¿Ɗє qυιє́η єѕ єℓ вєвє́?

════ ∘◦ Capítulo 8 ◦∘ ════

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Poco más de 2 meses después…

De una cama un blondo se comenzaba a sentar muy perezoso, se comenzó a estirar, últimamente se encontraba con mucho sueño y un nuevo síntoma se le sumo, los malestares.
Se levanto, no soportaba mucho estar con asco día a día y que por causa de eso no pueda tomar más de su amado café. Volvió a estirarse una vez que se hayo de pie y llevo inconsciente su mano a su barriga, se percato que comenzó a crecer. Curioso se acerco al espejo del baño y como pudo se reflejo para admirar mas, miro con gracia como su ropa de dormir se ajustaba dejando mostrando la barriguita.

Ya una vez aseado se decidió por vestir y se o percato de cierto detalle que le preocupo, los botones de su camisa no abotonaban, con el tiempo y al crecer le había adquirido un gusto a las ropas ajustadas, y ahora ese gusto le jugaba en contra.
Marcho a la habitación de sus padres y tomo un suéter de su padre, sabia que no le diría, y se dispuso a ponérselo, era uno de color gris topo y de unas 2 tallas mas grande que suele usar. Una vez que se percato que podía disimular bajo para encontrarse con sus padres que preparaban el desayuno.

─¡Buenos días! ─saludo mientras se ubicaba sobre la mesa.

─Buenos días cariño, ¿Qué tal amaneciste? ─pregunto la mujer mientras le servía su comida.

─Del asco, como los últimos días ─se quejo.

─Tranquilo, ya pasara. Dime, ¿Podras comer? ─paso su mano por los cabellos rubios de su hijo alborotándolos más.

─Si, tengo hambre y es mejor que me alimente ─aclaro y la mujer gustosa comenzó a servirle su comida.

Su padre que se había mantenido absorto de todo movió un poco su periódico y se percato de la vestimenta que llevaba su hijo, medio sonrió y llamo su atención.

─¿Te sientes más cómodo así?.

─Ah, si. Perdón debí pedírtelo primero ─miro apenado a la mesa.

─No te preocupes hijo, termina de desayunar o llegaras tarde.

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Luego de un rato, ya se encontraba dentro de la institución, la pelinegra ya estaba  mirándolo de una forma extraña por como se vestía y sin pensarlo dos veces prefirió sacarse todas las dudas que surcaban por su cabeza.

─¿Tweek y ese suéter? ─extrañada lo inspeccionaba de pies a cabeza.

─Es que ya se comenzó a notar ─susurro bajo. La chica ahogo un gritillo emocionada y se comenzó a abalanzar y tratar de levantarle las ropas.

─Déjame ver ─decía ansiosa.

─¿Estas loca? No en frente de todos ─se quejo sosteniendo el ruedo de su suéter para que no lo levantara.

─Bueno, dejemos que toque la campana y se alejen varios, hoy tenemos con esa profesora y sus problemas menopaúsicos, así que seguro entrara cuando quiera terminar la clase y dejar la tarea ─contesto despreocupada la chica.

***

Un chico rubio de aspecto muy inocente comenzaba a ingresar tranquilo por las puertas del colegio, pero unos brazos que rodearon sus hombros lo saco de su ensoñación, miro de reojo a la persona que lo abrazaba y diviso esa capucha naranja muy reconocida para él.

─Hola mi conejito ─susurro contra su oído, provocando que se sonrojara por ese apodo que le había puesto.

─Ho-hola Kenny ─sonrió cerrando los ojos.