Capítulo 1

120 12 5
                                    

Estoy llena de emoción y alegría por empezar una nueva etapa en mi vida estudiantil, podré disponer de 3 años para decidir qué carrera estudiar, porque a esta altura aún no tengo claro qué deseo ser cuando "sea grande", como dicen los niños.

La mayoría de los niños saben de pequeños qué quieren ser al crecer, las de ballet desde muy pequeñas hacen piruetas y vueltas sin parar, los que serán pintores crean hermosas obras de arte, las que van a ser cosmetólogas disfrutan jugar con los maquillajes y accesorios de sus madres y así la lista podría continuar con infinidad de ejemplos, pero yo no, nunca lo he tenido claro, me gustaba la psicología, la cerámica, el modelaje, el derecho, bricolaje y luego de tanta indecisión preferí alargar la decisión 3 años más.

Tengo un hermano mayor, Raúl, que ya está cursando el último año, siempre ha sido súper bueno en el tema escolar, modelo de estudiante y ejemplo a seguir.

Cosa que no se puede decir de mí, no les voy a mentir, no soy la peor estudiante, pero tampoco me esfuerzo por ser mejor, soy la típica estudiante que está en el aula modo invisible, no molesta a los maestros porque tiene su cabeza en un mundo paralelo soñando despierta con cualquier trivialidad, garabateando en los bordes de todas las notas de clases, volviendo a la realidad sólo porque los maestros me llaman por mi nombre para hacerme aterrizar al presente.

- Irina, ¿podrías contestar la pregunta por favor?

Todos voltean a verme y me doy cuenta que la maestra se dirige a mí.

- ¿Podrías repetir por favor? - ni siquiera tengo idea de qué estaba diciendo y a todos les causa risa.

Siempre es así en todos mis turnos de clases.

Así que este curso coincido con mi hermano en la misma escuela. A él no le hace mucha gracia porque dice que entonces los varones le empiezan a hablar sólo para poder entablar amistad conmigo, aunque no soy la típica chica súper preocupada por su apariencia para que los chicos la aprecien, igual se fijan, como buen hermano que es, se pone celoso en plan hermano protector, y yo lo amo, simplemente.

Él tiene un carácter muy noble pero fuerte, ojos marrones, pelo siempre bien corto que le va genial con su amplia sonrisa, que enmarca su mirada, complexión sobre lo delgado, estatura 180, pero aun así bien definida su musculatura, le gusta mucho jugar al vóleibol, y es muy bueno en ello, siempre le he dicho que juegue de forma profesional pero no he podido convencerlo. Las chicas siempre voltean a verlo y podría jurar que tiene un club de fans secreto, pero me dice que tengo mucha imaginación.

Siempre lo molesto con que es mi prototipo de hombre, y se sonroja apenado. Al no tener tanta diferencia de edad, desde pequeños andamos juntos hasta para jugar, yo siempre andaba con él como si fuera su colita, así que en vez de andar jugando con muñecas y pensar en tacones o maquillaje, jugábamos a cosas de varones con sus amigos.

A medida que iba creciendo tenía más amigos que amigas, formaba parte de su grupo de amigos, la única chica en él, pero me gustaba así, me sentía más cómoda, podía ser yo y aprendía mucho de ellos.

Buscaba juegos como Resident Evil, para que mi hermano lo jugara porque me gustaba mirar y a él jugar, la combinación perfecta, para mí era como ser la protagonista de una película de horror, el susto y la emoción eran indescriptibles, como estar en una casa de los horrores, pero desde la sala de la casa. Otras veces era GTA, Mario, Need for Speed, todos me gustaban, todos eran para mí emocionantes. Fuimos creciendo, pero nada cambió, seguimos siendo súper unidos.

Nos acostamos tarde pegados al televisor mirando Solo en casa, es tan cómica que la hemos visto infinidad de veces, disfrutamos repetir los diálogos e imitar las caras graciosas de las escenas de principio a fin. Es un clásico que ha creado una pequeña tradición entre nosotros porque es una de esas películas que puedes ver y volver a ver, sin perder la gracia.
Luego de revisar el maletín varias veces y confirmar que no me faltaba nada, estamos listos para ir a buscar el bus escolar.

IrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora