Manipulador, codicioso, envidioso, posesivo, perverso...
Miles es un chico que está dispuesto a lograr sus objetivos, principalmente llegar a ser una gran estrella de Hollywood... Aunque no de la manera correcta.
Un joven que parece inofensivo... pe...
— Malena nos amamos, y yo quiero compartir mi vida contigo — decía Miles mientras le acariciaba su mejilla.
— Es que no se... Han pasado tantas cosas entre nosotros... No se si ésto va a funcionar — ella estaba confundida.
— Mi amor ya te lo he dicho varias veces... Dame otra oportunidad... Ya te he dicho que estoy decidido a cambiar.
— Miles... Necesito tiempo... Así que por favor, vete, déjame sola. — dijo Malena suspirando.
Miles asintió con la cabeza, y se retiraba.
— Cuándo tengas una respuesta... Házmelo saber — dijo Miles cerrando la puerta.
Malena estaba estresada, estaba como en un debate... Pero en el fondo sentía que tenía que darle lo mejor a su hijo. Ella llamó a Adam y Rose para que le dieran apoyo en estos momentos.
— De verdad no me esperaba esto, discúlpame por ausentarme todo este tiempo, ¿Cómo te sientes? — le preguntó Adam.
— Me siento muy confundida... Se que tengo que ver por mi hijo... Pero ya me había decidido a estar con Ethan, y por más que quise, Ethan me rechazó — dijo Malena. — y eso es lo que no entiendo... ¿Por qué? Él me propuso que fuéramos una pareja.
— ¿Tú crees que por tu hijo, haya cambiado de decisión? — preguntó Adam.
— Se que le afectó enterarse, estaba presente cuándo me dieron la noticia... Pero... No creo que ese sea el motivo... Porque se que lo que más quería en la vida era formar una familia — decía Malena mientras caminaba de lado a lado muy pensativa.
— Amiga no te mortifiques... Mejor cuéntanos, ¿A que vino Miles? — preguntó Rose.
— Él vino a proponerme matrimonio — dijo Malena seria, dejando asombrados a Adam y a Rose.
— ¿En serio lo hizo? — preguntó Adam.
— Sí... Me mostró el anillo que trajo para mí... Pero no le di ninguna respuesta, con tantas cosas no se que hacer — decía mientras respiraba profundo y se agarraba la cabeza de frustración.
— Bueno, no sé, ¿Piensas ser una madre soltera? — preguntó Rose.
— Por mí hijo tengo que hacer las cosas bien. No le veo nada malo ser una madre soltera. Pero tanto mi madre... Como Ethan... Me han dicho que un bebé debe crecer en una familia, completa, llena de amor, de cariño. — hablaba Malena.
— Lo que tú decidas, te apoyaremos — dijo Adam abrazándola.
Por otro lado, Ethan estaba empacando para mudarse a su nuevo hogar.
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