❤ LET 03 ♠

253 20 2
                                    

César: Perdóname Victoria... perdóname por haber sido débil... por no haber enfrentado a tu padre y haberme casado contigo... por no haber enfrentado a todos... fui un cobarde en dejarte con Edu... en renunciar a nuestro amor... tu padre me buscó y me prohibió buscarte, de casarme contigo...- confesé cerrando los ojos - siempre te amé y fue viendo mi error, que intenté corregir... pero fue demasiado tarde - suspiré - y por mi culpa, hoy estás atrapada a ese maldito hombre.

Cerré mis ojos, sintiendo su cuerpo junto al mío.

Victoria: ¿Por qué nunca me dijo nada César... si me lo hubieras dicho, yo habría enfrentado todo y hoy... hoy estaríamos juntos...- lo miré llorando - habríamos sido tan felices.

César: Yo sé mi amor... yo sé...- susurré secando su rostro - pero yo no podría decirte nada... no tenía el derecho de desordenar su vida, no más que yo ya había desordenado - suspiré - perdóname por todo lo que te he causado... por todo lo que te causo... te amo tanto... tengo tanto miedo de perderte.

Victoria: Aún así... debería haberme dicho... sería todo tan diferente...- sonreí débil, en medio de las lágrimas - tendríamos hijos juntos... una família linda César... ¿ Por qué me lo negó?... ¿Por qué?...- pregunté dolida, golpeando su pecho.

César: Yo sé que tendríamos... pero no tuvimos... nos equivocamos Victoria... los dos cometimos errores...- le apreté en mis brazos - no llores mi amor... no me gusta verte así...- susurré besando sus cabellos - vamos a dejar eso y vamos a seguir... te prometo que tendré más paciencia con todo, que seré más comprensible... yo sé que las cosas para ti no son fáciles, especialmente con dos niños pequeños.

Victoria: Uhum...- susurré bajito - está bien... gracias por entender...- solucé y limpié mi cara - me prometes que va? Pero es para prometer de verdad.

César: Yo prometo mi vida... tendré toda calma con esta situación... seré tu soporte en todo - hablé sosteniendo su cara, mirando en sus lindos y penetrantes ojos - te prometí que no te soltaría más y no voy... no, para nada... ya te perdí una vez y no perderé otra vez.

Victoria: Es bueno mismo Évora... porqué si lo haces de nuevo, no vas a tener otra oportunidad...- lo miraba atentamente - yo te amo su bobón...- hablé medio llorosa y escondí mi cara en tu cuello.

César: No voy mi amor... no voy - la estreché en mis brazos - yo soy un tonto... un tonto que te ama mucho.

Tomé mis manos a la espalda de el, le apretando un poco.

Victoria: Tengo que ir...- dijo en voz baja y triste.

César: Está bien - suspiré - nos vemos cuando puedas - besé sus cabello - cuídate y cualquier cosa me avisa.

Victoria: Cuando llegue te llamaré, ¿Está bien?... puedes salir mañana?...- hice preguntas en voz baja.

César: Está bien... estaré aquí... prefiero estar un tiempo solo... entonces podemos salir a donde quieras - sonríe.

Victoria: Está bien mi amor...- besé el canto de sus labios - cuando necesites, llámame... no importa la hora ¿si? Vengo... en serio César... si me necesitas, llámame.

César: No te preocupes, estaré bien - hablé mirándola - ahora vayas que ya es tarde y el camino es largo - suspiré.

Victoria: Uhum...- suspiré pesado... le di un pequeño beso y me fui a pesar de todo, volviendo a mi casa.

La vi salir y volví a la habitación, donde me acosté, pensando en todo lo que había pasado entre nosotros.

Muy lejos de allí...

Había llegado a casa mucho antes de lo programado y para variar, mi bella esposa no estaba. Me bañé, jugué un poco con mis hijos y fui a la habitación, donde iba a esperarla.

Cuando llegué y entré con el coche en el garaje, vi el coche de Omar y respiré hondo. Él ya había llegado y probablemente iba a escuchar un bello sermón. Entré en casa y después de ver mis pequeños, caminé en pasos lentos hasta que llegué allí y entré en silencio.

Omar: ¿Dónde estabas Victoria? - hablé seco mirándola.

Victoria: Y eso te importa desde cuándo?...- le dije quitándome los zapatos y caminé hacia el baño.

Me levanté de la cama y me acerqué a ella, sosteniendo su brazo.

Omar: Es mi mujer y me debe satisfacción de todo lo que haces - la volví con rabia hacia mí - ¿Estaba con su amante, su vagabunda? - me acerqué la nariz a su cuello, sintiendo el perfume de otro - te dije que no jugaras conmigo y no lo hará Victoria - le apreté el brazo - te quitará ese olor de tu cuerpo y regresa, tu hombre te extraña - la solté bruscamente - no quiero olerlo en tu cuerpo.

Victoria: Soy su esposa y no su juguete, su imbécil...- le di una bofetada - él no es mi amante... es el hombre que yo amo...- sentí él soltarme - ahí... no voy a hacer nada... nada ¿Me oyó Omar?... no me tocarás... nunca más... el único olor que quiero en mi cuerpo, es el de él.

En ese momento me enfurecí y sin pensarlo dos veces, le di una bofetada en la cara. Descargando toda mi furia en ella.

Omar: Eres tan puta que no tienes la capacidad de ocultar el caso extramatrimonial - me reí sin ganas y le agarré el brazo - eres mía Victoria, quieras o no, estás casada conmigo y si puedes abrirte a él, debes y me abrirás... sé que no quieres estar sin tus hijos, así como no quieres tener tu carrera tirada en el barro... porque yo hago cuestión de fingir el cuerno de esa historia ante los medios y la gente... ya imaginó los titulares estampados en todos los noticieros? Mientras Victoria Ruffo estaba en los brazos del fiel amante, su adorable esposo Omar, cuidaba de sus hijos... incluso José Eduardo, hijo de la primera boda de la actriz... que indecencia predicar la fidelidad... el respeto... el matrimonio, mientras se divertía a expensas del pobre marido, que ni soñaba que tenía una aventura con su amigo - ri malicioso - ahora va allí mi amor... se arregla bien para su marido, tendremos una noche inolvidable - la solté con rabia.

Lo miré poniendo la mano en la cara y lo empujé con fuerza, tentado a soltarme.

Victoria: Yo te odio Omar... si haces eso, te juro que te voy a destruir... no sabes de lo que soy capaz Omar... crees que vas a conseguir destruir toda mi vida y no te voy a llevar junto?...- ríe sin voluntad - estás equivocado... si me caigo, te llevaré conmigo.

Omar: Poco me importa tu odio mi bien... de ti sólo quiero tu influencia y tu cuerpo - sonríe de lado mirándola - no vas a destruir la vida de tu pobre marido ¿Olvidaste que soy la víctima? ¿Has olvidado lo conservador que es nuestro país? ¿La gente con la que convivimos? Cariño no finjas que esto no te afecta... te conozco perfectamente, para saber lo importante que es tu carrera... ahora te vas a quitar ese olor a zorra que llevas, porque no lo soporto.

Victoria: Un día voy a hacer que te arrepientas de todo el dolor que me causa Omar... te vas a arrepentir amargamente...- tiré una almohada que tenía allí en él - la vagabunda aquí, no va a dormir contigo...- dijo yendo al baño - si me quieres, vas a tener que matarme primero.

Fui tras ella y la tiré bruscamente por el brazo, pegando su cuerpo junto al mío.

Omar: ¿Va a ser por bien o por mal Victoria? ¿Recuerdas nuestra última vez? No quiero hacerte daño, pero no significa que no pueda - le susurré al oído - te dije que cada vez que me niegue a tu amor, te lastimaré y no queremos eso... o te gusta? Por mí no hay diferencia alguna.

Victoria: Para Omar...- intenté soltarme de él - déjame en paz... ¿por qué haces eso?... ¿por qué insistes en hacerme daño?... ya tienes lo que siempre quisiste Omar... ya tienes la fama que yo te pude dar... ¿por qué no me dejas?... ¿por qué insistes en torturarme así? y aún usas a nuestros hijos para hacer eso!?... ¿que tipo de padre eres?

Omar: No se hagas de rogada, porque de víctima aquí usted no tiene nada... si puede tener un amante, puede soportar todo que su maridito le proporciona... está atada a mí, hasta que la muerte nos separe mi vida... no involucre a mis hijos en eso, sabe que los amo mucho... ya usted, tanto hace - la solté - no tardé - hablé y salí de allí.

Sigue...

Llévame En Ti - Victoria y César (Español) (Concluido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora