♦ LET 18 ♣

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César: Tu Esteban siempre ha estado aquí, esperándote - sonríe besando su mano - eres tan hermosa, mi amor.

Victoria: Tu María también...- sonreí al verlo besar mi mano - lo sé...- bromeé y sonreí, yendo a su lado.

Nos volvimos hacia el juez, que pronto inició la ceremonia. Todo fue conducido con gran sentimentalismo por todos, tanto de quien estaba realizando nuestra unión, como de todos los que estaban viendo. Finalmente, habíamos dicho el siempre soñado sí, ahora haríamos nuestros votos y haríamos realidad nuestra unión. Tomé el anillo y me giré hacia Victoria, sosteniendo su mano izquierda.

César: Yo nunca creí en la superstición y en nada de esas cosas... pero siempre creí que todo en esta vida es una casualidad, un destino... todo tiene un qué y un por qué... esto es lo nuestro... todos los que están aquí, saben todo lo que vivimos, lo que sufrimos, muchos nos apoyaron en los momentos más difíciles, nos aconsejaron y nos impidieron hacer algo que fuera imprudente... después de todos estos años, finalmente estamos en un momento que no esperábamos vivir... una leyenda oriental, dice que las personas que están destinadas a conocerse, están conectadas por un hilo rojo invisible... nunca desaparece, permanece constantemente atado, uniéndolos y no importa dónde estén, no importa el tiempo, ni mucho menos la distancia... no importa cuánto tiempo pasen sin verse, sin hablarse... el hilo siempre los unirá... el nuestro siempre nos ha unido y hoy estamos aquí... muchas veces pensé en escapar... eso decía mi corazón, pero no pude... siempre has sido mi destino... eres mi yin... mi Maria... mi Victoria... la mujer que tanto amo y por ti me enfrento a quien sea... nada, te repito que nada en este mundo, es capaz de pagar la sonrisa que me regalan tus ojos... el brillo que tu alma refleja... la generosidad de ese enorme corazón que tienes... me encanta cada manía que tienes... me encanta su forma dura, pero tan delicada... una manera que no todos tienen la oportunidad de conocer, pero las que tiene son conquistadas... amo a la madre que eres... la mujer cuidadosa, responsable... dormilona - risas - me encanta lo profesional que eres... se entrega sin medidas, sin temor a las críticas... eres tú... eres la mujer guerrera y luchadora, que enfrentó tantas cosas sola... pero nunca se rindió - dejé salir algunas lágrimas - hace poco perdimos uno de nuestros bienes más preciados, pero no cediste... no me dejaste caer... incluso con dolor, levantaste la cabeza... me tomaste de la mano y juntos te estamos dando con todo esto... no nos conocemos en esa novela, nos conocemos de muchas otras vidas... quiero recogerte en todas partes, en todos los sentidos... una vida a tu lado, nunca será suficiente... te amo Victoria y te quiero como eres, sin quitarte nada... quiero a la frágil Victoria, la mujer que es dura, pero que siempre se entrega, a quien ama... a quien le importa... te quiero, en toda mi vida...- le sonreí poniendo el anillo en su dedo - te amo hoy y siempre mi vida.

Victoria: ¿Estás tratando de hacerme manchar la maquillaje Évora?...- sonreí con emoción... tomé el otro anillo y tomé su mano - todos los que me conocen, saben que soy una mujer de pocas palabras ... pero lo intentaré...- escuché reír a los invitados, al igual que él - nuestra historia está llena de momentos y acontecimientos inusuales... vivimos tanto juntos ¿no es Évora?... te vi como nadie más vio... como tú me viste a mí... conocí a alguien, que se escondía aquí...- toqué su pecho - un hombre fuerte por fuera y encantador por dentro... dueño de una simplicidad increíble... el hombre que tiene y siempre tendrá, mi corazón... me has mostrado la grandeza del amor... y tienes razón sobre la leyenda oriental, es más que acertada... nuestro hilo rojo está bien atado y nada ni nadie, podrá deshacerle... serás eternamente mío, como yo seré tuya, hasta los últimos días de cada vida que vivamos... sé que me adoras por completo... me sorprendería si no fuera así...- bromeé - yo nunca me entregaría mi amor... tengo las mayores motivaciones para seguir...- miré a mis hijos - tengo el pilar más fuerte para sostenerme...- lo miré - tal como soy suya...- sonreí un poco triste - nuestra familia será nuestra fuerza... a partir de hoy, comienza una nueva etapa en nuestras vidas... aquí, frente a todos los miembros de nuestra familia y amigos... yo te declaro amor y fidelidad... declaro que siempre estaré contigo y que nada ni nadie, nos separará, ni nos quitará la felicidad... siempre quiero estar a tu lado, San Román... junto al mío Señor Évora...- dijo llena de posesión - te amo César Évora... seré tuya, más allá de la eternidad.

Llévame En Ti - Victoria y César (Español) (Concluido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora