Los días pasan a una velocidad inimaginable, esto siempre pasa cuando uno es feliz. Las horas de la jornada no alcanzan y deseas que se conviertan en cuarenta y ocho en lugar de veinticuatro para poder pasar más tiempo con la persona que queremos.
Dimitri hace muy amenas mis horas, cualquier horario libre que tenga busca la manera de hacer que me divierta y la pase genial. Hemos ido varias veces a la finca junto al lago para disfrutar de las fiestas que ahí realizan, la última vez logramos que Zuce y Raúl se nos unieran, a Kevin y Josué no hay que incistirles nada, siempre están dispuestos para cualquier diversión que se presente. A pesar de que mi hermano y Zuce no querían ir, lo disfrutaron incluso más que nosotros, el ambiente y su decoración enamoran a todos, y ellos no son la excepción. Sus bocas abiertas indicaban su asombro por todo lo que veían, y la música fue lo que más disfrutaron.
Nosotras nos apuntamos para cantar en el karaoke, a mí esas cosas me dan mucha pena, pero con el trago a base de limón que me tomé siento valor suficiente para perder la vergüenza y subirme a la tarima con valentía. Zuce y yo escogimos una canción romántica que ambas conocemos y está en nuestra lista de canciones favoritas. Entre risas y miradas cantamos toda la canción, mi cara la sentía roja de la pena, pero la alegría que sentía podía más. Nos aplaudieron al terminar y Dimitri me ayudó a bajarme, no es que fuera algo complicado pero siempre busca la manera de poder estar bien cerca de mi. Se quedó así por unos instantes donde todo desapareció, sólo podía ver sus hipnóticos ojos y sentir su embriagador aroma a cítricos, no deja de ser mi aroma favorito desde que lo conocí. Me desliza un poco para quedar cargada a la altura de sus caderas, es la medida perfecta para quedar frente a frente, nariz con nariz, boca con boca, y me alegro de siempre ser práctica y no andar con un vestido, sino con un short. Con sutileza me besa, un pequeño roce a mis labios, pero me sabe a poco e impulsada por la bebida devoro sus labios sin ningún pudor, como si llevara días sin besarme aunque sólo hubiesen pasado unos cinco minutos, o menos, hasta la noción del tiempo pierdo por sus labios carnosos. Sus labios muestran una sonrisa indicándome que era justo lo que él quería, mis besos, mis deseos por él, que no me conformara por apenas un ligero roce en mis labios. Toma el control y me besa con pasión desenfrenada, siento que me deja sin aliento y cómo mi estómago se contrae por el placer que me provoca. Pasaría todo el día besando su boca, mirando sus ojos y perdida entre sus brazos. Se ha convertido en una droga para mi, cada día quiero más y más de él, es mi pensamiento constante las veinticuatro horas del día, porque hasta dormida se apodera de mis sueños y de todo mi ser.
Mis sueños se han convertido en algo completamente nuevo para mí, han pasado a otro nivel. Antes a penas podía recordar qué había soñado, o siquiera si lo había echo. Pero ahora soy capaz de recordar hasta con detalles todo de ellos. El gran por ciento es con mi troglodita. Nuestros apasionados momentos juntos se intensifican en cada una de mis ensoñaciones. Mi mente empieza a asustarme con todo lo que está produciendo en base a mis pocas experiencias vividas junto a él, recreando cosas que no han pasado y que ni siquiera conozco. La imaginación es un arma muy poderosa y la mía anda acelerada y desbocada.
- ¡Vamos a ver si se comportan ustedes dos que estamos en un área pública! - nos regaña mi hermano al notar cómo andamos besándonos en frente de todos.
<<¡Qué pena, había olvidado por un momento dónde estábamos! ¡Dimitri me pone en cada aprietos!>>
Me baja y nos miramos con una mirada cómplice y me junto con Zuce, ella se ríe ante el enojo de mi hermano y me toma de la mano para buscarnos otra ronda de bebidas, realmente la necesito porque Dimitri me ha dejado sedienta.
- ¡A tu hermano le va a dar algo si te vuelve a ver así!
- ¡Zuce es que me descontrola, me deja fuera de mí, el lado razonable se apaga y sólo pienso seguirle la corriente! ¡Estoy enamorada! ¿Es normal que me sienta así? ¿Es normal que sólo piense en él? ¿Hasta que sueñe con él todas las noches?
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Irina
RomanceIrina, es una joven que está a punto de empezar una nueva etapa en su vida estudiantil, dispondrá de 3 años para decidir qué carrera estudiar, porque a esta altura aún no tiene claro que desea ser cuando "sea grande", como dicen los niños. En este t...