Irina

Capítulo 18

– ¡Luego de este desayuno imperial estamos listos para comenzar el día! ¿Listos para la sorpresa que he preparado?

– ¿De qué sorpresa hablas Josué? ¿Estoy segura de que Kevin sabe al respecto? ¿Verdad, Kevin?

– ¡Ja, ja, ja es lógico Irina! ¡Les va a encantar!

– ¿No nos vas a decir de qué trata Josué?

–Raúl, si les digo deja de ser una sorpresa y perderá toda emoción, muero por ver sus caras cuando se enteren de qué cosa hablamos.

– ¡Bueno si es así para luego es tarde, vamos mi loquilla!

– ¡Ja ja ja, vamos Dimi!

Nos montamos en un taxi y emprendimos el rumbo a la sorpresa. La intriga y el misterio tenían a Kevin y a Josué al mando de la situación y se estaban divirtiendo mucho con nuestras inquietudes. Luego de media hora de viaje, llegamos a una finca, todos nos bajamos y lo primero que pasó por mi mente fue que iríamos a un lago o a una excursión. Por desgracia no nos aclararon ni desmintieron nuestras hipótesis. Así que crecía aún más nuestra ansiedad.

Nos dirigieron por la finca como si la conocieran de toda la vida, cada roca y árbol tenían una historia, luego de una pequeña caminata por un sendero, finalmente llegamos a nuestro destino.

– ¡Vamos a lanzarnos por la tirolesa!

–¡No, no, no! ¡Conmigo no cuenten! – al momento protestó Zuce.

– Sino deseas hacerlo, no es problema, es normal tener miedo a las alturas o a experiencias nuevas. –la consoló mi hermano abrazándola y dándole cariños.

– ¿Y tú mi loquilla? ¿También necesitas que te abrace y te dé besitos? ¿También le temes a las alturas?

– ¡Siempre mi troglodita! ¡Siempre voy a querer tus besos y abrazos! Ahora en cuanto al tema de las alturas, la verdad es que le temo, pero no me voy a perder esta experiencia por nada del mundo, y menos que luego anden diciendo que me llené de miedo y no salté ¿Te lanzas conmigo? ¿Juntos?

– ¡Con mi loquilla hasta de un quinto piso! ¡Dime rana y yo salto!

– ¡Ja, ja, ja! ¡Por eso te quiero tanto! – entrelazo mis manos por su cuello y lo jalo hacia mí, llevo mis labios junto a los suyos y lo beso como si estuvieramos solos en medio del bosque, solos los dos. Me aprisiona contra él y me devuelve el beso con más pasión aún, nos besamos y el mundo se paraliza a nuestro alrededor. Es mágico hasta que somos interrumpidos y recordamos que en realidad no nos encontramos solos.

– ¡Jum, jum, jum! ¿Necesitan una habitación? ¡Un poco de por favor ja, ja, ja! – se burla Kevin de nosotros.

– ¿Raúl? ¿Sólo falta saber si vas a saltar o también le temes a las alturas? – le preguntó Dimitri.

Mi hermano se apartó de dónde nos encontrábamos para tener un poco de privacidad al conversar con Zuce. Todos observamos, curiosos, por saber cuál sería el tema de esta conversación. Finalmente la abraza y se juntan con nosotros.

– ¡Saltaremos juntos! ¡Nadie se va a quedar sin saltar! ¡Estamos todos listos!

– ¡Genial!¡Bien Zuce, estoy orgullosa de ti! ¡Debemos enfrentar los miedos!

– ¡Me es muy difícil decirle que no a tu hermano Irina!

Nos pusieron a todos los implementos necesarios, nos dieron las orientaciones y ya estábamos listos para la gran azaña. Primero se lanzó Kevin, todos miramos espectantes como llegaba hasta el otro extremo, le siguió Josué y lo seguimos con la vista ansiosos, mis nervios iban en aumento y perdía la fuerza de mis pies, mi hermano me hizo señas para ir ellos primero, Zuce se colocó las manos en la cara y fue dando gritos hasta la mitad del camino donde finalmente se atrevió a mirar y guardó silencio. Finalmente llega nuestro momento, y yo soy un manojo de nervios, imagino cuál es mi cara, que Dimitri me ha tenido que abrazar.