En busca del placer

17. La celebración

Ya llevamos seis meses saliendo juntos, para muchas personas resulta una tontería y muy poco tiempo para darle importancia, pero para mí, que es la primera vez que tengo novio me sorprende y maravilla todo este tiempo que llevamos juntos, no hemos tenido ningún problema, ni ninguna discusión, nuestra vida sexual es lo más activa que podemos aunque en el último mes no hemos podido vernos mucho.

Normalmente salimos juntos del trabajo y vamos al gimnasio o damos una vuelta, los fines de semana los pasamos en casa del uno o del otro. Pero este último mes la empresa ha estado muy revolucionada y con mucho trabajo ya que tenemos nuevos clientes provenientes de China. Debido a esto, todos los empleados hemos tenido que trabajar horas extras y los días que no me toca a mí, le ha tocado a Javier. Los fines de semana hemos tenido que trabajar desde casa para poder seguir el ritmo y tener los informes y documentos que podrían pedirnos la siguiente semana.

Debido al estrés y al cansancio no hemos estado de muy buen humor, así que cada uno ha estado en su casa y si nos vemos son par de horas y para almorzar juntos en algún restaurante para regresar a nuestras respectivas viviendas lo más rápido posible.

Pero hoy es viernes, hace seis meses que me pidió salir y pienso celebrarlo. Ayer limpié la casa a fondo y le escribí para que viniera a cenar esta noche a las ocho y media. No creo que sepa de que va todo esto, ni que recuerde que hoy hace seis meses cumplió mi sueño. Pero no me importa, quiero hacerle una deliciosa cena y después seré su postre durante las horas que él pueda aguantar darme placer.

Salí corriendo del trabajo cuando finalizó mi jornada, fui al supermercado cercano a mi casa para comprar los ingredientes y el vino. Nada más subir a mi casa me cambié de ropa y comencé a preparar la cena que consta de unos Filetes Stroganoff, acompañados con una deliciosa ensalada. De entrante pondré queso variado y algo de jamón serrano, lomo y chorizo acompañado todo esto de vino tinto y de postre prepararé una suave mousse de limón.

En dos horas tengo la cena preparada, la mesa puesta y yo estoy terminando de vestirme. Decoré el comedor con seis pequeños globos rojos en forma de corazón y seis hermosas rosas rojas decoran la mesa del comedor.

Salgo corriendo para abrir la puerta al escuchar el timbre. No sé por qué estoy nervioso, mi corazón late desbocado y casi me quedo sin aliento al abrir la puerta y verlo frente a mí, tan hermoso y fresco.

-Buenas noches Gabriel. -Me dice sonriendo.

-Buenas noches Javier. -Le hago entrar y le doy un suave beso en la mejilla.

-Que guapo te has puesto. -Sus ojos recorren mi cuerpo, llevo puesto un vaquero que se ajusta a mi culo, sé que lo ajusta y me queda muy sexy. Una camisa negra, de manga corta con varios botones abiertos haciendo que según me mueva se vean los pezones, estoy vestido para despertar su deseo. -¿Celebramos algo?

-Que por fin nos vemos tras tantas semanas. -Le respondo mientras me dejo abrazar por él. Sus manos no pierden el tiempo y descienden a mi culo, amasando y apretándolo mientras su boca se engancha a la mía dándome un ardiente beso que hace que me tiemblen las piernas. -¿Prefieres cenar o cenarme?

-Me gusta que seas tan coqueto. -Sus labios se entretienen con mi cuello, mientras sus dedos desabotonan algún botón más de la camisa para jugar con mi pezón. -Mejor cenamos, para tener fuerzas y poder satisfacer a la fiera de mi novio.

-Entonces para de jugar con mi cuerpo, estoy apunto de ponerme totalmente duro. -Lo alejo con suavidad de mi. -Prefiero cenar sin estar empalmado.

Me encamino al salón, donde está la mesa y la decoración. Me giro para ver su cara cuando entre, pero algo se ve raro, mira alrededor con una sonrisa, pero no dice nada ni me pregunta por qué lo hice.