¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)

Entrevista

—¡Epa! ¡Cuerda de inútiles, muevan ese culo que Ray ya va a llegar! —Oí que gritó Margarita dentro de la casa.

Abrí esa vaina de coñazo y extendí los brazos de par en par.

—¡Llegó por quién lloraban! —exclamé con una sonrisa.

A toditos les faltaba algo para estar listos, Margarita tenía el pelo esbaratado, pero eso era más que normal en ella, Adrián veía todo con una cara de culo que no jugaba carro, Mario no estába ni despierto, porque estaba tirado en el mueble con el culo pal techo y babeando.

—¿Dónde estan los adultos de esta vaina? —pregunté, cruzándome de brazos.

Margarita suspiró.

—Mami está echándose una fría en el solar, mientras le tira puntas a Fabián y su mujer —contestó, encogiéndose de hombros.

—Ajá, échale agua fría al marico éste, los quiero en cinco minutos más que listos.

Adrián me miró mal.

—¿Acaso tenemos un propulsor en el culo o cómo es la vaina?

No le paré bola.

También busqué con la mirada a los dos famosos más codiciados de este fanfic.

—¿Y Shawn y Andrew?

Margarita y Adrián señalaron la cocina.

Asentí y después me fue al patio, que es donde estaban las sillas organizadas para la entrevista.

Me senté en la silla que tenía mi nombre y tomé el micrófono que estaba a un lado, dirigiéndolo a la gran corneta.

Se empezó a oír un sonido espantoso, que de vaina y no me rompe un tímpano, marica.

Todos los entrepitos que estaban dentro de la casa salieron y cuando me vieron pusieron tremenda cara que dejaba ver si arrechera.

Isabel se carcajeó y Fabián y su mujer me vieron mal.

Mario se adelantó, él tenía toda la pijama mojada, chorreando agua a morir.

—¡Coño de la madre contigo, pana! —gritó Mario—. ¡No puedo dormir en paz porque vienes tú con tu jodedera!

Lo apunté con el micrófono.

—¿Quieny?

El frunció el ceño.

—¿Quién qué?

—¿Quién te preguntó, gafo? —me burlé, y él solo rodó los ojos. —Sientense que no tengo todo el día —les dije, señalando los puestos.

Ellos me hicieron caso y se sentaron allí, la mayoría mirándome mal.

—A cada uno le haré una pregunta y deberán contestar de manera corta y concisa. Y el que se ponga con una mariquera, coñazo, ¿Entendieron?

Los venezolanos asintieron con seguridad, mientras que los gringos me miraron se manera extraña.

—Margarita... —Ésta se acomodó en su asiento, preparándose para la pregunta. —Mariant pregunta, ¿Por qué tan mongólica?

Margarita se desinfló feisimo e hizo una mueca.

—Marica, yo esperaba una pregunta mejor, que decepción. Pero respondiendo a eso, es un don y una maldición simplemente.

Asentí, de acuerdo con su respuesta.

—Andrew —El hombre araña me observó con atención. —Mariant que te cases con ella.