11. Dr. Feelgood

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Era fin de semana y, como era de costumbre, mis amigas salían de fiesta a la discoteca más cercana o la que estaba de moda en ese momento. Sin embargo, yo era la aguafiestas que prefería quedarse en casa mirando Netflix mientras comía popcorn o helado. No era que odiaba salir de fiestas, odiaba el hecho de salir todo el puto fin de semana y todos los que el mes trae.

Me quedé en mi departamento ordenando mi living el cual estaba hecho un desastre debido a la visita de mis adorados sobrinos. Juguetes de dinosaurios, pelotas de fútbol y más estaban desparramados por todos lados.

Cuando terminé con el desastre y ahora podía llamar a mi living una sala limpia y con dignidad me dirigí hacia la cocina. Me había quedado sin popcorn y ya no tenía tiempo para salir a comprar otra nueva bolsa. Tomé un paquete grande de papas fritas y mi bebida favorita de mis noches de películas: cerveza.

Me senté en el sillón más grande de la sala, justo en frente de mi nuevo televisor, regalo de mis padres por mi graduación en la universidad. Tomé el control remoto y entré a mi plataforma de streaming preferida. Me demoré unos minutos en encontrar algo que llamara mi atención hasta que sonó mi celular.

- ¿Quién habla? - pregunté al teléfono. La llamada provenía de un número desconocido.

- Soy yo, linda - dijo un risueño muchacho del otro lado. Podría reconocer su voz en cualquier lado. - Olvidé mencionarte que sin querer derretí mi teléfono mientras me encendía en llamas por diversión y bueno - rió - tuve que comprar otro.

- Sí que eres un imbécil - reí - ¿Qué tal, fósforo? - reí de nuevo.

- Aburrido, cariño. Esta vez no tenía ganas de impresionar a todas con mi belleza y encanto - rodeé mis ojos al oírlo.

- ¿Tú, un fin de semana aburrido y en casa? - pregunté atónita - ¿Quién eres y qué has hecho con MI Johnny? - reí haciendo énfasis en la palabra "mí".

- Esta vez pensaba pasar tiempo a solas contigo, así nos entretenemos mejor - contestó con voz seductora.

- Pues ven a mi casa, cariño. Estaba por ver la secuela de "El Stand de los Besos".

- ¿Por qué a todas las chicas les gusta esa estúpida película? - preguntó indignado.

- Al menos a mí me gusta por la trama - contesté divertida.

- Si claro - respondió sarcástico - la trama titulada "Jacob Elordi" - dijo para luego yo largar una carcajada - ¿qué le ven al sapo ese?

- Es alto, apuesto, divertido, actúa bien - dije entre risas. Amaba molestarlo.

- Ya cállate y espérame. Voy en camino. No te vayas a comer las papas fritas - me advirtió Storm.

- Tarde, están deliciosas - dije hablando con la boca llena de frituras.

- ¡Hey! - exclamó. Yo largué una carcajada más fuerte al escucharlo. Terminé de comer y le respondí.

- Ten cuidado, cariño. Aquí te espero - dije antes de colgar la llamada.

Mientras esperaba a Jonathan pasé de Netflix a Youtube y miraba mi programa de comedia preferido. Estuve entreteniéndome con videos hasta que sonó el timbre de mi departamento. Me levanté rápidamente y fui a abrir la puerta. Ahí estaba el chico que con sus tonterías y su, muy escondido, gran corazón me había enamorado.

Nos conocimos en una conferencia de prensa de los cuatro fantásticos, donde Sue y Reed anunciaban que iban a ser padres de su primer hijo y además, su renuncia momentánea al grupo de superhéroes. Ben aprovechó el momento y decidió irse de vacaciones a una isla paradisíaca con su novia Alicia. Johnny, mientras tanto, fue el único que continuó con su labor de protección de personas. Yo era una de tantos fotógrafos que capturaban el momento del anuncio del nuevo mini integrante de los cuatro fantásticos. Había tomado varias fotos tiernas de Reed y Sue mirándose a los ojos con el más puro amor y en otras donde ambos se abrazaban mientras otro miembro tenía la palabra. Así que me decidí y me presenté en el edificio de los superhéroes y, por casualidad, me crucé a Johhny en el ascensor. Éste no paró de alardear sobre su ego y coqueteó conmigo desde que entré hasta que me fui del edificio. Sin embargo, yo no me interesé en él hasta que, harta de su insistencia, decidí darle una oportunidad. Fue la mejor decisión que tomé.

Burnin' Up with Evans & othersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora