♦ LET 02 ♣

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César: Huracán...- sonríe jadeando - me matará de placer - susurré mordisqueando sus labios.

Victoria: Usted no se queda atrás amor...- dijo jadeando - qué locura César...- sonríe - usted que casi me mata su safado.

César: Un travieso que amas - le miré fijamente... salí de dentro de ella y me acosté a su lado, le abrazando apretado - menos mal que no he matado a mi amor... acabamos de hacer una gran locura de amor.

Victoria: Amo mucho...- ríe acurrucado a él - y que locura César... casi me enloquece de verdad.

César: ¿Cómo de cerca? - reí - imagina yo... mi cuerpo ni me responde más... dime que te quedarás aquí conmigo... estoy con tanta nostalgia de ti... de estar juntos - suspiré acariciándola.

Victoria: Ojalá pudiera decirte eso mi amor... pero no puedo... Omar llega hoy de viaje y tengo que estarlo... pero muy pronto estaremos mi amor.

César: Claro - respiré fuerte - pensé que hoy te quedarías conmigo... dejé todo y vine corriendo para acá... no quiero sólo eso, quiero a mi mujer conmigo - hablé en tono de cobro.

Victoria: Es César... hace unos días yo también quise, pero no tuve...- me levanté de la cama - no olvides que yo también tengo una "família"... vine aquí en cuanto supe que habías llegado... no puedo simplemente no estar allá.

César: Yo también tengo Victoria y la dejé con mi hija y aquí estoy - me senté en la cama mirándola - sabe que viajé porque mi madre estaba enferma y no podía dejarle sola, no fue paseo... hasta porque si lo fuera, era con usted que yo desearía estar y lo sabes.

Victoria: Sí, lo sé... así como sé tus obligaciones... pero parece que olvidaste las mías... - ¿Crees que no quería estar aquí contigo? Me encantaría, pero si no estoy allá mañana temprano, voy encontrar al diablo y ya sabes cómo es César.

César: Entonces va Victoria... va antes de que el diablo te encuentre - soplé con rabia - mi deseo es sólo uno, acabar con la raza del diablo y enviarlo al quinto de los infiernos, de una vez por todas - hablé vistiendo mi ropa - aunque pasara el resto de mi vida en la cárcel, te iba a librar de ese infierno de una vez por todas - hablé y salí de allí yendo a la cocina.

Victoria: ¿Estás loco César?... - fui tras él sin nada realmente - ¿Se está oyendo?... ¿De qué sirve matarlo si no vas a estar aquí?... por Dios... amor por favor... yo no quiero pelear contigo César... no sabes cómo me gustaría quedar... y dormir juntito de ti... pero no puedo amor.

César: No me importa Victoria... de una vez por todas, sacaría a ese maldito hombre de tu vida... de nuestras vidas... por amor soy capaz de todo - hablé sin mirarla - ya lo sé... lo sé todo... pensé que después de tantos meses lejos, podríamos pasar un tiempo juntos, que no fuera sólo sexo... placer... pero no puede... yo tengo que saber cuál es mi lugar en su vida... amante... amante y nada más... su marido está llegando, no va a querer llegar tarde para recibirlo - hablé con rabia.

Victoria: Está siendo injusto...- dijo seria - usted no es mi amante... hasta por qué si lo fuera, yo también sería suya ¿no es!? Siempre dices eso, César... siempre...- grité - he estado pensando que es verdad...- lo dije con rabia, volví a la habitación y empecé a vestirme.

César: Tú no eres mi amante y lo sabes muy bien... hace tiempo que no estoy casado con Vivian y lo sabes - hablé con rabia le siguiéndo - ya estás... tú sí estás casada... tienes una linda familia - sonreí sin voluntad - te rogué que no te casaras, yo me... me divorcié de ella para estar contigo y con Edu, ¿y qué hiciste? Me dice - me enfadé - siguió adelante con esa locura... se casó con el diablo, se convirtió en la primera dama del infierno... era poder que querías, es poder que tienes Victoria... soy un imbécil por amarte, por haber aceptado vivir esa maldita locura - andaba de un lado a otro nervioso - todavía vienes a hablarme de injusticia... ¿quien es injusto aquí me habla? ¿quién? - la miraba furioso.

Victoria: Me lo pidió minutos antes de la boda César... estaba tan enojada contigo que ni lo pensé dos veces... no César... yo no quería poder... yo ya lo tenía... yo quería vivir algo por lo que te imploré por un buen tiempo y tú no me lo diste... sólo decidió déjala cuando lo vio que me iba a casar... ¿qué te pareció? que yo estaría allí para siempre?...- dije con rabia y con una cierta puntada de dolor - ese fue su error... eres... tú eres sí... un perfecto imbécil... y yo soy aún más por haber venido a verte... por años me he contentado en por lo menos verte... incluso desde lejos...- lo he mirado - yo ya estoy cansada de sus cobranzas César...- dijo con la voz trémula - usted no está en esa maldita casa para saber lo que paso... no sabe ni de la mitad...- terminé de vestirme - si no quieres vivir eso, es sólo dejarme... no va a ser la primera vez, ¿no es?...- limpié mi cara de una lágrima que bajó allí - ¿soy, no? yo siempre soy el monstruo de la historia...- dijo pasando por él y yendo a la sala - pues bien Sr Évora... el monstruo aquí, no va a molestarle más... nunca más...- hablé con voz trémula y caminé hasta la puerta.

Fui tras ella y la sostuve en su brazo, Impidiéndole que se fuera.

César: No me vas a decir todo esto y salir así, dejándome aquí como el payaso de la historia, eso no Victoria... por una vez en la vida, sea mujer y enfrente las cosas... enfrente y decida lo que quiere... no tire esa culpa en mis hombros... si yo fallé, usted también erró... mierda - le solté y pasé la mano en la cara - mi hija era un bebé Victoria, ¿qué querías que hiciera? Dime... ¿crees que no llevo en los hombros la muerte de Inés? Mis hijos se quedaron sin madre y todo porqué te dejé, fui un cobarde... te traicioné... tú siempre fuiste mi amor, siempre... pero ese peso me asombró, yo no podía ver todo repetirse... pero lo hice Victoria... lo tiré todo hacia arriba y lo hice, por ti... por los dos... por nuestro amor - respire hondo - pero tú no me entiendes... nunca me entiendes.

Victoria: Yo entiendo... entiendo perfectamente... pero usted es que no entiende... lo que piensa que va a pasar con mis hijos César ?... hum ... dime... el mío también... Edu era sólo un niñito que te adoraba y tú con tu miedo, resolviste abandonarnos... y en el momento que yo más te necesité César... lo que pasó fue mucho antes de que estuviéramos juntos, entiendes eso...- hablé un poco alto - yo cuidé de tu hija como si fuera mía, mientras ella estaba con su madre... donde estaba su amor? dónde?...- dijo ya llorando - de nada sirvió que te hayas separado de Vivian... el daño ya estaba hecho aquí...- toqué mi pecho - me sentí un nada... vi que nunca dejaría de ser tu segunda opción y yo no quería aquello para mi vida... yo sólo quería tener una familia... intentar ser feliz... pero entré en un infierno... yo ya estoy cansada de vivir así... de oír todo de la boca de aquel hombre y todavía tener que oír usted acusarme y señalar las cosas César... a pesar de todo, yo estoy con tú... porque te amo... pero tú no ves... y después yo que no te entiendo... no estás casado... puedes hacer lo que quieras... yo no César... estoy atrapada en esta maldita vida y por más que lo intente, no consigo salir de todo eso... no consigo...- solucé.

Me sentía una completa basura por verla de esa forma, por saber que yo también tengo culpa de su sufrimiento. Me acerqué a ella y le tiré hacia mí, abrazándole apretado.

César: Perdóname Victoria... perdóname por haber sido débil... por no haber enfrentado a tu padre y haberme casado contigo... por no haber enfrentado a todos... fui un cobarde en dejarte con Edu... en renunciar a nuestro amor... tu padre me buscó y me prohibió buscarte, de casarme contigo...- confesé cerrando los ojos - siempre te amé y fue viendo mi error, que intenté corregir... pero fue demasiado tarde - suspiré - y por mi culpa, hoy estás atrapada a ese maldito hombre.

Sigue...

Llévame En Ti - Victoria y César (Español) (Concluido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora