¿Ɗє qυιє́η єѕ єℓ вєвє́?

════ ∘◦ Capítulo 10 ◦∘ ════

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Un mes más es lo que paso, y nos ubicamos en la casa de la familia Testaburger, las chicas emocionadas en el dormitorio de la pelinegra rodeaban a un chico rubio con una barriguita mas notoria. Se turnaban en apoyar su oído tratando de sentir y hasta hablar con la pequeña criatura que crecía en su interior.
Al comienzo le daba gracia pero ya se estaba cansando porque no lo dejaban, como pudo se libro del agarre de las chicas y se alejo haciéndole una señal de cruz con los dedos.

─Ya tomen distancia, no esperen que se mueva ya ─se quejo.

─Perdón Tweek, nos esperanzamos ─se disculpo Bebe.

─Ahora si cuéntanos,  ¿Qué paso ayer en el examen con la obstetra?, ¿Ya saben que es? ─emocionada Wendy, hablaba.

─La verdad chicas, no sabemos aun ─suspiro y se sentó sobre la cama mirando al suelo.

─¿Y eso? Ya con cuatro meses estoy segura que estarían sabiendo ─intrigada la rubia lo examinaba.

─Si, pero el problema es que no se dejo mostrar ─soltó y las miro a los ojos.

─¡Oooooooh! nos salió penosa Wendy jr. ─dijo la pelinegra, ganando la mala cara de los otros dos presentes.

─Disculpa, querrás decir Barbara jr. es penosa ─el chico al escuchar aquello se golpeo la cara.

─Me explico que es normal que haya veces que el bebé no se deje mostrar y para mi siguiente revisión probaríamos de nuevo ─continuo ignorando el comentario de sus amigas.

Asintieron energéticas, no sin antes advertirles que para la próxima lo acompañaran. Un llamado los puso en alerta a los tres, ya debían asistir a clases. Tomaron sus cosas y marcharon al establecimiento para un nuevo día escolar.
Llegando continuaban con su charla trivial contando desde hasta la mosca que los sobre voló, en eso la pelinegra miro mal al rubio con aquel suéter enorme.

─¡¡Tweek, por el amor a Dios, cuando carajos dejaras de usar ese ridículo suéter, ya parece que ni forma tienes!! ─exasperaba le decía.

─Si, ya va siendo hora que muestres esa hermosa barriguita que te cargas ─exclamo la otra chica cruzándose de brazos.

─Chicas no griten, aún no siento que sea momento de mostrar que estoy embarazado.

─Ah claro, y lo harás cuando ni ese ridículo abrigo pueda seguir ocultándolo ─la chica de hebras negras ya cansada por la actitud de su amigo lo cuestiono.

─Si más o menos ─fue su respuesta.

─Tweek ahora son cuatro meses no lo podrás ocultar para siempre, ya para el siguiente mes si será más notorio ─ya exasperada Bebe.

─Saben, no me animan para nada si me siguen atacando.

Continuaron su recorrido a una de las aulas, sin percatarse que unos ojos chismosos los espiaban detrás de la puerta de uno de los casilleros. Una sonrisa maliciosa surgió de aquella persona, cerro aquella puerta y de forma rápida marco a un numero, ansioso y desesperado pedía quien sabe que cosas y al colgar no pudo evitar soltar otra risotada atrayendo la mirada curiosa de todos por saber que le causaba gracia.

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Un chico de cabellos negros ingresaba al aula, diviso mucho alboroto en el lugar que pertenecería su amado rubio, su amigo moreno ya estaba sentado en su lugar y rápido se dirigió a donde esta ubicándose a su lado.

─¿Sabes que esta pasando?.

─Ni idea, Erick llego con muchas bolsas y se puso a no se que hacer en el lugar de Tweek, pero presiento que no es nada bueno ─se cruzaba de brazos frunciendo el ceño.