de La Academia seguida por Hugo un segundo después de que sonara el timbre de inicio de la clase. Caminaron por la entrada y se le hizo raro notar su presencia al lado, igual que se le había hecho raro estar con él en los pasillos secretos. Lo miró un segundo, para cerciorarse de que se encontraba bien, y él le regaló una sonrisa deslumbrante llena de ilusión y nervios. La chica de la peca le sonrió de vuelta y entraron juntos en la sala donde los concursantes los esperaban. Los chicos reaccionaron con gritos y vítores al ver que Hugo Cobo iba a ser su profesor de composición aquel día, porque aunque lo hubieran visto en el horario muchos aún no se lo creían.
- Pues nada chicos... - dijo Anajú parándose en medio de la sala con el rubio al lado. - Aquí tenéis a Hugo: él os dará la clase de hoy.
- No he dado una clase en mi vida - rió él. - Espero estar a la altura.
Los chicos hablaban entre ellos y animaban a Hugo. Ellos ya estaban contentos de tenerle allí. Anajú le pasó la mano por el hombro a Hugo en señal de apoyo mientras él dejaba la guitarra que llevaba colgada a la espalda en el suelo.
- Te dejo con ellos. - miró el reloj y se dirigió a los concursantes. - En dos horas vuelvo. Aprovechad bien la clase, que este chico es un as de la composición.
Hugo se tensó al oír aquellas palabras elogiando su talento, pero pronto sonrió ampliamente. Parecía que las aguas volvían a su cauce y eso le gustaba. Se sentó en la silla y se sintió raro al ocupar el sitio del profesor. Se revolvió el pelo y se dispuso a hablar:
- Antes de nada... hola - dijo riendo. Recibió un "hola" de manera generalizada por parte de los concursantes que lo miraban sin perder detalle. - Se me hace rarísimo sentarme en esta silla cuando hace diez años que yo estaba sentado en ese banco - continuó señalando el banco. Los concursantes le sonrieron con ternura. - Y se me hace raro porque supuestamente os tengo que explicar cómo se compone... Illos, explicar cómo se compone es muy difícil. - todos rieron otra vez. - Yo sólo os puedo decir cómo lo hago yo... y es poniéndole todo el corazón a las letras. El corazón y los sentimientos.
*
La clase de composición de Hugo fue un éxito y había salido a pedir de boca. Los concursantes estaban muy contentos y él también. Compartieron composiciones, opiniones e instrumentos. Incluso les dio tiempo de empezar a componer el que sería el nuevo himno de la edición, cosa que a Hugo le llenó de orgullo.
La conversación que estaban teniendo se vio interrumpida por la aparición de La Directora y aquello quería decir que las dos horas estaban apunto de agotarse. Siempre subía un poco antes para que les diese tiempo a hacer unas fotos de rigor y poder hacer el cambio de clase con tranquilidad.
- Jo, Anajú... nooooo - se quejó una de las chicas. - Hugo nos iba enseñar una nueva canción que está componiendo...
- Un poquito más - añadió otro chico a su lado.
La morena miró a Hugo enarcando una ceja y él se encogió de hombros mientras todos los concursantes le pedían que le dejase cinco minutitos más. Ella se resignó y accedió. Se quedó en la puerta de la entrada a la sala de ensayo, apoyada en el marco de ésta, para no entrometerse en la clase del cordobés. Al fin y al cabo, hasta que no sonara el timbre aquello seguía siendo su clase.
- Justo ayer la terminé, pero creo que aún le puedo dar una vuelta más... - empezó a decir él mientras cogía la guitarra y tocaba un par de acordes. - Pero os la enseño en primicia.
Los concursantes lo miraban con expectación y admiración. Y Anajú sintió un orgullo enorme por lo que su amigo era capaz de generar en el resto de personas.
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La Directora
RandomAño 2030. Han pasado diez años desde que la edición más icónica y surrealista del talent show acabara. Y la vida después de eso continua, aunque no lo parezca. Pero a veces el tiempo te sorprende y te vuelve a poner en el mismo lugar, cómo si quier...