Híbrida.

Capitulo 2.

Jamás había visto otra luz o otros paisajes que no fueran los de su tierra natal.

Ella, apenas había salido de su reino en su vida, aunque no por eso era la típica princesa inútil. Ella tenía muy claro estas cosas. No era ni la típica princesa, ni la típica mujer que agachaba la cabeza ante la presencia de un hombre. Ella no pensaba en eso, básicamente porque ella no lo aceptaba.

Volviendo a la historia, ella era April. Y hoy era un día realmente importante para ella. Había cumplido la mayoría de edad en su reino y por fin había conseguido que su padre la dejara salir del reino. No hacia algún lugar cercano, no. Si no a vivir una gran aventura. Pero en lo que ella se iba a meter no alcanzaría jamás los pensamientos de su padre, que, dejándola en las buenas manos de un conocido enano, Gimli, hijo de Gloin, pensó que su pequeña volvería en unos meses, cansada de pasear por otras tierras que no fueran las suyas.

Ni el, ni lo que para el eran sus hijos sabían lo que estaba por vivir April.

April se encontraba en la Ciudad del Lago, en una posada junto a Gimli y unos pocos enanos más que los acompañaban.
Gimli: Urgh!!! Esta comida no está a la altura del paladar de la princesa, traedle algo que realmente pueda llevarse a la boca!

Gimli se quejaba una y otra vez por cualquier cosa en la posada. Le tenia demasiado cariño y respeto a April. Cuando no se quejaba de la comida, se quejaba de las habitaciones. Que si no eran lo suficientemente amplias, que si no estaban lo suficientemente limpias...

En verdad, cosas que a los enanos ahí presentes no les hubiera importado un comino si no fuera por la presencia de su princesa.
April: Gimli, por favor, deja ya a esta señora hacer su trabajo... Está todo perfecto.

April intentó arreglar la cara descompuesta de la pobre dueña de aquel lugar que tenía el miedo en sus venas ahora mismo por las posibles reprimendas del rey o cualquier otro superior por no tratar a la princesa como debía. La señora se lo agradeció con una reverencia y una sonrisa que demostraba algo más de tranquilidad para luego marcharse del cuarto con bastante prisa. April cerró bien la puerta tras de ella y se giro a mirar a los enanos y sobre todo a Gimli.
April: Por favor, os lo he dicho ya demasiadas veces. Y solo hace un día que salimos del castillo. No quiero que me trateis como una princesa, ni que estéis como mis esclavos pendientes todo el rato de mi. Y por supuesto, Gimli, nada de llamarme "princesa". A partir de hoy soy para todos vosotros April, una compañera más en vuestro viaje.

Aunque esas palabras ya las había repetido unas cuantas veces desde que se reunieron, esta vez las había pronunciado con otro tono un tanto enfadada e intentando que esta vez le hicieran caso realmente.