Capítulo XI

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Capítulo XI

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Capítulo XI

⸺ ¿Y? ¿Te besó? ⸺ Sarah entró a su cuarto, tras ella, con la expresión de una adolescente curiosa y se sentó en su cama, mirándola con los ojos brillantes. Detrás de ella, Natasha, a paso más lento, por el peso de su vientre, cerró la puerta cuidadosamente y luego fue a sentarse junto a su suegra. Tenía un brillo divertido en la mirada.

⸺ ¡Sarah! ⸺ exclamó la chica, mirando a las mayores con las mejillas enrojecidas.

⸺ ¿Qué? Tengo derecho a saber si mis pequeños son felices, ¿estoy en lo correcto, Nat? ⸺ preguntó a su nuera, quién sonrió, cómplice.

⸺ Lo estás, Sarah⸺ respondió la pelirroja, sonriente. La castaña rodó los ojos y se acercó a ellas, quienes hicieron espacio para que se sentara entre ambas.

⸺ Sí...⸺ reconoció, ganándose sendos gritos de emoción de ambas mujeres. Ella también sonrió, contagiada por el entusiasmo de ellas⸺ No me pedirás que te diga como fue, ¿o sí?

La mayor negó con un gesto de sus manos.

⸺ No, linda. Con la confirmación de los hechos me doy por satisfecha... pero, hay otra cosa que quiero saber⸺ tomó la mano de la chica entre las suyas y la miró cariñosamente⸺ ¿Tú lo quieres, Wanda? ⸺ la chica suspiró y asintió, dejando que una lenta sonrisa se formara en su rostro.

⸺ Lo quiero, Sarah. Él es...⸺ se interrumpió por un momento, ponderando los hechos de las últimas semanas. No sabía cómo poner en palabras lo que realmente quería decir⸺ Es...

⸺ Es un chico muy especial, lo sé. Su madre hizo un maravilloso trabajo formándolo. Y yo, por supuesto, terminé el trabajo. Tiene sus defectos, claro. Pero, es un buen muchacho...

⸺ Eso lo sé⸺ respondió la castaña, mirando el diseño de la alfombra, como si fuera lo más interesante del mundo⸺ Es que... no sé, yo no, yo nunca... él merece algo bueno. Yo estoy rota, Sarah. Todo lo que he pasado, todo lo que he vivido... ⸺ la mujer asintió y le sostuvo la barbilla con delicadeza.

⸺ Sé que has sido brutalmente rota, pero, aún tienes el coraje de ser gentil con otros... Y sólo por eso te mereces un amor más grande que el océano⸺ Wanda sonrió, tocada por sus palabras y se apoyó en el cálido hombro de la mujer, dejando que el aroma a limón, canela y vainilla la envolvieran, tranquilizándola. Permanecieron en silencio un rato, las tres en apretado abrazo, compartiendo aquella complicidad femenina que da el cariño y la confianza mutua.

⸺ Sarah, tendrás que hablar con Bucky...⸺ dijo de pronto Natasha, provocando la risa de las tres.

⸺ ¡Sí, lo sé! Lo he dejado que viva como él quiera todos estos años, pero, ahora no se librará de la charla, ya lo verás⸺ la pelirroja se echó a reír y torció el gesto, como diciendo "Pobre Bucky".

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