En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en aquella discoteca. No podía evitar sentirme observada por todos lados. Me crucé de brazos a la altura de mi abdomen suspirando profundamente mientras entrábamos.— Si no querías que te mirasen, no haberte puesto eso. — escuché a alguien susurrar en mi oído.
¿Quién demonios se cree que es para decirme que ponerme o no? Maldito idiota. Debería ser cazador de neuronas, por que le hacen falta algunas.
— ¿Disculpa? — me giré hacia el.
— Ya has oído lo que te he dicho. — rodó los ojos y continuó caminado.
— ¿Con qué derecho decides tú lo que debo o no ponerme? — cuestione indignada siguiéndole el paso, con algo de dificultad debido a los tacones.
— Simplemente te he dicho que si no quieres que te miren, no les des motivos. — habló de nuevo sin prestarme la más mínima atención.
— ¿Ahora te preocupas por mi? Que adorable — comenté finalizando con una sonrisa forzada.
— Es para que te relajes un poco, estás muy tensa. — comentó encogiéndose de hombros.
Iba a contestarle pero la música tronó mis oídos, señal de que estábamos oficialmente dentro. Había subterráneos por todos lados. Casi todos eran brujos pero podía percibir el olor de algún que otro vampiro, probablemente sería algún seguidor de Raphael.
Avanzamos adentrándonos un poco más en aquella discoteca buscando algún reservado, en el que pudiera estar el gran brujo. He de admitir que la música era pegadiza pero la letra de las canciones solo demostraba el ego de los brujos.
Minutos después, logramos llegar a una zona donde no había tanta abundancia de gente. Y efectivamente, estábamos en el reservado del grandioso Magnus Bane. Le divisé sentando en un sofá con brujas y brujos alrededor de él, alabándole como acostumbraban. Nuestras miradas conectaron y él se levantó de un brinco. Tragué en seco y retrocedí un poco ya que un cuerpo me impedía hacharme más para atrás.
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WOLVES HOWL [Alec lightwood]
Hayran KurguDonde dos mundos totalmente diferentes se unen por una causa mayor forjando un lazo irrompible.