Quinto año 8

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Entre al Gran Comedor y me senté al lado de mi primo, que ya estaba desayunando.

- ¿Qué lees?- le quite el periódico de las manos.- No puede ser.- lei la noticia.- Mi madre ha escapado.- salí corriendo de allí y sin si quiera pensarlo mis pies me llevaron a la sala de Menesteres, allí podre estar sola.
Cerré la puerta a mi espalda, para después caer con la cara entre mis rodillas, ahogando mis sollozos, levante la mirada viendo a alguien parado frente al tablón. Me seque las lágrimas y me acerque.

- ¿Neville?- llame al chico, que seguía sin quitar la mirada del tablón, especialmente de una foto, la Orden del Fénix original.- Te pareces mucho a ella.- identifiqué a quien posiblemente fuese su madre.- Es preciosa. Estarían muy orgullosos de ti.- agarre su mano.

- Me siento orgulloso de ser su hijo.- dijo algo afligido. 

- Créeme que ellos están orgullosos de ti.- apoye mi cabeza en su hombro.

- ¿Por qué llorabas?- su pregunta me dejo algo descolocada.

- No estaba llorando, te lo habrás imagiando.- iba a reprocharme perolas puertas abriéndose nos interrumpieron. 

El resto tardo poco en venir para la clase de hoy, intentaríamos que les saliese el encantamiento patronus, se que no es normal que salga a la primera vez, mío fue una excepción.

- Buscad un recuerdo poderoso, el más feliz que podáis encontrar.- hable en alto.- Pensad en una persona o lo que queráis, pero debe ser poderoso. Dejad que os llene.- vi a todos intentándolo.- Un patronus de cuerpo entero es el más difícil de generar, pero las formas protectoras pueden ser igualmente útiles contra variedad de oponentes. ¡Genial Ginny!- una caballo salió de su varita. - Recordad que es muy importante estar concentrados.- algunos ya lo habían conseguido, como Hermione y Harry.- Piensa en tu recuerdo más feliz, Neville.- me acerque al chico.- Tranquiló, sigue intentándolo, esto es muy avanzado.- la sala se llenaba de animales de luz. 

- Que inesperado que tengáis el mismo patronus.- me acerque a los gemelos. 

-¿Los has visto?- George hablo emocionado.- Son geniales.- me acerque al chico para dejar un beso en su mejilla.

La sala comenzó a temblar y las luces fallaban, los espejos que estaban en las paredes se rompieron dejando ver un agujero, me asomé a él y vi a la cara sapo apuntando con su varita, me aleje de allí antes de que hiciese que la pared se derrumbase.
Draco aprecio con Cho a su lado, nos había delatado. Se llevaron a Harry al despacho de Dumbledore para hablar con los del ministerio. Me fui a mi sala común echando humo por las orejas.

- ¿En que pensabas?- mi primo me susurró.

- Al menos yo pienso.- me solté de su agarre bruscamente.- Eres un imbécil Malfoy.


El día siguiente no fue mucho mejor, quisieron llevar a Dumbledore Azkaban, por lo que tuvo que escapar así que no hubo una mejor idea que dejar al estúpido sapo rosa a cargo de la dirección de la escuela.  

Todos los que habíamos formado parte del ejército de Dumbledore, fuimos castigados a escribir algunas frases con su pluma "especial".
Salimos del castigo, y la traidora de Cho estaba en la puerta.

- ¡Tú!- me acerque a ella. Levante mi mano, que ya era un puño, pero alguien me paró.

- No merece la pena.- Harry tiro de mi para que me alejase.

- Chicos os dejó, tengo que no sé desahogarme.- me aleje de los tres leones. 

- Neville.- me senté al lado del chico en una de ls mesas en la biblioteca.- ¿Qué lees?

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