15

4.6K 292 36
                                    

Malena

Pasé por la puerta de mi casa seguido de Valentin entre medio de risas.

En el camino me estuvo contando las pelotudeces que hacía en pedo él y su grupo de amigos.

-Inolvidable cuando Mauro le robó al cajero de MacDonald la gorra en el medio del after- Recordó haciendo que estalle nuevamente en risas, me saqué el buzo del calor que me había provocado reírme tanto.

Nos dirigimos a la cocina mientras me contaba cada detalle que sucedió después de eso. Era lindo verlo hablar intentando no tentarse para poder terminar de contar la historia de una vez por todas.

Una vez que nos calmamos se sentó en la mesa, y yo abrí la heladera para ver que podíamos comer hoy, ayer comí pizza, y anteayer también, así que eso ya no era una opción.

Miré preocupada al castaño al ver que no había nada comible dentro de ella.

-Podemos ir a comprar algo, voy yo si queres- Habló intentando tranquilizarme, todos sabían que me estreso rápido y por todo. Se quedó mirándome y pasó una mano por su pelo. Por poco que lo conocía, sabía que no le gustaban mucho la miradas fijas, o por lo menos no conmigo.

Lo vi sentado con los pantalones achupinados del colegio, y la camisa blanca con la corbata roja oscura. Era ajustada, se le marcaba todo el abdomen y los brazos, por unos segundos lamenté ser tan cagona y no plantarle un beso cuando tuve la oportunidad.

Me mordí los labios y miré para otro lado en cuanto alzó su vista hacia mí.

-¿Qué me miras tanto eh? ¿Queres agarrar a las piñas?- Tiré la cabeza para arriba riendo un poco, y agradecí que se lo haya tomado con humor y no con segundas intenciones.

-Dale tontito- Abrió sus ojos y alzó sus cejas mientras pronunciaba un "¿Ah si?" Asentí al oír el tono desafiante en el que lo había dicho, nadie me gana a mí, menos en mi casa. Me arremangué la camisa del colegio cuando se bajó de la mesa y se acercó hacia donde estaba parada.

Se quedó frente a mí, a pocos centímetros, nuestras respiraciones chocaban, manteníamos por primera vez una mirada fija por más de 5 segundos, ya que él siempre suele desviarla.

Había tensión, y no una tensión violenta. Sonrió y mordió sus labios, inevitablemente llevé mi vista a su boca sintiendo todavía más ganas de chaparmelo.

-Ni disimulas Malena, ya sé que estoy re lindo pero frená- Se despegó de mí mientras reía y se sacaba la corbata para dejarla tirada en la mesa.

Valentin era el único pibe que cagaría tremendo chape de esa forma, aunque sabía bien que su cerebro era el que le impedía hacer algunas cosas.

-¿Qué vamos a comer Oliva?- Pregunté cambiando un poco de tema, odio los silencios, no era incómodo, pero igual los detesto por sobre manera en ocasiones tales como estas.

-Yo no tengo hambre- Contestó sentándose nuevamente en la mesa, me acomodé el arito de la nariz pensando que tan mal estaría si lo mandó a comprarme algo para comer.

Suspiré sabiendo que no era una buena ni educada idea, me giré para ver otra vez la heladera. Al fondo encontré un plato de fideos para una persona. Los saqué y los metí dentro del microondas para comer algo rápido e ir a dormir. Hoy había tenido un dia del orto.

Bautista no me dirigió la palabra, se sentó con la gente que me criticó toda la primaria y secundaria y siquiera me miró.

Definitivamente cada día me harta un poco más la gente, capaz que soy muy intolerante y por eso no tengo amigos.

Salí de mis malos pensamientos cuando escuché el ruidito del microondas, indicándome que ya habían pasado los dos minutos que puse los fideos.

Los saqué y agarré una botella de agua, todo en silencio, a diferencia del otro, este si me gustaba. Estaba muy metida dentro de mi cabeza como para acordarme del castaño.

-¿Qué te paso hoy?- Preguntó Valentin mientras me robaba un fideo y lo metía en su boca.

-Nada- Respondí y me auto pegué caundo me di cuenta que lo había dicho muy cortante- Nada importante- intenté corregirme para no incomodar la situación y tratar nuevamente mal al oijazul que no tenía la culpa de mis bardos internos.

Lo miré, sabía que quería hacerme 1001 preguntas más, pero también sabía que no tenía ganas de hablarle sobre el tema y no es bueno insistir cuando estoy así.

Charlamos un rato mientras terminaba de comer, y una vez que finalicé dejé el plato junto con el tenendor en la pileta de la cocina para lavarlos más tarde.

Subí las esclareas seguida del castaño que ya se sentía como en su casa.

Me tiré en la cama sabiendo que si no me despejaba de alguna forma, no iba a poder dormir.

Observé al muchacho que tocaba y agarraba cada decoración que tenía en los estantes de mi habitación.

-¿Sabes andar en skate?- pregunté haciendo que me mirase. Negó un poco obvio mientras dejaba el muñequito nuevamente donde pertenecía- ¿Tenes bici?- Arrugó su ceño e hizo una media sonrisa mientras negaba otra vez.

Empecé a jugar con mis dedos sin saber que hacer con las malas vibras que se apoderaban cada segundo un poco más de mí. Pasé una mano por mi pelo para acomodarlo y que me deje de molestar.

-Tengo dos pies dispuestos a caminar donde sea que quieras ir- Habló sentandose en la cama sacándose las zapatillas para recostarse en ella.

Reí por la ternura que me causaba el castaño, tenía esos dotes que lograban que no me asqueé su intensidad, a diferencia de otras personas.

Me senté y pasé una mano por su pelo viendo como se relajaba y cerraba los ojos. Quizás estando un rato casi me pueda llegar a despejar.

Apoyó su cabeza en mis piernas y llevó su mano a una de ellas, logrando que me tiense al instante, segundos después noté su respiración más suave.

Hice una media sonrisa de labios cerrados viendo lo angelical que parece cuando está tranquilo.

Me acosté a su lado oyendo como se quejaba por la forma tan brusca que saqué mis piernas debajo de él.

Me miró unos segundos, y como si leyera mi mente, se apoyó en mi pecho para que le siga haciendo mimitos en su pelo. Parecía un nene de 5 años pidiéndole atención a su vieja.

Poco a poco mis ojos se fueron cerrando al igual que los de él, y minutos después, ambos nos encontrabamos en el quinto sueño.

Abstraído; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora