¿Ɗє qυιє́η єѕ єℓ вєвє́?

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15 años después…

Así como las estaciones pasaban, la vida de ellos también, el tiempo fue un fiel compañero para ellos, tanto años juntos, diez años casados pero aun tenían la fogosidad de una pareja joven, tampoco es que estuvieran viejos con treinta y dos años se veían mucho mejor que incluso varios amigos suyos.
Como el dicho “al igual que el vino, mientras mas viejo mejor”, con ellos era lo mismo, sus hijos hasta tuvieron problemas en la escuela porque siempre las madres descaradamente se les lanzaba a ambos.

Comenzando ese nuevo día el sol colaba dentro de las ventanas iluminando todo el interior, pero no todo comenzaba con una buena calma y en esa residencia no era la excepción, en la mesa de un comedor un rubio tomaba café de forma relajada junto a otro joven de cabellos mas calmados y lacios pero del mismo color que el suyo, sus ojos verdes miraban aburrido la escena de ellos, el chico de unos quince años desayunaba su cereal tratando de no prestarle atención a los gritos de esas dos personas de cabellera negra y ojos de la misma tonalidad.

─¡YA TE DIJE QUE ESE TIPO NO ME GUSTA PARA NADA! ─gritaba Craig mientras seguía a una chica de largos cabellos negros alborotados.

─¡PAPÁ MALDICIÓN! ¡YA TENGO VEINTE JODIDOS AÑOS! ¡NO SOY UNA BEBÉ! ─ya molesta se agarraba los mechones de cabellos.

─¡ME VALE MIERDA MIENTRAS SIGAS VIVIENDO BAJO MI MISMO TECHO SEGUIRÁS MIS REGLAS!.

Por todo el recinto la voz de esos dos azabaches hacían retumbar el lugar, los rubios solo se mantenían ajeno a aquella discusión, mas conociendo de sobremanera el carácter que se cargaban ambos, trataban de continuar con su desayuno, pero levantaban mas la voz esas personas.

─Craig, cariño ya fue suficiente ─hizo acto de presencia el rubio ingresando a la estancia.

─¡PAPÁ HACELO ENTRAR EN RAZÓN POR FAVOR!.

─¡NO LE GRITES A TU PADRE! ─seguía Craig con el mismo volumen.

─¡ENTONCES NO ME GRITES!.

─Em chicos… ─pero fue interrumpido.

─¡DESDE QUE TE VOLVISTE UN MALDITO POLICÍA TE CREES QUE ESTAS SOBRE TODOS! ─continuaba atacando la chica.

─¡ME VOLVÍ EN UN MALDITO POLICÍA PARA DARLES UNA VIDA MEJOR A USTEDES Y COMPRARLE ROPA SEXY A TU PADRE! ─Tweek se llevo las manos a la cara por esas declaraciones.

─Hijo de puta seguro escucharon los vecinos ─susurro el blondo.

─¡ME VALE MIERDA! ¡PERO TE PIDO POR FAVOR QUE DEJES DE ATOSIGARME!.

─¡MODULA TU LENGUAJE JOVENCITA!.

─¡MODULA EL TUYO PRIMERO!.

─¡BIEN! ¡SE ACABO! ¡ESTARAS CASTIGADAS LO QUE TE RESTE DE VIDA! ─luego apunto con su dedo índice hacia las escaleras ─¡A TU CUARTO!.

─¡AAAAH! ¡JODETE! ─le hizo la seña al azabache mayor, seña bastante conocida ─¡PINCHE JOTO! ─exclamo y subió corriendo a su cuarto.

Estaba con la boca abierta aun destilando rabia, el rubio que tenia el rostro sonrojado por las declaraciones sobre el uso financiero de las ganancias del de ojos verdes, se posiciono a su lado y tomo su mano para guiarlo hasta el comedor para que se sienten junto a su hijo que tenia mirada aburrida clavada en el plato.

─¿Escuchaste como me dijo? ─ya una vez que pudo articular palabras sin gritar se animo a hablar.

─Ya tranquilo Craig, hablare con ella ─medio sonrió para pasar su mano por la espalda del mas alto ─Es normal su reacción mas si su padre ya se presento a sus citas uniformado y armado.