Cuarto años 9

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Llevábamos al rededor de diez minutos abrazados, cuando alce mi vista hacia detrás nuestras encontrándome el huevo de oro.

- Mierda, el huevo.- me levante para cogerlo, sentí la mirada de George encima mío e intente taparme como pude con las manos.- No me mires.- le dije completamente roja.

- No tienes de que avergonzarte, ya te he visto, además eres preciosa.- cogí rápido el huevo y volví a meterme al agua.

- Bien, veamos que hago con esto.- lo abrí y salieron esos horribles gritos, George le dio un manotazo haciendo que cayese al agua.- ¿Qué has hecho? ¿Y si está roto?- dije preocupada.

- ¿Escuchas eso?- se escuchaban unas especie de voces, pero no se podía distinguir lo que decían, agarre aire y me sumergí en el agua.

"Donde nuestras voces suenan ven a buscarnos que sobre la tierra no se oyen nuestros cantos, una hora tendrás que esperar si lo que te arrebatamos quieres recuperar"
Volvimos a la superficie.

- ¿Se referirá a las criaturas del Lago Negro?- preguntó mientras sacaba jabón de mis ojos.

- ¡Muy bien!- Myrtle apareció delante nuestra, vi a George taparse con espuma bastante incómodo.- A Cedric le costó siglos descifrarlo.- se acercó más al pelirrojo.- Casi se habían acabado las burbujas.

- Bien, ya hemos acabado.- agarre la mano de George.- Vámonos.- me levante y fui hacia mi ropa rápidamente.


Quedaban a penas unas horas para la próxima prueba y aún no había conseguido averiguar cómo aguantaría una hora bajo el agua.
Estaba en la biblioteca mirando algunos libros, pero no habían servido de nada.

- Alya, ¿qué haces aquí?- Neville se acercó leyendo un libro.

- ¿Sabes alguna forma Iara aguantar una hora bajo el agua?- pregunte ya cansada.

- Puedes usar branqui algas.- me dijo tranquilamente.

- Genial eso servirá.- me acerque a abrazarle.- Gracias Neville eres el mejor.

- Branqui algas...- escuché una voz aguda debajo de la mesa donde estábamos.

- ¡Dobby! ¿Qué haces aquí?- vi al elfo debajo de la mesa.

- Nada señorita Black.- dicho eso se fue sin decir nada más.


- ¿Estás seguro de esto?- agarre las algas que me ofrecía mi amigo.

- Absolutamente.- contestó seguro.

- No he visto a mi primo desde ayer, y eso que se le ve desde lejos, ¿dónde se ha metido?- pregunte algo nerviosa.

- Te noto un poco tensa.- decidí ignorarlo e ir a donde se me había indicado.

- Bienvenidos a la segunda prueba.- habló Dumbledore.- Ayer noche, algo fue sustraído a cada uno de nuestros campeones, algo muy apreciado. Estos cuatro tesoros yacen ahora en el fondo del Lago Negro. Para conseguir la victoria cada campeón tendrá que encontrar su tesoro y regresar a la superficie. Tendrán tan solo una hora, ni un segundo más. Podéis comenzar al sonido del cañón.- me metí las algas rápido en la boca y las Grace con mucho asco, mire a mi izquierda donde estaba Harry con branquialgas también, bien, ya se lo que hacia Dobby. El cañón sonó y me tiré de cabeza al lago. 


Una vez y dentro unas especie de branquias aparecieron a cada lado de mi cara, mis dedos estaban unidos por una especie de fina piel  y mis pies eran como aletas.
Comencé a adentrarme en las profundidades del lago, hasta que escuché unas voces como las que salina del huevo y comencé a seguirlas, vi a Fleur así que comencé a darme más prisa, delante mía vi una especie de sirena, fui tras ella y me llevo hasta un lugar donde había varias como ella, además de cinco personas flotando, me acerque a una de ellas y pude identificar a Draco, a su lado y estaba Hermione y al lado de esta Ron.
Desate el pie de Draco, cuando apareció Harry a mi lado e hizo lo mismo con Ron, llegó Cedric y liberó a su persona, nos miró y nos señaló el reloj, quedaba poco tiempo. Mire a Harry e intente desatar también ha Hermione.

- ¡Solo uno!- aquellos seres me apuntaron con unos tridentes. En eso apareció Krum, medio transformado en tiburón, espantó a las sirenas y se llevó a Hermione.

- Vámonos.- asentí y fui hacia mi primo, estaba por subir, pero vi a una niña, supongo que será la persona de Fleur, pero la francesa no aparecía por ningún lado, le hice a Harry una señal para que fuese subiendo y el entendió perfectamente lo que haría. Aún con Draco en brazos, lance un hechizo soltando a la niña.
Iba subiendo, notaba como el efecto de las branqui algas se iba consumiendo, sentí que agarraban mi pie y tiraban de mi hacia abajo, solté a Draco y la niña para que llegasen a la superficie, había muchas criaturas a mis pies impidiéndome subir, les lancé un hechizo liberándome de ellas.
Empecé a notar la falta de aire, y comencé a hundirme, levante mi varita.

- ¡Ascendio!- llegue rápidamente a la superficie y caía sobre una de las plataformas, escupí todo el agua que había tragado. Sentí como colocaban una manta sobre mi para que entrase en calor.

- Las has salvado, aunque no te tocaba a ti hacerlo.- Fleur me dijo con su acento y su hermana a su lado.- Gracias.- se acercó y me dio dos besos

- ¡Alya!- Hermione corrió hacia mi.- ¿Te encuentras bien? Debes estar congelada.- colocó la toalla que llevaba ella en mis hombros.- Te has comportado admirablemente.

- He terminado ultima, Hermione.- dije decepcionada.

- Penúltima, Fleur no consiguió superar a los grindylows.- Draco entro en la conversación.

- ¡Atención!- pidió Dumbledore.- El ganador es el señor Diggory.- se escucharon aplausos.- Sin embargo, visto que la señorita Black habría acabado primera de no haber sido por si decisión de rescatar no solo al señor Malfoy, sino al resto también, hemos acordado concederle el segundo lugar.- lo mire incrédula.

- Has estado increíble Alya.- dos pelirrojos idénticos se acercaron a mi.

- Gracias Fred.- le dedique una sonrisa.

- Realmente increíble.- me acerque a George para abrazarle.

- Iré a ducharme, tengo mucho frío.- me separe de él, para ir hacia mi sala común junto a mi primo. 

- No sabia que era tu posesión más preciada.- mire incrédula a Draco.

- No te hagas el chulo, sabes de sobra que eres lo que más quiero en este mundo.- golpee su hombro.

- ¿Más que a Weasley?- rodé los ojos y  me adelante para llegar antes.


Salí del baño ya duchada, cuando volvía me encontré con Harry yendo hacia algún lado.

- ¿A dónde vas Potter?- se paro para mirarme.

- Ven conmigo.- le deje mis cosas a Parkinson que pasaba por ahí y seguí al chico de gafas.- Barty, el hombre del ministerio, ha muerto, yo lo encontré. Voy a hablar con Dumbledore.-le seguí hasta el despacho del director.
Una vez arriba se escuchaba como discutían sobre si debían cancelar o no el Torneo.

- Les interesa saber que esta conversación ya no es privada.- la puerta se abrió dejándonos a Harry y a mi al descubierto.

- Podemos volver más tarde, señor.

- No es necesario. Hemos terminado, vuelvo enseguida.- los tres hombres que estaban en la sala se fueron dejándonos a Potter y a mi solos.
Observábamos el despacho del director cuando una especie de puerta se habría mostrándonos una pila de la que salía luz.

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