Capítulo 17

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Casi es fin de año, el curso ha pasado rápidamente y por suerte el semestre ha sido bueno para mi; sin pensar en los sucesos con Sandra, obviamente.

Hemos culminado las pruebas que siempre se efectúan antes de las vacaciones de fin de año y me alegro de haber obtenido buenas calificaciones. Los chicos están organizando unos días en la playa y creo que será algo genial. Hasta a Zuce le emociona la idea de unos días de romance con mi hermano, aunque aún debe pedir permiso a su padre. Su relación ha mejorado, pero teme que esto sea más de lo que él pueda tolerar y aceptar. Pienso que en realidad no tendrá ningún problema, Raúl irá a hablar con su padre personalmente para asegurarse de que podrá ir con nosotros. Confía en su poder de convencimiento. Nuestra madre no ha puesto trabas porque mi hermano va, de lo contrario estoy convencida de que también hubiese tenido que hacer hasta lo imposible para que accediera.

No sé cómo, pero desde aquí han organizado todo, han localizado una casa de alquiler con varios cuartos para que todos tengamos nuestro espacio, la comida, cada detalle, y así no tengamos que preocuparnos de nada y lo mejor es que la casa cuenta con una gran piscina, así será doble la diversión. Pasaremos por la casa a buscar las cosas necesarias para esos días y al día siguiente nos iremos todos juntos en un taxi.

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– ¡Hemos llegado! –nos dice el taxista.

Todos bajamos del taxi y nos quedamos boquiabiertos ante la inmensidad de la casa.

– ¡Si esta es la fachada, preparémonos para lo que encontraremos adentro chicos! – les digo a todos que tienen tanto asombro como yo.

– ¡Pues sí, ya verán! ¡Yo aún estoy impresionado y sólo vi fotos! - nos informa Josué.

– ¡Pues entren de una vez! ¡Vamos! – dice Kevin.

Nuestra sorpresa aumentó al ver el recibidor, grande, espacioso y con una gran escalera lateral. Colgaba en el centro una gran lámpara de cristal que reflejaba los rayos del sol en toda la estancia como las bolas de las discotecas, pero aún más bello por ser los reflejos del sol transformados en arcoiris. Estábamos tan atónitos que no habíamos notado a la señora que esperaba por nuestra atención con una gran sonrisa en su rostro.

– ¡Bienvenidos a Villa Cristal! Me llamo Julia y los voy a ayudar en todo lo que necesiten mientras estén hospedados aquí, ahora los voy a guiar a sus habitaciones para luego mostrarles toda la casa ¡Vengan conmigo!

Recogimos nuestras pertenencias y seguimos a la agradable Julia por la impresionante escalera, todos en silencio inspeccionando el lugar con la mirada. En la planta alta habían muchas puertas posicionadas en forma circular y en el medio una gran cúpula de cristal, por esta entraban los rayos del sol, brindando mucha luz sin necesidad de usar electricidad. Las puertas tenían numeraciones así que pude concluir que eran nuestras habitaciones.

– En este piso están las habitaciones, en cuanto a diseño todas son exactamente iguales, así que pueden escoger la que deseen. Pasen a dejar sus maletas y en cinco minutos les daré un recorrido por la villa.

Dicho esto todos escogimos la puerta que más cerca nos quedaba y entramos. Zuce y yo escogimos una para nosotras. Josué y Kevin optaron por compartir también la suya, pero mi hermano y Dimitri prefirieron ir cada uno por separados. En el interior la vista era increíble, un gran ventanal de cristal ocupaba toda la pared frontal, mostrando una maravillosa vista al mar. Al momento pensé si los demás tendrían esta espectacular fotografía y me alegré de haber tomado este cuarto. Las dos camas eran un sueño y el baño contaba con bañera y ducha, ya me veía llenando la tina y disfrutando de un rico baño todos los días mientras Zuce reclama para que salga rápido del baño, pero lo bueno será que podré decirle que se bañe en la ducha que para eso está vacía,<<¡ja, ja, ja, sólo pensarlo me causa risa!>>

IrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora