Jimin fue estrellado y acorralado contra el concreto que rodeaba el aparcamiento de la Universidad.
Debido a los besos que eran depositados con desesperación en su cuello, podía apostar a que aquel hombre lo había extrañado durante el fin de semana.
Sonrió dulcemente cuando esté mismo hombre mordió su labio inferior y dejo de besarlo.
-¿Me extrañaste? - pregunto divertido, soltando una risita burlona.
El sonrió divertido, se separó del más bajito y dió media vuelta, yéndose del lugar, pero jimin le tomo de la mano, deteniendo su avance.
-Profesor Russo, ¿A caso planea dejarme con esta calentura del demonio que usted mismo provocó? - sus mejillas se incharon en un puchero demandante.
El profesor se dió la vuelta, tomo al peli gris por la barbilla he hizo que lo viera directamente a los ojos.
-No seas tonto, jimin. Sabes perfectamente que no pienso dejarte con la calentura. Iré a tu apartamento después de clases, ¿Entendido? Muñeco. - explico para después lanzarle una sucia nalgada al más joven.
Después de escuchar un casto gemido de los carnosos labios del profesor park, aquel hombre se retiró con una sonrisa triunfante pintando su rostro.
Por otro lado, jimin al quedar completamente solo en aquel estacionamiento, se dedicó —como siempre lo hacía— a preguntarse una vez más si esto le hacía algún bien.
Claro, no era el novio del profesor Russo, solo eran... Su escape del estrés.
Además, mantenían está relación en secreto ya que el profesor estaba casado y con un bebé en caminó, cuando jimin se enteró de esto quizo cortar la relación por el bien del bebé, pero Russo se negó rotundamente y rogó que no lo dejara —como siempre terminaban los encuentros con Russo—, jimin termino teniendo sexo con el.
Estaba tratando de convencerse de que no se arrepentía de nada, y que aquel hombre había llegado para ser su propio “descanso” pero cada vez que lo hacían no podía evitar pensar que estaba destruyendo una familia.
El profesor park sacudió la cabeza.
-Otra vez pensando en tonterías, jimin. - se regaño a si mismo.
Se inclino y procedió a recojer hojas que contenían la clase que daría hoy, Russo las había aventado al suelo en el intento por acorralarlo desesperadamente.
Ya estaba de pie con sus papeles echos un lío cuando escucho al campana que enunciaba que las clases habían iniciado.
-Ho, mierda. - maldijo para después correr escaleras arriba hacia el campus. El señor Russo lo atraso demasiado, y el no era el profesor que llegaba tarde a su clase.
Practicamente pateó la puerta de su salón de clases y se apresuró a llegar a su escritorio para acomodar su papeleo.
Sus alumnos, confundidos y curiosos, lo miraban con ojos expectantes.
Pero aún sabiendo las miradas clavadas en el, se dedicó a ignorarlas y seguir acomodando sus hojas.
Una vez termino, se desplomó en su silla y descanso un poco.
Cuando miro al frente, topandose con las miradas penetrantes de sus alumnos, suspiró cansado y se levantó de su asiento, dispuesto a dar la clase.
-Buenos días, jóvenes promesas. - saludo amablemente el profesor, a lo que todos respondieron como solo un adolescente lo haría.
Jimin sonrió y dió unas cuantas vueltas en su espacio para acomodar sus ideas.

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Amor entre profesores
Fanfictionlas universidades walmsley y Saito, conocidas por sus campus de Miles de hectáreas, carreras infinitas y un ilimitado número de profesores capacitados y profesionales se han odiado desde los inicios de su construcción. Park Jimin; un joven y apasion...