Iron Heart 2: Rematch

Capítulo 32

Niall se marchó temprano en la mañana, Kim y Sara ya estaban despiertas preparándose para la universidad asique vieron nuestra despedida, como supuse, no estaban nada felices de verlo.

- ¿En serio Chelsea? ¿Él otra vez?- Kim fue la primera en disparar

- ¿Que pasa contigo, que hay de Nick?- Sara fue la siguiente- pensé que habías superado a ese perdedor.

- No lo hagas, no hables así de él- reproché- pensé que eran mis amigas y estarían al menos un poco felices por mi. Lo amo y él me ama, es todo.

- No, Nick te ama. Ese idiota que acaba de irse por la puerta solo arruino tu vida y va terminar por destruirte y Nick ya no estará aquí para arreglarte de nuevo. Eres una puta egoísta Chelsea, admitelo.

- Honestamente no me importa lo que piensen de él, sino quieren volver a verme solo háganmelo saber pronto para conseguir otro lugar porque él vendrá seguido por aquí a verme-les muestro mi anillo- porque es mi prometido.

Entro en mi habitación dando un portazo, se que ellas no iban a estar muy felices pero pensé que por ser amigas buscarían entenderme, al menos darnos una oportunidad. Me cambio de ropa y tomo mi mochila y libros para salir a toda prisa, escucho a Kim gritar mi nombre pero la ignoro, sigo a pasos rápidos hacia la calle, por suerte solo vivo a pocas calles de la universidad. En el camino me reencuentro con algunas compañeras, me pasan algunos apuntes sobre las clases que me perdí y voy directo a mi salón a esperar que comience la clase, para mi mala suerte mi estómago ruge recordándome que no he desayunado pero no tengo animos de hacer el largo camino hasta la cafetería. Saco mi móvil para escribirle a Niall cuando un café es puesto frente a mi acompañado de una enorme dona glaseada. Nick se sienta a mí lado como si nada hubiese sucedido la noche anterior, lleva un par de lentes oscuros que lo hacen ver fresco pero los demás golpes en su rostro dicen otra cosa. Aún falta casi una hora para que comience la clase y se que me ha encontrado por una llamada de Kim.

- Gracias... -murmuro tomando un sorbo del caliente líquido y pellizcando la dona.

- Kim dijo que saliste a toda prisa del departamento.

Lo sabía.

- Lo hice, pero no quiero hablar de ello.

Intento no verlo a los ojos, aún estoy avergonzada por lo que sucedió y por mis sentimientos. Lo escucho tomar una profunda respiración.

- Estaba hablando en serio anoche Chelsea, no voy a rendirme.

- Nick... Por favor no...

Me besa de imprevisto y no tengo la fuerza para apartarlo, se que debo hacerlo pero una parte de mi no quiere. Y se que esta mal, porque le estoy haciendo más daño y no es lo que quiero. Cuando se aparta me acaricia suavemente el labio con su pulgar.

- Puedo sentirlo cuando me besas, se que me amas. Y no voy a renunciar a ti fácilmente cuando se que tengo una oportunidad.

- No hagas esto Nick, voy a casarme con Niall. Y no esta obligándome, yo quiero hacerlo.

- Dime que no sientes nada por mi y me alejare para siempre. Dime que durante todo este tiempo no anhelaste mi toque, que no te preocupaste por mi o te pusiste celosa. Dime que quieres que me vaya para siempre porque no significó nada para ti estar entre mis brazos casi todas las noches.

Se forma un nudo en mi garganta.

- Sabes que no puedo hacer eso. No podría mentirte, pero no quiero que esto termine en una tragedia. No te hagas más daño por favor, no quiero que salgas más lastimado por mi culpa.

- No voy a renunciar, y voy a demostrarte que ese tipo no vale la pena, sigue siendo un criminal y siempre será uno.

Me besa la frente en un gesto cariñoso y luego se marcha, mis ojos pican por las lágrimas no derramadas. ¿En que lío me metí? Debería haberle dicho que se alejara por el bien de ambos pero no quería verlo sufrir. Soy consciente de todo lo que ha hecho por mí, como me saco del infierno y me ayudo a volver a vivir la vida asique no podría decirle que eso no significó nada para mi.
El salón comienza a llenarse, mi café se ha enfriado y la dona queda olvidada en su bolsa, mi mundo se está desmoronando bajo mis pies. Nada de esto va terminar bien, puedo sentirlo en cada fibra de mi ser, todo se me sale de las manos y soy la única culpable.
Para cuando mis clases terminan estoy agotada y hambrienta, voy por algo de comida rápida y me siento a comer en paz, estoy a la mitad cuando mi móvil suena, es Finn, suspiro frustrada porque no quiero hablar con él asique lo ignoro hasta que vuelve a insistir.

- No es un buen momento.

- Nunca lo es- rie- ¿cuando ibas a decirme que tu ex y ahora actual prometido es nada más y nada menos que Iron Fists?

- Nunca. ¿Porque te importa y cómo es que lo sabes?

- Las noticias viajan rápido cariño, hay muchos que están esperando su regreso.

- Ni se te ocurra intentar convencerlo Finn, el tiene una carrera profesional.

- Lo sé, pero me haría ganar miles de dólares. Además perdería a mi estrella de las peleas femeninas. ¿Estas lista para el domingo?

- Será mi última, si Niall se entera todo terminará de la peor manera.

Se ríe histericamente

- Chica, si piensas que tu hombre no sabe todo lo que haces debes ser muy ingenua. Tiene gente vigilandote las 24 horas y sobre todo en las noches.

Por supuesto es algo que Niall haría.

- Lo que sea, te veré el domingo.

Termino la llamada y mi comida, me tomo mi tiempo para regresar al departamento en caso de que Kim y Sara estén esperándome para otra ronda de insultar a Chelsea. Para mi suerte no hay nadie asique me tiro sobre mi cama en paz, pensando en cuanta falta me hace tener a Niall a mi lado, le envío un mensaje y me contesta rápidamente.

"te extraño nena"

Sonrio como una tonta y miro embobada mi anillo, no he tenido el tiempo para disfrutar del pensamiento en que soy su prometida, después de todo lo que hemos vivido siento que ahora puede ser él mismo conmigo y confiarme todo, podemos estar juntos sin mentiras ni problemas. Le envío un mensaje a mamá para saber cómo está papá, los extraño demasiado, Dom también sigue enojado conmigo al parecer porque no he sabido nada de él en las últimas horas. En verdad espero que todo mejore, no me gusta lo que está pasando con la gente a mi alrededor y se que tienen derecho a dudar de él pero si yo pude superarlo ellos también pueden.