Cuarto año 6

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Entré al Gran Comedor para desayunar, Madam Pomfrey había insistido en que sería mejor quedarme en la cama, pero negué rotundamente. Iba agarrada del brazo de mi primo que me ayudaba sostenerme, todas las miradas se dirigieron hacía.                                                                        Se acerco mucha gente a preguntarme sobre mi estado y para felicitarme por conseguir pasar la prueba, con la mitad de ellos no había hablado en mi vida y a la otra mitad ni les conocía. No he hablado con mucha gente desde que entre a la escuela, de hecho casi solo hablo con gente de Gryffindor.

- Draco, no me hace falta que me acompañes a todos lados.- me separe de él.- Voy a hablar con Potter, y no quiero me acompañes.- me aleje de él antes de que me contestara y me acerque a la mesa de los leones.- Pero que tenemos aquí muchachos, se trata del mismísimo Harry Potter.

- Hey Alya, ¿cómo estás?- Harry me pregunto al notar mi presencia.

- Bien para tu mala suerte, tu mejor contrincante sigue en pie.- me senté al lado de Hermione.- En verdad sentí que me moría.

- Todos lo hicimos, lo que paso es imperdonable, Dumbledore estaba muy enfadado.- respondió Hermione. Ron solo se mantenía callado, él y yo seguíamos sin llevarnos demasiado bien, aunque esta enemistad era solo por su parte, antes no caía demasiado bien por el simple hecho de ser Slytherin y además familia de Malfoy, pero desde que todos supieron quien era mi madre él fue peor conmigo, supongo que sus padres le habrán hablado sobre ella.

- No me lo puedo creer, lo ha vuelto a hacer.- Hermione sonaba muy molesta, me incline para ver que es lo que decía el periódico que sostenía en sus manos.- "La señorita Granger una chica simplona pero ambiciosa, parece desarrollar un gusto por magos famosos. Su última presa, según fuentes, es nada menos que el bombón búlgaro, Viktor Krum. No se sabe aún como se ha tomado Harry este reciente mazazo emocional"- termino de leer.

- No hagas caso a lo que dice esa vieja arpía.- le quite el periódico de sus manos.- "Alya Black, una de los más jóvenes del Torneo casi muere en su primera prueba. ¿Qué pensara Lucius Malfoy, su tío, sobre esto? ¿Es acaso la desgracia familiar?"

- Un paquete para usted, señor Weasley- un chico de primer año vino a entregárselo.

- Mira mi madre me manda algo.- abrió el paquete y saco un traje espantoso.- Me ha enviado un vestido.- dijo con cara de desagrado.

- Te pega con los ojos Weasley.- me lanzo una mala mirada.

- Ginny.- se acerco a su hermana que estaba desayunando a nuestro lado.- Debe ser para ti.

- Yo no me pongo esa horterada.- contesto sacándonos una risa a todos.

- No es para Ginny, es para ti.- le aclaro Hermione, haciendo que toda la mesa estallara en carcajadas.

Después de eso volví hacia mi primo y juntos fuimos a un aula donde se nos había citado a los de cuarto año en adelante. El profesor Snape entro en la habitación llamando la atención de todos.


- El baile de Navidad, ha sido una tradición en el Torneo de los Tres Magos desde su concepción.- fantástico, un baile.- En la noche de Pascua, nosotros y nuestros invitados nos reunimos en el Gran Comedor para una noche de inocente y educada frivolidad. Como representantes de la escuela anfitriona espero que vosotros deis los primeros pasos en todo. Y digo esto, literalmente, porque el baile de Navidad es, primero y ante todo, una danza.- tras decir lo último el salón se lleno de susurros, algunos de ellos ilusionados por el baile y otros horrorizados.- ¡Silencio! La casa de Salazar Slytherin se ha ganado el respeto del mundo mágico durante al menos diez siglos. No consentiré que, en el trascurso de una tarde, mancilléis ese nombre comportándoos como una banda de maleantes.- concluyó su discurso. Con su varita hizo sonar la música.- Poneos en pie y elegid una pareja.-  sentenció para alejarse de nosotros. Vi una cabellera platinada y me acerqué a ella.

- ¿Me concede este baile señor Malfoy?- se giro hacia y me cogió las manos.- ¿Ya sabes a quién invitarás?

- No, aun no he pensado con quien iré, ¿qué hay de ti?- hizo que diese una vuelta.

- Tengo una idea sobre alguien, pero no creo que te agrade.- levanto las cejas.- George, George Weasley.

- ¡Qué!- grito pero no tan alto, logrando llamar la atención de alguno pocos.- Ni se te ocurra, suficiente que aguanto que seas amiga de esa gente.

- No es tu decisión Draco, te lo decía para informarte.- le pise fuerte.- Y por si te lo preguntas, si, él me hace feliz.- me separe de él con intención de dejar la sala.- Y ni se te ocurra contarle algo a tus padre, o no vuelvo a hablarte en la vida, y sabes que soy capaz.- me aleje más de él.- Por cierto, deberías considerar invitar a Parkinson al baile.

Estaba a punto de irme cuando agarraron mi muñeca y me acerco a esa persona.

- ¿Qué quieres Zabini?- le pregunte molesta.- Creo que quedo claro que no te quiero cerca mía.

- Ven al baile, conmigo.- solté una carcajada.

- No me hagas reír, contigo no voy a ningún lado.- me separe de él y abandone la habitación donde todos estaban bailando.

Supongo que George me pedirá ir con él, pero ¿y si no lo hace?, no apetece ir con alguien que no sea él, a decir verdad me había hecho ilusiones con todo esto del baile, me apetece mucho ir, ir con George.


Estaba en el Gran Comedor haciendo deberes de Pociones, ya había terminado, antes de irme fui a pedirle unos apuntes de trasfiguraciones a Hermione, pero cuando me acerque a la mesa esta se iba hecha una fiera.

- ¿Qué le has hecho Weasley?- pregunte ocupando el lugar de la chica.

- Oye Black, ¿tú no sabrás con quien va a ir Hermione al baile, verdad?- levante una ceja.

- He escuchado que uno de los búlgaros se lo ha pedido.

- ¿Tú tienes pareja ya?- me peguntó Harry.- Yo quiero ir con alguien, pero si me dice que no, podríamos ir juntos, ya sabes como amigos.

- Yo no soy el segundo plato de nadie Potter.- le dije algo incrédula por su petición.- Además lo siento, pero yo también tengo a alguien en mente.- eche una mirada hacia el pelirrojo enfrente nuestra.

- Ron.- Fred lo llamo.- Deberíais ir consiguiendo pareja o se os acabaran las chicas guapas.- se burlo de los Gryffindor.

- ¿Tú con quien irás?- susurro su hermano enfadado. El pelirrojo mayor tiro una bola de papel a Angelina llamando su atención.

- ¿Quieres ir conmigo al baile?- le pregunto haciendo unos gestos raros.

- Si, claro.- Fred sonrió satisfecho por la contestación de la chica.                      

En todo el tiempo no había podido separar mi mirada de George, él se había dado cuenta, pero parece que ha estado intentando evitar el hecho.

- Chicos, daos prisa u os quedareis sin pareja.- me levante aún sin quitar la mirada de George.-  Y Harry, buena suerte con esa chica.- me sonrió en modo de agradecimiento.- Aunque si no encontráis una chica con quien ir, aun os queda la posibilidad de acudir juntos.- me aleje de ellos mientras me reía.

Cuando ya estuve fuera del comedor, me llevaron del tirón a un aula vacía, sabía perfectamente quien había sido.

- Ya tardabas.- me gire para ver a George.- ¿Pensabas esperar hasta el día del baile para invitarme?

- Hablando de eso...- paso sus manos su pelo nervioso.- Ya tengo pareja, Alya.- lo mire sin comprender.- Pensé que no querrías ir conmigo, ya sabes por tu familia.

- Pues ya ves que me da totalmente igual mi familia.- me acerqué a él.- No pasa nada, dile a la chica que ya no podrás ir con ella.- acaricie su nuca. 

- No puedo.- junto nuestras frentes.- Sabes que a mi hermano no le caes muy bien, y estoy seguro de que si sabe que fuimos juntos se lo contará a mis padres... y no se como se lo tomarán.

- ¿Qué?- me separé de él.- No puede ser en serio. 

- Perdón.- intento acercarse a mi pero me aleje. 

- No, está bien, lo entiendo.- limpie con rabia las lágrimas que amenazaban con salir.-  A nadie le gustaría saber que su hijo está con la hija de una loca.- me fui de allí dejándole las palabras en la boca. 

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