Llévame En Ti - Victoria y César (Español) (Concluido)

♦ LET 16 ♣

Sonreí mirando a Marcela y me alegró ver que ambas estaban bien. No me importaba si ella me odiaba o no, lo que importaba era que ella estaba bien con su hermana. Victoria y mis hijos, son todo lo de más precioso que tengo en esta vida.

César: No hay nada que agradecer, dejaré las dos a voluntad, si necesita es sólo llamar que vengo - las miré y salí dejándoles.

Victoria: Mejor no lo hagas... se ríe - el se pone un poco molesto cuando dicen no a su comida - sonreí mirando mi amor - está bien mi vida...- lo miré salir y agarré la bandeja.

Marcela: ¿Quién no se queda? - me reí y le ayudé a organizar todo... dejé mis cosas al lado y me acomodé mejor en la cama... empecé a merenda con ella, mientras hablábamos como hace mucho tiempo no hacíamos.

Tiempo después me despedí de mi hermana y fui a casa a quedarme con mi niña y mis sobrinos. En realidad todos estábamos en la casa de mim mamá.

Tiempo después...

Las semanas habían pasado y con eso un mes, finalmente había llegado el día del juicio de Omar. Victoria fue llamada para testificar, al igual que Lolita, que era uno de los principales testigos. La doctora de Vicky que siempre le atendió y supo de su cuadro clínico. Marcela que había presenciado una de las varias tentativas de abuso y Edu, que por desgracia escuchaba todo lo que pasaba. El mismo estaba acompañado de una psicóloga, que estaba haciendo terapias con él. Fue una larga y dolorosa audiencia, no tenía la menor dimensión de lo que mi vida había pasado en manos de aquel animal, hasta que oí todos sus relatos y vi todas las pruebas. El juicio duró casi todo el día y terminó al principio de la noche. Omar fue sentenciado a cadena perpetua, además de perder la custodia de los niños, que ahora era sólo de Vicky y el divorcio.

Con la gracia de Dios, mi amor estaba libre de aquel infierno y ahora viviríamos en paz. Cuando salimos nos rodearon los periodistas, pero preferimos no declarar nada. Como ya imaginarán, esos buitres tenían materia para el resto de sus vidas. ¿Pero a quién le importaba eso y lo que la gente hablaba? Nadie. Después de todo lo que hemos vivido, sólo pensamos en nuestro amor y en los niños, nada más que eso. Como era de esperar, tuve que volver para grabar el final de la novela y agradecí por haber sido sólo la recta final de ella. Así que luego retomé y me quedé al lado de mi mujer y de nuestros pequeños que tanto amaba. Ahora nos alejaríamos un poco de todo y cuidaríamos de nuestro amor y de nuestra familia. Después de un día agotador cuidando a los tres pimientos, los metí en la cama y me fui a nuestra habitación. Vicky ya estaba acostada en nuestra cama, me acerqué después de cerrar la puerta y me senté a su lado.

César: Al final durmieron - me reí - ¿Estás bien? ¿Quieres algo?

Victoria: Amor...- ri poniendo la mano en la cara - gracias... estaba muy cansada, mañana los pongo a dormir...- acaricie su brazo - ven... acuéstate aquí conmigo.

César: No te preocupes, me encanta ponerlos en la cama... sólo siento pena por Lolita, por el lío que dejaron - me reí en la cama - amor, ese apartamento es pequeño para continuarmos aquí, creo que es hora de mudarnos Vicky... quiero que los chicos se pongan cómodos, que tengan donde jugar y también quiero tener un lugar para mis hijos, cuando vengan a visitarnos... Mari y Rafa te aman y están locos por venir.

Victoria: Pobrecita da Lolita...- sonríe - entonces vamos tras una casa mi amor... quería decírtelo hace tiempo, pero no había tenido la oportunidad... ahora que lo mencionas, vamos a combinar para buscar una... así podremos estar más a gusto...- sonreí - yo también adoro a sus hijos mi amor... siempre fueron unos dulces y se ganaron mi corazón, así como a su papá.

César: Eso ya lo sé, conquistó a todo el mundo - apoyé mi cabeza en su regazo - vamos sí mi vida, podemos ir mañana... Vicky yo quería preguntarte una cosa - la miraba enamorado.