WOLVES HOWL [Alec lightwood]

eighteen

La joven loba levanto la vista cuando escucho la pierta abrirse y miró hacia ambos ladosZ no habia rastro del brujo, la habia dejado con el marrón y la iban a pillar.

— ¿Magnus? — preguntó en voz alta medio fingiendo estar perdida, aunque en verdad lo estaba.

— ¿Grace? — preguntó el azabache mientras se colocaba su habitual chaqueta de cuero.

— Oh, hola. — saludo ella con su característico buen humor — Estaba con Magnus y me he perdido. — mintió y luego comezó a andar en la dirección opiesta al shadow hunter.

— Queria decirte... — detuvo sus pasos al escuchar la voz del azabache — Gracias por tu consejo. — admitió el chico.

— No tienes por que darlas, — se encogió de hombros — todo el mundo merece ser dueño de sus elecciones. — añadió.

Quiso golpearse tras pensar en sus palabras. Estaba nerviosa y no sabia como actuar delante de él, pues solo habia sentido algo asi y de eso hace ya más de dos siglos.

— Voy a casarme. — soltó el azabache de repente.

La chica casi se atraganta con su propia saliva al escuchar la gran noticia. Eso le había sentado como una patada en el estómago.

— Oh, bueno eso es muy precipitado — admitió la peliblanca desviando la mirada a sus pies.

— Antes pensaba que era una lovura pero ahirs estoy seguro de que es lo correcto. — dijo el de ojos avellana con una sonrisa en el rostro.

— Bueno, eres un chico tradicional. — se limitó a decir.

— Si, lo soy. — admitió— Y mi familia igual, por eso voy a casarme con Lydia. — añadió.

La ojiazul clavó su mirada en la del muchacho al instante de oir ese nombre. No había problema en que el chico no correspondiera sus sentimientos y se casara con otra persona. ¿Pero con aquella rubia refinada? En su estomago se formo una mezcla de sentimientos, impotencia y rabia.