Capítulo 23 : "El Rapto"

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Noah había entrado a la casa de Miles para que éste confiese la verdad sobre la muerte de Malena.

— ¡Tú querías dejar a mi hijo sin madre! ¡¿Ya estás contento no?!

— ¡No es cierto Miles! ¡¿Por qué te enzañas conmigo que te he hecho para que me odies tanto?! No te bastó con romper nuestra amistad, ¡Con humillar a Gwen y hacerme daño! Ahora además quieres acusarme de haber provocado la muerte de Malena — decía Noah.

— ¡Por supuesto! ¡Y te voy a hundir porque te lo mereces! — dijo Miles. — Nunca vas a poder demostrar que no la empujaste, la sirvienta te vió al borde del ventanal.

— Si pero tú sabes que no lo hice, yo no tenía intenciones de matarla a ella. — respondió Noah.

— Pero si tenías intenciones de matarme a mí... Acéptalo Noah, acepta tu destino.

— ¡Yo no voy a ir a prisión porque yo no hice nada! ¡Algo me dice que todo esto lo planearon tu y Matthew! - acusaba Noah.

— ¿Y si así fuera qué? — dijo Miles riéndose.

— ¿Por qué quieres que crean que fui yo?

— Porque eso es lo que me conviene — dijo Miles susurrando.

— No es justo... Así que quieras o no vas a tener que decir que yo no maté a Malena. — decía Noah.

— ¿Así? ¿Y cómo piensas obligarme a decir lo que tú quieres?

Noah comenzó a ahorcar a Miles, gritándole y exigiéndole que diga la verdad.

— ¡Tienes que decir la verdad delante de todos! Total... Si todos creen que fui capaz de matar a Malena, ¡Que más da que ahora te mate a ti! — dijo Noah.

Miles pedía auxilio, su padre que estaba en el estudio con los padres de Noah salió a ayudarlo. Entre Bill y Collins separaron a Noah de Miles.

— Me quería matar... Quiso matarme — decía Miles haciéndose la víctima.

Noah estaba cómo loco, lleno de rabia, tratando de zafarse de Bill y Collins para atacar a Miles.

— ¡Nos está engañando a todos! ¡Miles acaba de confesar que yo no mate a Malena! ¡Díselo! ¡Diles la verdad! — exigía Noah.

— ¡No me quieras obligar a mentir! Hay testigos de lo que pasó... ¡Hasta cuándo me vas a seguir torturando Noah! ¡Déjame en paz! — decía Miles. — Y a usted le digo, ¡Señor Collins! ¡Si no quiere que suceda otra desgracia encarcele a su hijo! ¡¿No le bastó con la muerte de Malena?! — Miles se retiró a su habitación.

— ¡No te vayas Miles, eres un maldito! ¡Tienes que aclarar todo!. Papá no le creas, ¡Miles es un hombre Despiadado! — decía Noah.

— ¡Ya basta! Eres un asesino, no voy a permitir que le hagas daño a mi hijo y a mi nieto... Voy a llamar a la policía. — dijo Bill.

— Padre, madre, les juro por Dios que yo no la maté. — dijo Noah escapando nuevamente para que la policía no dé con él.

— Tal vez usted no participe para encarcelar a su hijo, pero entienda que tarde o temprano, va a ser atrapado. Vivo... O muerto — advirtió Bill.

Los padres de Noah se retiraron de la casa de los Washington mientras Bill fue al cuarto de Miles quien se encontraba cuidando a Joshua.

— Ya se fueron hijo. Noah volvió a escapar. — dijo Bill.

— Es el colmo que esto esté pasando. Papá, Noah tiene que ser atrapado. — dijo Miles.

— Ya quédate tranquilo, y mejor vámonos de una vez, Ethan nos espera para el entierro de Malena. — dijo éste.

The Bad Boy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora