Todo Este Tiempo Fuiste Tú © ✔️ (#1)

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BASTIAN

Me dirigí a la cabaña con Paul, ya Delilah me había contado un poco de lo que haríamos, así que sin quejas ni reproches accedí.

—Paul quiere matar al asesino por cuenta propia.

—Pero ni siquiera tienen un rastros de él.

—Él dice que vendrá y lo estará esperando.

—Veamos que sucede.

—Claro, veamos —me dice y crea una sonrisa en su rostro.

Quería apoyarlos en todo esto a ellos, quería que sintieran mi apoyo, pero, ¿Paul estaba seguro, o era lo suficientemente inteligente para estar un paso adelante del asesino? Eso tendríamos que esperar verlo, ambos eran inteligentes, ambos no daban un paso en falso, ¿Quien iba a convertirse en presa primero?

Él solo se está involucrando en todo esto para vengar la muerte de Patricia, solo había que esperar que tanto era capaz de hacer y que tan lejos podía llegar, claro, Paul es un tipo excelente y digno de admirar, pero, ¿Tendría también un monstruo interior dentro de él? Debíamos averiguarlo.

—Toma una pistola del arsenal y acompañame —me dijo.

Tomé una Glock y lo acompañé a la parte trasera de la cabaña.

—Dispara al blanco en su cabeza. —me ordenó.

Fueron 6 disparos directo a la cabeza del blanco que se encontraba a 12 metros.

—Vaya puntería, ¿Donde aprendiste a disparar? —me pregunta.

Cuando iba a responder su pregunta Natalie nos interrumpió, venía corriendo agitada. —¡¿Que fue eso?! —dice gritando.

—Solo estamos practicando. —le responde Paul.

Detrás de Natalie venía su hermana con una sonrisa curvada. Me gustaba la capacidad de Delilah para hacer las cosas aún mas interesante.

—Nada de que preocuparse cariño, estamos bien. —le respondo y me doy la vuelta para volver a disparar al blanco.

Sabía que vendría asustada, todo lo que ha estado pasando, todo está muy reciente, la entiendo, está en un momento en el que va a encontrar todo a la defensiva y se alarmará, a diferencia de Delilah que siempre está calmada y sobrellevando las cosas, es increíble su capacidad, esta chica es interesante en todos los aspectos.

La noche caería pronto, así que Paul y yo tendríamos poco tiempo para practicar, pero al parecer estaríamos aquí dos días, lejos de la ciudad, lejos del asesino, ¿O realmente estaríamos lejos de él? Los pájaros del bosque poco se escuchaban cantar, todo era silencioso, solo éramos nosotros y el sonido de algunos animales en ese lugar.

Luego de un rato Natalie y Delilah estaban sentadas sobre los bancos que se encontraban al lado de la puerta trasera de la cabaña con una taza en sus manos cada una que supuse que era café o chocolate caliente, hacia un poco de frío, estábamos en otoño y el invierno ya estaba cerca.

Había tenido rato practicando con Paul, luchas, defensa personal, un poco de artes marciales, todo de lo que sabía un poco, después de terminar tomé mi camisa que la había lanzado a un lado, la pasé por mi cabello que se encontraba goteando de sudor y luego por mi cuerpo.

—Bastante intenso el entrenamiento Paul, iré por una ducha —le dije.

Él asintió y me dirigí a la cabaña. Antes de entrar le dí un suave beso a Natalie en la frente.

Una vez dentro recordé que tenía una ropa para cambiarme en el auto, así que fuí y la tomé, cuando cerré la puerta sentí que alguien estaba detrás de mí a unos metros, sin darme la vuelta hablé, sabía quién era.