¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)

¿Que pasó ayer? 2.0 | Parte 1

Déjenme decirles que a lo largo de mi corta, pero salada vida me han pasado un verguero 'e vainas locas y extrañas, también vergas turbias que desearía que nunca me hubieran pasado, pero debo de mencionar que despertar con tremenda resaca trifásica que me tenía marea', pa luego descubrir que estaba en medio de una jaula llena de monos que se andaban sacando garrapatas del culo, emperifolla' con tremendo vestido de novia que parecía sacado de un cuento de Disney y una corona burde pesada y con pinta de que me la robé de las joyas de la Reina Isabel, de paso tenía una silla de carajito de kinder pegada al culo, tons... Calificaba como uno de los sucesos más raros que me habían pasado.

Pa ponerle una cereza al pastel, bueno... A mí lado estaba Shawn Peter Raúl Mendes con una cara de culo trifásica, él estaba cruzados de brazos y arrecostada contra una de las esquinas de la jaula con un mono en su hombro que le andaba registrando el pelo.

Apenas yo noté a ese ser intenté pararme de coñazo, pero la mamerta silla estaba pegada a mi plano trasero y no podía pararme bien, así que pa evitar pasar más pena me quedé sentada, cruzando las piernas como toda una dama mientras maquinaba a todo dar, tratando de recordar cómo llegué a ese lugar.

Me di cuenta que en una de mis patas tenía un tacón de cristal super arrechísimo, pero en el otro pie no tenía un coño, andaba a pata y pecueca.

O en término más fino: cómo la Cenicienta.

Nosi, ¿Dónde está my prince?

Que no sea er mamaguevo de Shawn, gracias.

Yo me estaba haciendo era la loca. Miraba pa todos lados, menos para donde estaba Shawn porque ajá, boca abierta y todo, pero masoquista jamás.

Equis, intenté levantarme otra vez porque ya me estaba sintiendo incómoda en esa silla, pero fué en vano porque a penas lo hice terminé levantada, pero con la silla aún encaja' en el culo.

Solté un gruñido de arrechera e intenté quitarme esa verga con las manos, casi que pariendo pa salir de esa mardita sillita roja.

Porque sí, pa rematar la verga era roja chavista esa mierda.

—¿Quieres ayuda? —oí que preguntó el marico aquél, pero yo me hice la Shakira.

Sorda, ciega y muda.

Aún así, él insistió.

—Flower... Déjame ayu...

Paré de coñazo con lo que estaba haciendo y alcé la mirada, conectando sus ojos y los míos. Él debió de notar toda la arrechera que me llegó de la nada porque se sobresaltó.

—Margarita —le dije de una.

Sus ojos marrones me observaron con confusión, pestañeó dos veces seguidas y se acomodó, evitando que un mono que andaba por ahí guindado le fuese a poner el culo en la cabeza.

—¿Qué?

—Que mi nombre es Margarita, no Flower, Shawn —le aclaré la vaina para que fuese llamando al 0800ESCALERAS y así se bajara de esa nube rapidito.

Ví como pasó su lengua por sus labios algo resecos y como apartaba la mirada, sus ojos que usualmente tenían un lindo brillo se veían decaídos, tristes.

Me dió cosita, porque ajá, era Shawn, no me eran indiferente, pero tampoco es que yo le iba a aplaudir la vaina que él mismo causó y que haría como si nada hubiera pasado cuando no era así.

A él le dió corte, se notó en sus facciones. Retrocedió hasta su puesto y se apoyó el los barrotes de la jaula, mirando sus zapatos —llenos de mierda de mono, por cierto— con algo de tristeza.