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NATALIE

!¿QUE DEMONIOS?!

Estaba muy nerviosa.

¿El asesino vino por mí?

Mi respiración comenzó a acelerarse y comencé a sudar, no podía pensar con claridad que podía hacer para liberarme pero entonces me di cuenta que la presión del sujeto que me tenía estaba disminuyendo, el me estaba soltando y yo lo fuí observando. Vi su brazo, su tono de piel era familiar, su olor, ese perfume que tanto me gustaba. Mi respiración volvió a la normalidad cuando Bastian terminó de quitar toda la presión de mi boca y me giré hacía él.

Está loco de remate.

—¿Estas loco o que demonios te sucede? —pregunté.

Silencio.

Bas, ¿Que sucede? —volví a hablar.

—Solo no podía dormir —noté su voz triste— pensé que podía venir a quedarme esta noche contigo.

—Oye, ¿Por qué estás triste? ¿Que sucede?

—Estoy bien Nat, tranquila.

El me abrazó, presionando más su cuerpo con el mío, con una mano acariciaba mi espalda. Quería saber cómo había entrado y que le sucedía pero no quería presionarlo, eran pocas las veces que el se encontraba de esa forma. Algo le tuvo que haber pasado o quizás hasta atormentado para que el estuviera así, Bas no era callado, el nunca tenía esa expresión fría y triste.

—Perdón por asustarte, no fue mi intención.

Supuse que se había dado cuenta por mi respiración acelerada y porque había sudado. La verdad sí me aterré pero al saber que era el me calmé y todo volvió a la normalidad, aunque aún existía la duda de como había entrado.

—Solo no vuelvas a asustarme de esa forma —respondí.

Lo abracé nuevamente y enterré mi cara en su cuello y pude oler aún más ese perfume que tanto me encantaba.

—Si puedes quedarte, pero debes irte antes de que mis abuelos despierten.

—Esta bien Nat, no te preocupes, me iré antes que todos despierten.

Debía contarle sobre lo que el detective nos había venido a decir, pero primero quería saber que le sucedía a él y si estaba calmado.

Caminé hacia el mueble que se encontraba en mi cuarto y me senté sobre él, Bas se quedó parado junto a la puerta que se encontraba cerrada.

—Oye Bas, ¿En serio estás bien? Te noto... diferente.

—Si lo estoy —dijo mientras me miraba con intensidad— no hay nada de que preocuparse.

—Bueno, okey... —no sabía si debía decirle justo ahora lo del detective pero lo tenía que hacer de todas formas— El detective que atendió nuestro caso con el asesinato de mi padre vino hoy.

El me miró atento sin decir una palabra, supongo que iba a prestar atención a lo que le diría —Nos dijo que la investigación se iba a cancelar, no hay rastros de nada y mucho menos del asesino.

Todo Este Tiempo Fuiste Tú © ✔️ (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora