Taehyung y Jungkook son mejores amigos, con un canal de youtube visto por cientos de personas que suelen shippearlos y crear teorías conspirativas.
"¿Ellos son novios?"
"¿Si, viste? Taehyung esta besando la mejilla de Jungkookie"
"Oh, ellos son tan...
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¡Taehyung, es hora de dormir!||Team Tea and Kookies ♡
Aunque el cuarto se mira oscuro, Jungkook prende la lámpara a su lado y deja salir un suspiro bastante molesto por culpa de nada más y nada menos que Kim Taehyung.
—Hey... Tokki reportándose para un nuevo video— murmura medio dormido. Algunos cabellos rosados se encuentran fuera de lugar pero por alguna razón se mira extremadamente bien— Este video es improvisado— dice. Con cuidado palmea el lado junto a él y toma su teléfono para encenderlo y ver la hora— Mmm... Son las cuatro de la mañana. Kim Taehyung lleva toda la noche jugando videojuegos, ni siquiera se ha tomado la molestia de venir a dormir conmigo— pucherea— Necesito sus abrazos— lloriquea bajito y peina sus cabellos hacia atrás antes de quitarse las cobijas de encima y sentarse en la cama.
Mientras tanto en la sala. Taehyung grita en silencio bastante frustrado por haber perdido de nuevo. Quiere lanzar algo al televisor pero se contiene, por que a final de cuentas quien va a terminar pagando por la reparación es él.
Jungkook tarda algunos segundos en recomponerse de su sueño y frunce el ceño cuando efectivamente se da cuenta que es demasiado tarde como para que su novio siga jugando en la sala.
—Taetae no entiende— dice un poco molesto— Yo soy más importante que ese juego— trata de convencerse.
Se levanta de la cama después de bostezar durante un momento más y prende las luces del pasillo para poder enfocar bien con la cámara. No tarda demasiado en llegar y se topa de frente con su novio demasiado concentrado, sin siquiera notar su presencia.
—¿Taehyung?— el peliazul lo mira de reojo y asiente en su dirección para hacerle saber que lo escucha— Ya es tarde. Deja ese juego...
—Solo una partida más bebé.
Jungkook no le cree nada.
Siempre era lo mismo. Jungkook amaba demasiado a su consola, pero Taehyung era un adicto. No sabe como pasó, pero de un momento a otro Taehyung no paraba de jugar a todas horas y por si fuera poco, ignoraba a Jungkook hasta que se cansaba.
Ya no había tantos mimos durante las noches por culpa de ese condenado juego. Taehyung ya no lo abrazaba y le daba besitos hasta que ambos dormían, ya no le acariciaba el cabello y tampoco reían cuando por error sus narices se rozaban en un bonito beso esquimal.
Ahora, Jungkook tenía que conformarse con dormir a un lado de Taehyung al menos un poco de tiempo hasta que amaneciera. Y luego, al día siguiente era lo mismo, tan pronto como el peliazul terminaba de desayunar, volvía a su tonto juego.
¿Qué había de interesante? ¿Acaso ese juego podía ofrecerle todo lo que él le ofrecía?
—Oso~— Jungkook trata de ablandar el corazón de su mayor con adorables pucheros que nunca fallan. Pero esta vez, el peliazul sólo le sonríe y continúa sin hacerle caso.
