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EYCAM

Tal vez intervenir de esa forma no fue la mejor idea, romper la ventana y sacarlo del coche fue terrible, el arma de Graig se disparó y la bala se estrelló en el cuerpo de Alice. Pero la parte buena es que estoy muy seguro que si no hubiese intervenido le dispararía directo a la cabeza, él es un hombre decidido y era capaz.

Pude observar cómo la sangre se dispersó en la parte del copiloto y en el cristal, había mucha sangre. Término de halar a Graig hacía afuera y le conecto un golpe directo al rostro. —¡Imbécil! —Le grito.

Él curvó una sonrisa en su rostro y lo volví a golpear esta vez en la nariz haciendo que brotara sangre de la misma inmediatamente. Delilah hizo acto de presencia. —Encargate de él, —Le digo— Alice, está lastimada.

—¡¿Qué?! —Grita.

—Le disparó, debo revisarla. —Me fijo cómo Delilah le da una patada al estómago con esas botas altas. Automáticamente Graig soltó un grito del cual hizo eco en el bosque.

Camino hacía el auto para examinar a Alice. A través del cristal puedo observarla como lucha con el dolor, con su mano presionaba la herida de su hombro izquierdo. Ella levanta su cara y me mira. Puedo ver la angustia, el miedo, el dolor reflejados en su cara. Abro la puerta y me adentro en el coche. —Estarás bien. —Le digo.

—Duele. Mucho. —Me responde y sus ojos demandan miedo.

Me quité la franela que traía puesta y la rompí, con un pedazo de tela amarré cómo pude la parte alta de su hombro.

—Vamos a sacarte de aquí. —Le digo y salgo del auto para sacarla por la parte del copiloto. Le doy la vuelta al coche y abro su puerta.

Tomo su rostro, el cuál tenía sangre también y lo acaricio. —Vas a estar bien, lo prometo. —La cargo y la saco de allí. Me dirijo a la cabaña y ya Delilah se había llevado arrastrado a Graig como lo que era: Un perro.

Entro y dejo a Alice sobre el mueble. Su herida seguía brotando sangre, sus ojos comenzaron a desvanecerse. —¡No, no! —Le grito— ¡No te vayas, aún no es tiempo! —No importa lo que haya dicho, ella cerró sus ojos.

La rabia, el odio, la ira me invadió, salí disparado al sótano de la cabaña y al llegar abajo, Delilah tenía controlada la situación, pero eso no me detuvo y golpeé directamente dos veces la cara de Graig nuevamente. Lo tomo por el cuello de su camisa fina que traía puesta y lo levanto de un jalón. —Ahora vas a ayudarme y arreglaras todo el desastre que causaste. —Sin soltarlo del cuello de su camisa lo jalé hacia arriba nuevamente hasta dejarlo frente a Alice. —Revísala.

—Necesito quitar la sangre de mi cara para ver mejor. —Nos dice a mí y a Delilah. Lo que quedaba de mi franela se lo lancé directo a la cara.

Segundos después se encargó de revisar a Alice, le tomó el pulso y aún tenía. —La bala aún está incrustada en el hombro, debo sacarla, —Nos dice— Solo está desmayada por la situación y el dolor.

—Situación que tú provocaste idiota, —Le dije con odio y rabia— Ve por el kit de primeros auxilios que está en el baño y la pinza que se encuentra en el gabinete. —Le digo esta vez a Delilah. Ella salió corriendo y en cuestiones de segundos estaba nuevamente con nosotros. Le tiró el botín a Graig y este no dijo nada al respecto, solo sacó lo que debía y se ocupó.

Alcohol para limpiar la herida y quitar el exceso de sangre alrededor. Luego tomó la pinza y extrajo la bala el proceso llevó algunos minutos. Luego de terminar de sacar la bala, él introdujo uno de sus dedos en la herida, supongo que se aseguraba de algo, así que no dije nada, de igual forma sentía rabia, mucha rabia, pero me contenía cada segundo.

Todo Este Tiempo Fuiste Tú © ✔️ (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora