Isla desierta.

120 18 0
                                    

Despertó en la arena, siendo golpeado por el ardiente sol que cubria toda su espalda.

Sentía un enorme dolor de cabeza, digno de una poderosa rezaca.

Abrió los ojos, mirando borroso y en movimiento la orilla del mar.

Se dio vuelta en la arena, cerrando los ojos ante la luz del sol.

Se irguió, quedando sentado. Una vez que su vista y su sentido de la orientación se recuperaron, miro a su alrededor.

Frente a él: kilómetros infinitos de agua salada, atrás de él: una espesura de árboles que recubrían la isla.

Miro su ropa, su camisa ahora parecía un top y sus pantalones estaban rasgados. Su cabello... Bueno, este era un nido de arañas blanquecino y lleno de arena.

No había duda, se había varado en el agua. Se frotó la cara contra sus manos, frustrado he intentando no caer en el pánico.

Se levantó y decidió caminar por la orilla, con la esperanza de encontrar algún indicio de que no estaba perdido.

Al caminar sin rumbo, se sentía sediento, acalorado y débil.

Sus pies estaban descalzos, tocando la suavidad de la arena.

No supo por cuánto tiempo estuvo caminando, recobro el sentido cuando el aroma a pescado le golpeó la nariz.

Miro hacia todas direcciónes, buscando de dónde provenía el aroma.

El aroma venía desde el bosque, así que no tuvo otra opción más que adentrarse entre los árboles, siendo guiado por su hambre.

Mientras más caminaba, más se hacía presente el aroma a pescado y el sonido de una fogata encendida.

Cuando paso un manto de arbustos, ver a Jungkook aparecer frente a el con una piedra en la mano con la intención de golpearle hizo que se asustara.

-¡Haa! - se cubrió lo mejor que pudo con sus manos.

Al abrir los ojos, miro a jungkook tirar la piedra al suelo y suspirar con alivio.

-Jimin, ¿Que haces aquí? Pensé que~ - no pudo terminar la oración, pues el más bajito se había avalanzado a su pecho, abrazándolo fuertemente.

-¡Jungkook-ha! - grito jimin, contento por encontrar otra alma en aquella isla.

Jungkook, aturdido he incómodo por el repentino abrazó, solo lo dejo ser. Hasta que jimin reaccionó y se separó vergonsozamente del pelirojo.

-yo... Aham, creo que eso debería preguntarte yo a ti. - dijo avergonzado el peliblanco, tratando de recuperar un poco de la dignidad que le quedaba.

Jungkook, por su parte, solo reprimió una risita burlona y decidió contestar.

-Ambos nos caímos del bote juntos, así que es lógico que terminaramos en la misma isla. Trate de buscarte pero no te encontré, así que decidí buscar algo para comer y después iría a buscarte otra vez.

Jimin, durante esa explicación, desvío su mirada hacia la fogata, dónde un sabroso pez de cocinaba.

Jungkook se hizo a un lado, dejando ver a jimin el mini campamento y refugio que había improvisado el más alto.

-lindo, ¿He? - pregunto jungkook, mirando lo sorprendido que lucía jimin.

Jimin miro a jungkook con sus ojitos que irradiaban sorpresa, pero al ver la sonrisa burlona y egocéntrica que decoraba el semblante de Jungkook, frunció el ceño con odio.

Amor entre profesoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora