Híbrida.

Capitulo 9.

April cayó de rodillas al suelo, abatida por lo que acababa de ver. No podía ser cierto que el que fuera para ella como un abuelo, estuviera en una tumba delante de ella. Y no solo el, si no todos los esqueletos que se encontraban en ese momento a su alrededor, olvidados allí para siempre pues nadie jamás iba a saber que ellos estaban muertos ni nadie iba a descubrir de quién se trataba cada esqueleto.

Mientras Gimli sollozaba en frente a la tumba, ella no pudo reprimir más sus lágrimas ni pudo detener la angustia, el dolor y el miedo que sentía por dentro. Legolas se agachó inmediatemente y intentó consolarla.

Legolas: April... Yo no se como hacer que estés mejor pero...

El elfo no encontraba las palabras para detener ese sufrimiento y la muchacha no podía hacer que su llanto cesara. Aragorn y Boromir defendían la puerta, pero sus rostros no mostraban más tristeza y pena que el de los demás. Gandalf también estaba dolido, pues aquel que estaba ahí había sido compañero de viaje suyo una vez, pero se centró en averiguar más de lo que allí pasaba. Los hobbits optaron por mantenerse cerca de April, con mucha pena por ella.

Legolas no soportó más tiempo ver llorar a April y aunque sabia que aquello iba a despertar preguntas y alarmas, atrapó a la joven entre sus brazos, reconfortandola sin saberlo. Ella no lo impidió, pues el dolor estaba aun demasiado presente.

De pronto, Pippin hurgó en lo no debía y hizo sin intención que un objeto cayera a un pozo, en el que hizo todo el ruido del mundo. Y eso desencadenó la tragedia. Los orcos venían, atravesaban la puerta y entraban. Traían a un trasgo de las cavernas consigo. Todos se pusieron en posición de ataque mientras Gimli subido a la tumba gritaba.

Gimli: ¡Que vengan! ¡Todos! ¡Aun queda un enano con vida!

Y ante aquello April dejó las lágrimas a un lado, se separó de Legolas y se puso manos a la obra. Ahora la rabia se apoderaba de ella y hacía que su odio hacia aquellas bestias aumentara.

April: ¡Os haré pagar por lo que habéis hecho, bestias inmundas! ¡A todos y a cada uno de vosotros!

Y con aquello, empezó la masacre. Legolas dispara flechas, Aragorn daba golpes certeros y eficaces, Boromir intentaba acabar antes con el trasgo, Gimli y su hacha eran duros y bastos como ellos lo habían sido con los suyos, Gandalf protegía a los hobbits con su magia y estos también se protegieron así mismos. April mató a muchos Orcos, a demasiados y demasiado rápido. Golpes certeros, fuertes, letales. Como los de un enano. Agilidad en sus moviementos, muertes secas y limpias, astucia en todo momento. Como un elfo. La combinación perfecta, al menos en lo que a la batalla se refería.

Pero, cuando el trasgo decidió poner sus grandes y crueles ojos en ella, las cosas se complicaron. Los demás siguieron luchando y defendiéndose, pero Gimli y Legolas se encargaron de ayudarla. Gimli distrajo como pudo al trasgo mientras Legolas lanzaba sus flechas en el. En un golpe del trasgo, April tuvo que dar un gran salto hacia atrás, y, aunque se hubo librado del que hubiera sido un golpe mortal, en el otro lado le esperaron dos Orcos de los que recibió serias heridas. También los mato, con más dificultad.

Más tarde, el trasgo decidió que el portador del Anillo era la mejor opción y Sam, Pippin y Merry se desvivieron por protejer a Frodo, hasta que llegó Aragorn. Fue en vano, pues el Orco pareció clavarle una gran lanza al joven Bolson. Sin embargo, un golpe de Aragorn lo hizo retroceder y Legolas clavó la flecha decisiva en el cuello del trasgo, eliminandolo y con el al parecer a todos.

April corrió herida hacia Frodo y lo sostuvo entre sus brazos con las lágrimas amenazando con volver a salir.

April: ¡Frodo! ¡Tu no!... ¡Tu también no!... Por favor, no... No nos dejes...

Entonces, cuando todos pensaron que ellos y la Tierra Media entera estaba perdida, Frodo reaccionó.

Frodo: ¡Tranquilos! ¡Estoy bien, no me ha dado!

Con una agitada respiración y aun con April al lado, enseñó la armadura que llevaba.

Aragorn: Mithril. Frodo, eres una caja de sorpresas.

Sonrieron aliviados, mientras April observó por un rato más lo que Frodo llevaba. Entonces, lo supo.

April: Mi padre...

Frodo asintió, sin dejarla continuar.

Frodo: Si. Fue un regalo para Bilbo y el me la dio a mi en Rivendel.

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Holaaa! Este ha sido un poco cortito porque hoy no he tenido mucho tiempo :S Pero mañana prometo uno normal! Quería deciros que muchísimas gracias por vuestros comentarios, por vuestras palabras de animo, por un simple "Siguela!", por votar o simplemente por echarle un vistazo! Os adoro, en serio xD Muchísima gracias y me alegro de que os guste!

Nos leemos

xx