¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)

¿Quién es Hailey y por qué tengo ganas de coñacearla?

Bebía escondía, porque al parecer los gringos no dejaban que los menores de 21 años bebieran alcohol; ah, pero si dejaban que conduciera a los 16.

¿Era más peligroso que un menor estuviera bebiendo a que conduciera un auto?

Los gringos eran burde maricos.

Por andar pendiente de que no averiguaran que tenía en el vaso y también enviándole un mensaje a Adrián, no me fijé en la persona que tenía enfrente y choqué contra él.

—¡Verga, pero llévame! —le grité arrecha a quien sea que me haya golpeado.

—¿Que tienes con querer darme un coñazo cada vez que nos encontramos, Margarita? —preguntó Aaliyah enfrente mío, andaba con un vestido de color vino y su cabello suelto y en ondas, solo tenía un poco de brillo en sus labios, porque todavía estaba chiquita para maquillarse.

—Aaliyah, lo siento. No te vi, mana —le dije.

La carajita no se cómo no me tenía odio después de joderla tantas veces.

—Nawebona, lo noté... ¿Estás tomando? —preguntó, mirando con atención el vaso que tenía en la mano.

—Sshh —la silencié—. Coño, cállate. Que vas a hacer que caíga con los kilos, mija.

Ella se rió, pero asintió entendiendo la vaina.

—Sisa —contestó, vió algo a mis espaldas y luego puso sus ojos en mi. —Chama, tengo que irme, pero no te vayas muy lejos, Shawn debe de estar por allí.

—Pero... —no me dejó terminar porque dejó la peluca, yéndose a nosedonde.

Malaya sea, ahora tenía que está ahí parada como una mongolica.

Para pasar el rato seguí viendo el chat con Adrián, él tenía ya dos días sin contestarme. Ni siquiera le llegaban los mensajes de WhatsApp, así que supuse que no tenía WiFi en la casa, ni saldo, pero mami andaba igual, y esa se podía quedar si nada, menos sin megas porque así era que echaba pique con Fabián por las redes sociales.

Ninguno se había comunicado conmigo y me tenían burde nerviosa.

Volví a chocar con alguien en ese momento, Mario apareció de la nada tirándome el vaso y me cayó justo encima de los tacones, mojandome esa mierda y dejándome podría a alcohol.

Este mamAGUEVO.

—¡Coño contigo, Mario! —le dije, dándole su coñazo.

Él retrocedió, cagado de que terminara jodiendolo.

—¡Tita, en la cara no! —corrió y corrió a morir, hasta llegar a donde vaya estaba Shawn parado y se escondió detrás de él. —Cuñi, controla a tu loca —pidió, señalándome.

Shawn frunció el ceño confundido, mirándome a mí.

—¿Ahora qué sucedió?

Intenté agarrar a Mario, pero este se echó a un lado, agarrando de los hombros con fuerza a Shawn.

—¡Que me quiere matar! ¿O ahora pasaste de virolo a ciego? —chilló, echándose para atrás y llevándose a Shawn con él.

—¡Me tiró mi vaina encima! —le dije, tratando de irmele encima otra vez.

Pero mi hermano, volvió a jalar a un Shawn confundido hasta las metras, haciendo que se tambaleara y casi se fuera de jeta.

—¡Margarita, no me mates!

—¡Lo voy a hacer si no me soltás al muchacho, vas a hacer que se me vaya de jeta, Rafaél!

Shawn se rió, pero me tomó de los brazos y se acercó a mí, dándome un beso fugaz en los labios.