Brinqué en mi sitio al oír reverendo grito agudo, de verga y la masa pa la arepa se me cae al piso.
—¡No, Mario! ¡Espera, tengo la botella en las...!
Se escuchó el sonido del vidrio romperse y traté de inhalar hondo.
—Mario —oí que llamó la voz de Andrew desde la sala. —¿Te pica ese culo? —preguntó, a lo cual yo me reí burda.
Andrew malandrizado era la vaina más buena que había visto en toda mi vida marico.
—¡Chamo, tú eres el hombre araña! ¿No puedes controlar esa verga tan fea?
—¿Si sabes que solo interpreto a Peter Parker y que no tengo poderes arácnidos, no?
Salí de la cocina, aplastando la masa que tenía entre mis manos en una forma redondita, eché un ojito en dirección a mí hermano y Andrew.
Los miré raro al ver el estado en el que estaban, Mario vestía tan solo una camiseta y en bóxers, pero eso no era lo raro, lo raro era que él estaba montado encima de Andrew, las piernas enrolladas en su cadera con sus brazos estrujandolo y temblando, el pobre actor se tambaleaba, tratando de tener equilibrio, para evitar irse de jeta junto a mi morocho.
También me fijé en la botella de Cacique escoñetada que descansaba a un lado de ellos.
Me dolió en mi alma de bebedora.
—¡Margarita, auxilio! —gritó con terror al verme.
—Yo sé que eres marico, pero a veces te pasas —le dije—. ¿Cual es tu vaina ahora? ¿Querés violar a Andrew?
—¡No, pendeja! —me dijo, batuqueandose haciendo que el hombre araña casi lo soltara. —¡Hay una araña ahí! —chilló, señalando a un lado del mueble.
Alcé una ceja y lo miré tipo: «¿Tu eres marico o le pasas coleto a la playa?».
—¿Solo por eso? —puse mi vista en Andrew, que parecía que se le fuera a salir un peo por andar cargando a Mario. —Bastante irónico que le tengas miedo a una araña y estés encima del hombre araña.
—Me tienen el webo flaco con que soy el hombre araña —mencionó rodando los ojos.
Incluso diciendo groserías venezolanas se veía cuchi el muchachito.
—¡Hagan algo! —rogó Mario, lloriqueando.
—No —respondí al mismo tiempo que Andrew, y éste soltó al hermano mío de coñazo.
El golpe seco del culo suyo chocando contra el piso llegó a dolerme hasta a mí.
—Sobate, muchacho marico —le dije cagandome de la risa y me di media vuelta pa volver a la cocina, antes de que se me quemaran las arepas.
—¿Entonces lo de los helados no va? —preguntó a mí espalda, mientras yo echaba la arepa en el sartén con aceite chisporroteando.
—No, Andrew. Aunque mi lado lambucio diga lo contrario, prometí a Aaliyah llevarle unas arepas a ella y a Shawn —le respondí y me giré para verle la cara.
Sus ojitos marrones tenían un brillo arrechísimo, una sonrisita bailaba en sus labios y su porte era más confiado; había notado que el Andrew penoso desaparecía con tan solo unos cuantos tragos y aparecía éste que era confiado, atrevido y marginal con las palabras.
—Te gusta mucho, ¿No?
Negué con la cabeza.
—No tendré está conversación contigo, Andrew Russell —le dije, cruzándome de brazos.
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¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)
FanfictionSi estás aquí es porque te llamó la atención esta vaina y si no es así, pues mamate un webo. Nah, mentira. Llegate que te diré un secreto, y es qué... Marico, me cuadré a Shawn Mendes. Sí, ése mismo virolo que canta canciones de iglesia. ¿Qué loco...