6. Jugando con papá

7K 322 45
                                    

Durante ese verano Sonia y yo estuvimos durmiendo en casa uno del otro casi todos los días. Mis padres realmente felices y encantados de que por fin tuviera una gran amistad, no ponían ningún impedimento a todas mis ausencias. También estaban encantados de que Sonia durmiera en casa tantos días. 

Les decía los planes el día anterior, o el mismo día por móvil y nunca se molestaron, me daban las gracias por avisar y no había ningún problema. Estuve tan ocupado y divirtiéndome tanto con Sonia que no me preocupe de mi inexistente vida sexual en esos días.

La situación en casa de Sonia era tal y como ella decía, las cosas iban realmente mal entre sus padres. Mirando desde fuera no entiendo muy bien que es lo que pasaba. Julia, la madre de Sonia estaba todo el día enfadada y echando la bronca a Tony, su marido y padre de Sonia. Siempre le recriminaba cosas, pero no sé que es lo que pudo hacer Tony en un primer momento para tener tan desencantada a Julia. 

La casa siempre está limpia y recogida, Tony suele ser el que se ocupa de cocinar y poner las lavadoras, Julia con ayuda de Sonia se ocupa de la limpieza de la casa. Considero que los quehaceres son perfectamente compartidos, en mi casa por desgracia, mi madre se ocupa de casi todo.

No tiene que ver por la edad, mis padres son más jóvenes ya que están casi en sus cuarenta, mientras que los padres de Sonia tienen unos cincuenta y algo. Cierto que los dos se cuidan y ambos van al gimnasio y en verdad son atractivos, a lo mejor todo esto viene por problemas de celos.

En los últimos tiempos interactué bastante con Tony, Sonia se duerme mucho antes que yo, así que normalmente salía al salón para ver la tele un rato antes de ir a dormir. Por regla general me encontraba con su padre y ambos comenzamos a conversar y a estar más cómodos, la confianza entre ambos aumentó.

-Gabriel, ¿puedo hacerte una pregunta personal? -Me dijo Tony de repente.

Ya llevaba más de un mes estando continuamente con Sonia días en mi casa días aquí, así que ya tenía mucha confianza con él.

-Por supuesto, te responderé si lo veo adecuado. -Respondí sereno.

- ¿Cómo fue lo de descubrir que eras gay y compartirlo con tus padres? -Ahora me miraba atentamente.

-Verás en un principio pensé que me gustaban las mujeres, no es que me gustara alguien en particular, nunca, pero me sentía atraído por el sexo y cuando pensé que deseaba intimar con alguien primero estuve con una chica, pero algo no iba bien, no funcionaba, no estaba cómodo. Así que intentando encontrar que problema tenía, fue cuando descubrí que lo mío eran los chicos.

-Ya veo, ¿te causo tristeza o algo así? 

-No, me sentí aliviado. Descubrí que me gustan los hombres y que ser el que recibe es maravilloso. -Sus ojos se agrandaron y se sonrojó un poco al escucharme, continué como si tal cosa. -Les conté a mis padres para que no malinterpretaran mi relación con Sonia, que lo tuvieran claro y aunque les sorprendió me quieren y me apoyan.

-Si necesitas hablar de lo que sea o pasas por algún problema, que sepas que puedes contar conmigo. - Es un hombre realmente agradable.

- ¿Puedo preguntarle algo íntimo? -Asintió y esperó por mi pregunta. - ¿Qué pasa exactamente entre usted y su esposa?

-No lo sé muy bien. -Se acaricia la cabeza con tristeza. -Supongo son demasiados años juntos, la pasión, el amor y demás se han enfriado. No sé muy bien que decirte.

-Deberían intentar tener sexo. El sexo lo arregla todo. -Le digo seguro de mí mismo.

-Eso sirve cuando eres joven. A nuestra edad es todo más complejo y difícil, pero gracias por el consejo. 

En busca del placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora