Me levanté con tan rápido que el Rayo McQueen quedó pendejo, medio me limpié las lágrimas y traté de acomodarme el cabello lo más decente posible.
Plasme una sonrisa para disimular la vaina y abrí la puerta.
La mardita sonrisa desapareció de mi rostro al ver que no era Andrew.
—Margarita... —no lo dejé ni hablar y le cerré la puerta en la cara.
Lo extrañé horrible, pero a mí nadie me dejaba en visto y después recibía amor de mi parte como si nada.
Tocó el timbre de nuevo.
—Shawn, no te voy a abrir, por pajuo —le dije arrecha.
—Margarita —repitió suavemente con algo de culpa en la voz—. Solo déjame explicarte, ¿Si?
Mordí mi labio inferior con fuerza, pensando en que coño hacer.
Él solo se olvidó de mí por más de dos semanas, sin siquiera mandarme un mensaje diciéndome: "Ve, plasta e mierda, estoy vivo". No, ni eso pudo hacer. Incluso me atreví a llamarlo, preocupada de que tal vez le hubiese pasado algo, pero ahora que sabía que estaba en perfectas condiciones frente a la puerta no tenía razones para justificarlo. Si me sentía arrecha, pero la decepción y tristeza era mayor, lo creía mejor, un poco más atento. Para el mundo sería muy Shawn Mendes, muy famoso y toda la vaina, pero a mí no me tendría con esa guachafita, no cuando me había tenido sufriendo.
—Pudiste explicarme cuando te llamé y te escribí... Ah, pero si es verdad que me dejaste en visto y no contestabas —mencioné con ironía—. El webo enmascarado te va a escuchar, maricón.
—Solo ábreme y hablemos, por favor, Flower—me pidió.
Inflé mis cachetes de aire, meditando aún el que hacer.
Estaba entre irme a mi cuarto y poner música a todo volumen o abrir la puerta y de qué decía.
La primera me convencía más, debajo de la almohada tenía unos Cricri que me llamaban.
—Juro por lo más sagrado que tengo que no quise ignorarte. No podría hacerlo a propósito, en serio. Eres importante para mí, ¿Entiendes? No te dejaría de lado si no fuera por algo importante.
Solté un suspiro largo y cansado, me dí media vuelta y abrí la puerta, dejándolo pasar.
Él entró y cuando cerré la puerta me fue a abrazar, pero yo no sé lo permití, poniendo una mano enfrente.
—Ah, no. Eso sí que no, Shawn —Él hizo una mueca, pero asintió. —Explica pues, ve que no tengo todo el día, un, dos, un dos.
Él tragó saliva y pasó una mano por sus rulos, nervioso a morir.
—Quise venir a verte, como no tienes mi idea, pero no pude. Estas dos semanas estuve metido de cabeza en la preparación de algo sumamente importante para mi carrera artística, se que de igual manera no es excusa para tenerte abandonada, pero créeme Margarita, yo jamás querría tenerte abandonada. No sabes cuántas veces al día pensé en ti y cuántas veces quise venir corriendo a verte —él se acercó un paso hacia mí y dudando un poco tomó mi mano. —Incluso, mi manager vio que quería y necesitaba saber de ti, que me permitió salir mucho antes.
Lo miré atentamente, y la verdad es que yo no era la única que parecía una loca. Él tenía los ojos rojos, se le veía la mirada cansada y las ojeras que traía no eran normales, sus mejillas que usualmente se mantenían sonrojadas se veían algo pálidas.
Y aun así como esa pinta, seguía viéndose papi ruki.
Me sentí algo mal, pero aún había algo que no entendía.
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¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)
FanfictionSi estás aquí es porque te llamó la atención esta vaina y si no es así, pues mamate un webo. Nah, mentira. Llegate que te diré un secreto, y es qué... Marico, me cuadré a Shawn Mendes. Sí, ése mismo virolo que canta canciones de iglesia. ¿Qué loco...