════ ∘◦ Capítulo 17 ◦∘ ════

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Un nuevo día comenzaba, y en la casa de la familia Tweak se escuchaba mucho ruido proveniente de los habitantes de ese hogar, mas específicamente de la sala del hogar. Los chicos aun continuaban durmiendo. Craig estiró su mano apoyándola contra el vientre del rubio hasta que se levanta sobresaltado y meciendo un poco a Tweek para que despierte.

─Tweek Tweek ─lo nombraba mientras movía uno de sus hombros.

─¿Qué? ─se quejo, quería continuar durmiendo.

─Es que… hay un bebé ahí adentro ─mencionaba emocionado sin despegar la mano de la gran barriga.

─¡Ah!... Si, ahí es donde lo deje ─contesto con simpleza.

─Desayunamos payaso temprano ─bufo por la forma que le contestaron.

─No hagas preguntas tan pendejas temprano por la mañana ─se comenzó a sentar mientras refregaba sus ojos.

─Están haciendo mucho ruido ─imitaba la misma acción Craig estirándose en su lugar.

─Tengo miedo que sean ese par de locas con sus desayunos raros, disque son buenos para mi embarazo ─se levanto de su cama con un poco de dificultad.

─¿Y lo son? ─pregunto para comenzar con una amena charla mañanera con su adorado rubio.

─No si logran quemar el cereal ─no pudo evitar burlarse por su propio comentario.

Sin demorar se vistieron  y arreglaron para ir a la parte de abajo, Tweek se quejaba que ya no podía cerrar los botones de su camisa a lo que Craig sin evitar sonreírle le tendió su suéter azul para que se pusiera, el andaría cómodo con una remera simple de color negra.
El azabache cuando inspecciono con la mirada no pudo evitar sonreír embobado ante tal hermosa figura que tenia en frente, el rubio al percatarse de ello sintió su rostro arder con vergüenza. Entre miradas cómplices de coqueteos salieron del cuarto y encaminaron sus pies hasta abajo, y fue cuando el ruido que en ese momento no era tan sonoro ahora si se escuchaba mas, y lo peor, el azabache tembló al reconocer una de esas risas.

─¿Craig que tienes? ─enarco una ceja viéndolo.

─Siento la presencia del mal ─dijo y sostuvo al chico de los hombros.

─¿A que te refieres con eso? ─pregunto mientras llevaba sus manos a su vientre.

─Solo quédate a mi lado cariño y seguro esta loca no nos hará nada ─frunciendo el ceño comenzaron su andar hasta donde se escuchaban las voces.

─¡DIOS MIO!.

Al ingresar a la estancia, mas bien a la sala, se pudo apreciar unos cabellos claros de su madre, una rubia y risada, Bebe; una cabellera negra esa es Wendy, pero lo que llamo su atención fue una pelirroja clara, afino mas su vista y pudo darse cuenta bien de quien se trataba. Medio sonrió, Craig si que llegaba a exagerar, cuando ambos hicieron acto de presencia en el lugar todas las caras dieron vuelta para ver a los recién llegados. Les sonrieron saludando, pero la hermana del padre de su bebé estaba inquieta en su lugar y sin esperar mucho salto para abrazarlo.

─¡AL FIN! ─grito muy contenta ─¡NO TIENES IDEA DE COMO CALLE MUCHO TIEMPO POR ESTE SIN BOLAS!.

─¡OYE!.

─¡Pero ya todo se sabe! ¡Estoy muy contenta! ─lo sostenía de los hombros mirándolo a los ojos, agacho la cara por pena ─Tweek… ¿puedo pedirte algo?.

─Claro ─asintió con la cabeza.

─Podría… ¿podría tocar tu vientre? ─esa pregunta lo enterneció, no pudo evitar reír.

¿Ɗє qυιє́η єѕ єℓ вєвє́?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora