Capítulo XII

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Capítulo XII

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Capítulo XII

⸺ Escuché que el viejo te hizo un regalo...⸺ Maksim Gelman se reclinó en el escritorio de Misha, ganándose una mirada desaprobatoria. El muy bastardo había escupido jugo de su manzana sobre la impoluta madera de caoba de su escritorio.

⸺ ¿De qué regalo hablas, Gelman? ⸺ preguntó, sacando un pañuelo de papel de la caja que reposaba junto a él para limpiar aquella asquerosidad de su mueble.

Si había algo que Mijaíl Rostokov no soportaba era la suciedad. El hombre sonrió con sorna al verlo. Le encantaba molestarlo, consciente de que, si Misha no hubiera regresado, como era su plan, él habría quedado a cargo del imperio Rostokov a la muerte del viejo. Pero, ahí estaba de nuevo ese mocoso pusilánime. No sabía que había pasado con los sicarios que había enviado por él. El muchacho no había mencionado nada sobre ser atacado. Lo que fuera que hubiera pasado durante sus años en Europa del Este, Maks estaba seguro de que jamás lo sabría. Ese chico era como una tumba: no confiaba en nadie más que en sí mismo y eso sería su perdición.

⸺ Rostokov dijo que te había dado su bendición para que te casaras con la chica Maximoff. Eso es muy bueno, ¿no? ⸺ comentó, dándole otra potente mordida a su manzana. Los ojos amarillos de Misha no transmitieron ninguna emoción. Nada que delatara como se sentía al respecto.

⸺ Lo que el viejo haga o no haga, no es tu problema, ¿o sí, Maks? ⸺ preguntó en voz baja, amenazante, arrastrando las letras de su nombre, como si le asquearan.

Sabía que el hombre frente a él era el segundo al mando de su padre, que el viejo confiaba plenamente en él. ¿Y por qué no hacerlo? El viejo Maksim Gelman había venido con él desde Eslovaquia hacía ya más de cuarenta años y ambos compartían método e ideales. Eran anticuados, reliquias de la antigua unión soviética, gente brutal y preparada para sobrevivir a costa de lo que fuera. Misha siempre lo había odiado. Le daba asco su estómago prominente, las manchas de sudor en su ropa, la risa escandalosamente grosera, la lascivia que mostraba con todo lo que tuviera falda, su apetito voraz... todo él era una ofensa a sus sentidos. No podía esperar al día en que su padre muriera para deshacerse de él.

⸺ Lo menciono porque habría que hacerle una buena bienvenida a la futura señora de la casa, ¿no? Tu viejo está cada día peor y pronto dejará este mundo. Tú, mi querido amigo, tomarás las riendas del negocio y tu mujercita será nuestra señora, así como lo ha sido tu bendita madre todos estos años...⸺ Misha apretó la mandíbula ante la mención de su madre. Se obligó a relajar el gesto y forzó una media sonrisa.

⸺ De hecho, Gelman, he escuchado que fue uno de tus hombres el que encontró a Wanda... ¿desde cuando tienen contactos dentro del FBI? El brazo del viejo se ha alargado mucho si pudieron llegar tan adentro...⸺ comentó, cruzando las manos bajo su barbilla mientras que sus ojos penetraban al hombre. Algo en todo eso olía extraño, demasiado bueno para ser cierto.

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