¡Serás marico, Shawn! || Shawn Mendes (CANCELADO)

Mierda 'e perro

Marico.

Lo peor de Venezuela para mí, después del inservible gobierno, claro está, era el mamaguevo calor.

Mardición, es lo que me volvía loca.

Estaba tirada en mi habitación de más sudada que un marrano en horno, sintiendo que me derretía como la escultura del mariquito hermano de la caraja de iCarly.

Si movía siquiera un músculo parecía que se me fuera a caer, nojoda.

Y que hablar del pobre aparato que tenia en las manos, el calembe Motorola estaba tan caliente que por un momento me cagué, pensando que la vaina esa me iba a explotar en las manos, pero que va, primero tenía que bucearme al chamo que era mi crush desde la primaria.

Qué con decir que el marico ese estaba casi tan bello como yo.

Y yo estaba era bella, bella.

En el momento en que iba a seguir bajando por sus publicaciones, el pote de mierda le empezó la picazón de circuitos y se activó la reacción de me divierte en la recién actualizada foto de perfil de mi maravillosísimo crush, me puse pálida y en el acto traté de quitarle el me divierte, porque aparte de que significaba una huella que me delataba en mi largo y arrechísimo historial de acosadora, me dejaba como una grosera, pero entonces se escuchó un sonido a lo lejos y el ventilador que me echaba el puro vapor, se apagó, junto con la luz de mi habitación.

La pequeña figura en mi teléfono que indicaba que estaba conectado al WiFi desapareció de inmediato, dejándome con el corazón en la garganta de la arrechera.

-¡Mamaguevo seas Maduro! -exclamé con una arrechera inmensa.

El sonido anterior había sido el transformador de la esquina que estaba más dañado que la economía del país, lo cual significaba que la luz tardaría mínimo dos días, el tiempo que se tardaba Corpoelec en querer arreglarlo.

Miré el celular y le puse los datos, aún sabiendo que eso sería inútil como Hidrofalcón a la hora de mandar el agua, porque la señal se caía a penas se iba la luz. Cuando no levantó los datos me resigné a que mi crush viera el me divierte.

En ese momento apagué el teléfono y lo tiré pa' el coño, bufé arrecha.

Ahora mi habitación no parecía un horno, si no el mismísimo infierno.

DE PASO, sin agua para echarme un baldazo de agua para no oler a vinagre.

Me levanté de la cama, que en realidad eran cinco tablas con un colchón más fino que una hoja que me moli'a la espalda, me estiré sonando la espalda, al salir de mi horno personal, me paralicé al sentir algo pastoso pegarse en mi pie, cerré los ojos y respiré hondo tratando de que no me diera un patatus en esa vaina.

Bajé la vista despacito y alcé el pie descalzo, cuando ví lo que tenía mi alma fué al infierno y vió al mismísimo Chávez junto a Canserbero.

-¡Coño'elamadre! -grité-. ¡Adrián! ¡Ven acá de una, nojoda! -le llamé casi infartandome.

Escuché el sonido de la puerta de su cuarto ser abierta y vi como apareció en el pasillo, al verme arrecha puso cara de ladilla'o.

-¿Qué es? -preguntó-. Uno ya no puede estar en paz porque va la mamagueva luz y vos andás con tu picazón de culo.

Señalé mi pie lleno de mierda de perro.