Capítulo XVIII

801 95 50
                                        


Capítulo XVIII

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo XVIII

⸺ Cariño... anda, cariño, despierta...⸺ la voz lejana se fue haciendo cada vez más cercana, como si proviniera de las nieblas de un sueño. Bucky se estiró en la cama y se asomó bajo las mantas perezosamente ante la cariñosa mirada de su madre. Winnie se sentó junto a él y le acarició el cabello dejando un beso en su frente mientras él se estiraba⸺ Buenos días, mi amor. Levántate, ¿sí? Hoy iremos a dar un paseo.

El niño saltó de las mantas y se arregló con rapidez, parloteando emocionado mientras lo hacía. La mujer lo miraba desde el umbral de la puerta mientras él se peinaba frente al espejo, dejando los cabellos de su nuca aún desordenados mientras que los que cubrían su frente estaban perfectamente acomodados. Winnie Barnes rió entre dientes y lo ayudó a peinarse el cabello antes de salir con él tomado de su mano. En sus días especiales, Winnie lo llevaba a desayunar wafles en un restaurante y luego conducían hasta Long Path Trail donde pasaban la tarde recorriendo el lugar y comiendo chucherías hasta que regresaban a casa agotados pero felices.

Agradecía esos momentos con su hijo. Su matrimonio era un completo desastre, pero, ambos sabían que James no tenía la culpa. La infidelidad de su esposo y el descubrimiento de su enfermedad habían minado su relación de pareja, pero, no se interponía ante su responsabilidad como padres. Por eso, George pasaba la mayor parte del tiempo en el regimiento, lejos de su familia y les daba la paz que su convivencia no tenía. Así que Winnie tenía a su hijo para ella sola, disfrutando de su curiosidad insaciable, de su generosidad y de su carácter alegre. Bucky era lo mejor que había hecho en la vida y estaba dispuesta a estar con él hasta el final. La complicidad entre ellos era envidiable y ella estaba segura de que, algún día, su hijo sería un hombre bueno.

Como siempre, su viaje estuvo amenizado por la voz de su hijo narrándole sus aventuras infantiles y la música aleatoria que la radio local les ofrecía. Madre e hijo cantaban a todo pulmón mientras ella conducía tranquilamente, atravesando todo Nueva York para llegar a su destino. Long Path Trail era su lugar favorito en el mundo, y, afortunadamente, compartía su fascinación con su pequeño. Luego de detenerse en la estación de servicio para comprar víveres y chucherías, llegaron finalmente a su destino. Winnie cogió la mano de su niño nuevamente y recorrió con él los intrincados y salvajes pasillos que el follaje abría, mostrándole los insectos y los pequeños animales que el bosque acogía.

Luego de dos horas de caminata, finalmente desembocaron en el lugar favorito de ambos. El arroyo cantaba invariablemente y ambos se quitaron zapatos y calcetines para dejar que el agua cristalina les refrescara los pies cansados. De pronto, Bucky se quedó muy callado, mirando el agua con gesto ausente.

⸺ ¿Qué tienes, mi amor? ¿Tienes hambre? ⸺ él negó y alzó sus ojos grises hacia su madre, mirándola con un gesto que a ella le partió el corazón. Parecía perdido, desolado.

DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora